La historia de Guido Bellido al frente del Gabinete Ministerial culminó el miércoles de forma abrupta, más de dos meses después de asumir el cargo y luego de una serie de confrontaciones con el Congreso y hasta con miembros del propio Ejecutivo, incluyendo al presidente Pedro Castillo. Desde la noche del miércoles, su reemplazo es Mirtha Vásquez, excongresista del Frente Amplio.
La también expresidenta del Congreso (2020-2021) se convirtió así en la sexta primera ministra de la historia del Perú. Ella lidera a un Gabinete que, en total, sufrió siete cambios y que ha pasado de tener dos a cinco mujeres en su nómina. Durante su gestión como legisladora suscribió proyectos a favor de instaurar una asamblea constituyente para redactar una nueva Constitución, una de las banderas de Castillo en la campaña electoral con Perú Libre.
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“Por Dios, por este país de mujeres y hombres que todos los días luchan por vivir con dignidad sin discriminación y que promueven reales cambios, sí juro”, expresó Vásquez ante el mandatario en el salón dorado de Palacio de Gobierno. En la ceremonia no participó Bellido.
Los cambios en el Gabinete empezaron a vocearse desde el mediodía del miércoles. La designación de Vásquez se coordinó entre el miércoles y el martes, según contó una fuente de El Comercio antes de la ceremonia de juramentación. De acuerdo al registro de visitas, la exparlamentaria tuvo una reunión de trabajo con Aúner Vásquez, jefe del Gabinete Técnico de la Presidencia de la República, entre las 7:43 p.m. y 9:27 p.m. del martes.
“La idea es tratar de equilibrar las cosas con el Congreso. Buscar una nueva cohabitación de la política”, comentó la misma fuente respecto de la llegada de Vásquez a la PCM.
Otra de las fuentes consultadas refirió que “el presidente le pidió a ella ser presidenta del Consejo de Ministros. El presidente la llamó, pidió hablar con ella”.
Más temprano, en un mensaje a la nación, Castillo aseveró que la decisión tomada corresponde a fortalecer la gobernabilidad. “El equilibrio de poderes es el puente entre el estado de derecho y la democracia. Debe procurar tranquilidad y cohesión en el gobierno. Es así que tanto la cuestión de confianza, interpelación y censura no deberían usarse para crear inestabilidad política”, expresó.
Lo mencionado por el mandatario no es menor. Los cambios se dan en medio de una tensa relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, que incluyeron cuestionamientos principalmente hacia Bellido y al saliente ministro de Trabajo, Iber Maraví. Contra este último, precisamente, se alistaba la presentación de una moción de censura respaldada por legisladores de las siete bancadas de oposición a causa de sus presuntos nexos con el grupo terrorista Sendero Luminoso y el Conare-Sutep, ala radical del magisterio.
Ingresos
La renovación del Gabinete se da a partir de la renuncia del primer ministro. Fuentes de este Diario señalaron que Castillo y Bellido conversaron al respecto entre el miércoles y el martes, pero el mandatario solicitó la dimisión del también legislador el miércoles por la mañana. Y esta se concretó.
La jornada del miércoles en Palacio inició con la expectativa por una sesión del Consejo de Ministros que estaba programada para las 9 a.m., pero que no se llegó a realizar, y terminó por la noche con la juramentación del nuevo Gabinete y una reunión entre Castillo y los nuevos ministros posteriormente.
Según las mismas fuentes, Bellido sí acudió al Gran Comedor de Palacio de Gobierno para participar de la sesión del Consejo de Ministros programada para la mañana. Sin embargo, esta no se llegó a instalar y se anunció su suspensión debido a que Bellido tuvo que retirarse para reunirse con el mandatario.
“El premier señaló que estaba despachando una agenda urgente con el presidente y solicitó suspender la reunión del Consejo de Ministros. Y así fue”, comentó a RPP Hernando Cevallos, ratificado como ministro de Salud.
De los 19 ministros, 12 fueron ratificados. Entre los 7 ingresos está el de Bettsy Chávez, legisladora y militante de Perú Libre −ubicada en el ala moderada de la bancada− que asume la cartera de Trabajo en reemplazo de Maraví. Chávez se reunió la noche del martes con el mandatario en el mismo lapso en el que Vásquez estuvo en Palacio.
También Gisella Ortiz, activista por los derechos humanos y familiar de una de las víctimas de la masacre de La Cantuta en 1992 que reemplaza a Ciro Gálvez en el Ministerio de Cultura.
El sector Educación será encabezado por Carlos Gallardo, exdecano del Colegio de Profesores del Perú que fue parte del equipo técnico de Castillo en la campaña. También ha participado, junto al legislador Edgar Tello, en eventos del Fenate Perú, gremio magisterial fundado por Pedro Castillo.
Al Ministerio del Interior ha ingresado, en reemplazo del exfiscal Juan Carrasco, Luis Barranzuela. Este se ha desempeñado como abogado de Vladimir Cerrón, Guido Bellido y Perú Libre en el marco de una investigación fiscal por lavado de activos.
Reacciones
La reacción más tirante y discrepante provino de Perú Libre, pese a ser la bancada oficialista. Primero, mediante un comunicado en el que exigió a Castillo “representación partidaria” en el nuevo Gabinete y pidió −en sintonía con un tuit de Vladimir Cerrón− “excluir a derechistas, caviares y traidores”, así como ceñirse al programa partidario. Señaló también que “los aliados electorales han tomado el control” de muchas carteras ministeriales.
Un grupo de legisladores perulibristas acudió a Palacio, antes de la juramentación, a pedirle a Castillo que no cambie la línea de gobierno. Tras el evento, el vocero Waldemar Cerrón vociferó airado a la prensa: “La bancada de Perú Libre no respalda este Gabinete, porque consideramos que es una traición a todas las mayorías que han esperado durante muchos años llegar al poder”.
En tanto, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, saludó la renovación del Gabinete. Lo mismo hicieron legisladores de Acción Popular, APP, Avanza País, Somos Perú-Partido Morado, Juntos por el Perú, Podemos Perú y Renovación Popular. Fuerza Popular calificó de “tardía” la decisión de Castillo.
Observación
También el miércoles, el presidente Castillo observó la autógrafa de la ley que el Congreso aprobó el 16 de setiembre, y que regula la cuestión de confianza.
El Ejecutivo argumentó que la norma vulnera el principio de separación de poderes y las competencias del Gobierno vinculadas a la formulación e implementación de políticas públicas. “La autógrafa de ley se encuentra reñida con la Constitución y el amplio margen que brinda al Ejecutivo para plantear cuestiones de confianza”, se indicó.