RODRIGO CRUZ @rcruza
El analista internacional Óscar Vidarte considera poco probable que se presente un escenario similar al de Colombia con Nicaragua en el próximo fallo que emitirá la Corte Internacional de Justicia de La Haya en relación al diferendo marítimo entre Perú y Chile.
Virarte afirma, en ese sentido, que en el caso colombiano la decisión pasa por el interés que tiene el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, de ganar las próximas elecciones. “Santos sabe que si cumple la sentencia de La Haya pierde su reelección”. Caso contrario ocurre en Chile, país que, confía el analista, sí cumplirá con la sentencia en el caso de que le resulte desfavorable. Sin embargo, sostiene que se tiene que tomar en cuenta que el gobierno de Piñera termina en marzo.
¿Nota cierto pesimismo en Chile? El presidente Piñera ya habla de “plazos razonables” para acatar un fallo que se conocerá recién el lunes. El año pasado se sentía optimismo, más que triunfalismo, en ambos países. Este optimismo se fundamentaba, básicamente, porque Perú y Chile ofrecieron defensas bastantes sólidas en la etapa de los alegatos orales. Inclusive creo que la defensa chilena fue bien argumentada, construida y seria. Vimos una buena fase oral, tanto de Perú como de Chile, que terminó con cierto optimismo.. Sin embargo, mientras en el caso peruano el optimismo ha continuado hasta el día de hoy, en Chile ha pasado el optimismo a otro nivel. Hemos visto una lenta evolución de un contexto, obviamente optimista respecto al fallo, a un ambiente pesimista en la actualidad.
¿Por qué cree que ocurre esto? Solo encuentro una explicación. Creo que, desde la perspectiva chilena, la posibilidad de que su posición no sea totalmente aceptada es bastante real. Más aun teniendo en cuenta que hay ciertos pedidos de Perú ante la Corte Internacional en los que Chile tiene pocas posibilidades. Por ejemplo, el triángulo externo. Por eso, creo que Chile desde un inicio sabía que en la demanda peruana hay muchas posibilidades de que no toda su argumentación sea conseguida. Bajo esa premisa entramos al dilema de ¿qué parte de tu argumentación no va ser aceptada por la Corte?. Hace un año nadie estaba pensando en lo que podía pasar en el fallo, el interés estaba en cuál es la fortaleza de la argumentación, hoy el escenario es diferente. A la gente ya no le interesa cómo ha sido la defensa de Chile, lo que interesa es el fallo. Por eso ese pesimismo se nota en los debates que hemos visto.
¿No será acaso que el presidente Piñera busca aprovechar el fallo para subir en las encuestas? Yo pensaba que este debate podía terminar politizado. Sin embargo, este tema no se tocó en la campaña electoral. Más bien ahora, de cara al fallo, se está tocando. Por ejemplo, me queda claro el interés bastante mostrado por parte de Piñera de tener reuniones con congresistas de todos los partidos. Eso no es solamente una muestra de unidad, como es en el caso peruano. Piñera lo que busca es decir que este tema no es solo su responsabilidad, para después decir: “yo continué con el proceso”. Esto es importante porque si el debate es tan intenso hoy, antes del fallo, ¿qué va pasar después del fallo si es considerado para nosotros como favorable?
¿Cómo ha visto a los gobierno de Perú y Chile en estos días previos al fallo?Yo creo que el gobierno chileno está en una situación mucho más complicada y difícil. El debate en Chile ya trasciende el tema de La Haya. Hoy en día se discute sobre la política exterior del gobierno de Piñera frente al Perú. Por ejemplo, el llamado de Piñera al Consejo de Seguridad Nacional ha provocado un terremoto de grado 6 en Chile. Esto ha provocado que algunas voces de alarma digan que eso es un sinónimo de preocupación. En el caso peruano tampoco ha sido fácil. En el Perú no discutimos acerca de qué puede pasar en La Haya. Si vemos las últimas encuestas que se han publicado sobre el tema, un alto porcentaje de la población dice estar a favor que se acate la sentencia así esta sea desfavorable. Esto es un elemento interesante. Nosotros no estamos discutiendo cuál va ser el resultado.
¿Considera la posibilidad de que Chile desacate la sentencia de La Haya?Yo estoy convencido de que Chile va acatar el fallo. Sin embargo, eso no me impide ver que el escenario post fallo será todavía más difícil. Más aun teniendo en cuenta que estás frente a un presidente que está saliendo y no va querer tomar decisiones drásticas porque está viendo cuál será su papel de acá a cuatro años, cuando vuelva a postular a la presidencia. Creo que el primer mes post fallo va ser de mucha discusión en Chile. El Perú tiene que estar muy al tanto de lo que suceda.
¿Sería posible un escenario similar al de Colombia con Nicaragua?Técnicamente Colombia no ha dejado de acatar el fallo. Han dicho: “lo acatamos pero no podemos aplicarlo”. En este caso, la situación no está en no acatamiento e incumplimiento del derecho internacional. Han dicho que no lo pueden acatar. Esto es una “leguleyada”. Otro punto es que las relaciones entre Colombia y Nicaragua, que son dos países distantes, son absolutamente distintas a las que tiene Perú con Chile. No hubo tanto trabajo previo entre ambos países, como sí lo hubo con Perú y Chile. Además son países mucho más similares. Trabajan juntos. Un claro ejemplo es la Alianza del Pacífico. Hay una serie de elementos que indican que cualquiera de las partes que desconozca el fallo tendrá costos muy altos que asumir.
¿Cuáles son esos costos? ¿Qué tanto se ve dañada la imagen de un país que no cumple con la sentencia de la Corte Intertnacional de Justicia?En términos generales, los fallos de la Corte de La Haya han sido básicamente cumplidos, ya sea en el corto o mediano plazo. Estos fallos se cumplen. Por ejemplo, es claro que Colombia no ha cumplido el fallo. Santos no lo va cumplir porque sabe que si lo cumple pierde la reelección. En ese sentido, pensemos en un cumplimiento de Colombia a partir de mayo, cuando empiece su segundo gobierno. En el caso de Perú y Chile, que están mostrándose seguros ante el mundo como países sólidos y solventes, nunca es grato que salgan señales que incumplen el derecho internacional. Si Chile incumple el fallo sería señalado como un país con poca credibilidad a nivel internacional en todo sentido de la palabra. A ningún país le gustaría tener de ese tipo de cuestionamientos.
¿Cuál debería ser la agenda de Perú y Chile después del fallo?Creo que el camino es crear un grupo de coordinación peruano-chileno para poder terminar los aspectos que podrían quedar pendientes por el mismo fallo. Eso sería, digamos, la agenda inmediata. En el Perú, por ejemplo, se tendría que tomar algunas acciones unilaterales, como el cambio de normas.