A solo horas de una sesión clave en la que el pleno del Congreso definirá si otorga el voto de confianza al Gabinete Ministerial de Mirtha Vásquez, el gobierno del presidente Pedro Castillo mantenía la incertidumbre e indecisión respecto del nuevo ministro del Interior, tras la renuncia de Luis Barranzuela.
“Nos encontramos evaluando una terna para que en las próximas horas podamos nombrar a un nuevo ministro. Esperamos llegar mañana [hoy] al Congreso habiendo resuelto este tema”, indicó Vásquez la noche del miércoles en una conferencia de prensa realizada en una pausa de la sesión del Consejo de Ministros.
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Según dijo, se estaba buscando a la persona más idónea a fin de que tenga un desempeño adecuado. Consultada acerca de si la juramentación será antes del pleno de este jueves a las 9 a.m., respondió: “No puedo decir con precisión. Creo que eventualmente siempre estamos pensando en que un nombramiento de esta naturaleza sea en las horas adecuadas para informar a la población”.
Pese a esa situación, la jefa del Gabinete dijo que confía en que el Parlamento otorgará la confianza en pro de la gobernabilidad del país.
Expectativa
En diálogo con El Comercio, la primera vicepresidenta del Parlamento, Lady Camones, afirmó que sería lamentable que un Gabinete se presente incompleto ante el pleno. Es más, consideró que se debió haber pensado en alternativas incluso desde que empezaron los primeros cuestionamientos contra Barranzuela tras su designación a inicios de octubre.
“Esperamos que la elección esta vez sea responsable, de una persona que tenga la capacidad técnica e idoneidad moral que esperamos, que no vaya a generar un riesgo para que se le pueda otorgar el voto de confianza al Gabinete”, manifestó.
Del mismo modo, Camones criticó que el gobierno haya retirado a Barranzuela producto del escándalo por la reunión social que este organizó en su vivienda de Surco el 31 de octubre, pese a las prohibiciones de su sector, y no por los otros cuestionamientos que cargaba. En esa línea, rechazó que se le haya invitado a renunciar en vez de destituirlo, así como que eventualmente se le den las gracias por los servicios prestados.
“Es muy lenta la toma de decisiones del presidente. Pareciera que se tienen que llegar a situaciones extremas para que él reaccione. No solo el escándalo de Barranzuela, sino todos los conflictos sociales”, agregó.
Al respecto, el vocero alterno de Fuerza Popular, Eduardo Castillo, también sostuvo que espera que el Gabinete se presente completo en el pleno. “La preocupación no solo es un ministro, solo la fiesta que hizo el señor Barranzuela. Son varias las preocupaciones, son 100 días de absolutamente nada, diría llenos de crisis, suspenso e incertidumbre. [...] Estamos hablando de la administración de un país que hasta ahora no despunta”, sostuvo en Canal N.
El constitucionalista Erick Urbina manifestó a El Comercio que la Constitución establece que al pleno debe concurrir la presidenta del Consejo de Ministros acompañada del Gabinete en pleno.
“Estamos hablando de todos los ministros. En caso uno haya renunciado previamente, debe ser sustituido por otro porque el primer ministro pide el voto de confianza a nombre de todo el pleno del Consejo de Ministros”, explicó. Recordó que la sesión de este jueves es una continuación de la del pasado 25 de octubre. Bajo ese supuesto, advirtió, podría negársele la confianza.
Dificultad revelada
A juicio del politólogo Omar Awapara, el gobierno reitera con el caso de Barranzuela un problema de siempre: la ausencia de cuadros y la falta de consenso, en este caso, sobre el remplazo del ministro del Interior saliente.
“Ha aflorado la incapacidad de conseguir gente idónea que pueda ocupar esa cartera. Interior es una cartera bien sensible. Es uno de los ministerios de alta rotación, eso hace que probablemente el grupo de personas disponibles para ocupar ese cargo sea menor”, comentó a El Comercio.
En su lectura, si Mirtha Vásquez no hubiese salido al frente y declarado públicamente que las explicaciones dadas por Barranzuela sobre el suceso en su casa eran inaceptables, probablemente este se hubiese mantenido en el cargo. “El silencio de Castillo es casi su modus operandi. Creo que se toma mucho tiempo para tomar decisiones […] Se toma mucho tiempo para definir, pasó con maraví. La reacción del gobierno ha sido muy lenta, no es el primero ni es el último
En opinión del también politólogo Fernando Tuesta, lo ocurrido evidencia una “falta de apertura total” de Castillo para buscar funcionarios. En ese sentido, refirió que un error en la designación del nuevo ministro sería perder una gran oportunidad.
“El silencio de más de un día del presidente, que solo se pronunció anunciando la renuncia, muestra la dificultad que tenía de manejar este sector, porque este es un gobierno con un presidente débil, dubitativo, con poca capacidad para organizar su propio gobierno. Con un grupo muy acotado de gente de su confianza, no todos ellos con perfiles para estar en la alta administración pública. En consecuencia, no le es fácil”, explicó.