La cumbre de Runasur, proyecto geopolítico impulsado por el expresidente boliviano Evo Morales, ya no se realizará este 20 y 21 de diciembre en Cusco, como se había anunciado.
A través de un comunicado, la comisión técnica de la organización, cuya última reunión se dio en noviembre en Argentina, informó la suspensión del evento debido a “cuestiones sanitarias” por la nueva variante del coronavirus. Indicó también que se reprogramará la cumbre “una vez que las normas sanitarias lo garanticen”.
Sin embargo, organizadores de la cumbre en el Perú, en comunicación con El Comercio, atribuyeron la suspensión de la misma a otros factores.
Rogelio Rivas, coordinador regional de Runasur en Cusco, afirmó que la cumbre “sigue en pie”, pero se espera ganar tiempo ante las críticas por la presencia de Evo Morales en el Perú.
“Lo que se está evaluando es batallar para que el expresidente Evo Morales pueda ingresar al Perú. Algunas personas lo han declarado persona no grata y nos parece algo injusto”, señaló en referencia a un pronunciamiento de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso. Asimismo, dijo esperar que el evento se realice en enero o febrero.
Por su parte, Percy Ortiz, uno de los coordinadores a nivel nacional, refirió que la suspensión se debe a una “mala coordinación que hizo el señor Fernando Huanacuni, exministro de Relaciones Exteriores de Bolivia”, a quien calificó de “un muy mal interlocutor” que ha tenido más comunicación con “los caviares”.
“No ha habido un buen entendimiento, luego de eso el Parlamento del Perú declaró persona no grata al hermano Evo y esos han sido los factores que han hecho que Runasur no se dé esta vez”, explicó y consideró complicado que se desarrolle la cita.
Ortiz Romaní, simpatizante chavista apodado ‘Percy Katari’, es actualmente asistente en el despacho del congresista Guido Bellido, de Perú Libre, y ha participado en eventos de este partido.
Amenaza latente
Para el exviceministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, la “clara amenaza” sobre la soberanía, independencia y seguridad nacional que —según un comunicado de excancilleres y exviceministros del sector— implica la realización de la cumbre Runasur en el Perú “se suspendió, no se terminó”.
“Han dicho que la reunión está suspendida, así que hay que tomar el término de ellos, que son los organizadores. Y, por tanto, considerar que se ha suspendido por el momento nada más, habrá que ver qué pasa en el futuro”, advirtió en diálogo con El Comercio.
Por tanto, consideró que la cancillería debería mantenerse atenta a cómo se desarrollan los acontecimientos. “Deberían prestar mucha atención al tema para ver qué ocurre y, en función de lo que ocurra, definir un curso de acción”, manifestó.
La semana pasada, un comunicado de excancilleres y viceministros de Relaciones Exteriores —entre ellos De Zela— sostuvo que Runasur responde a un “proyecto gepolítico transnacional” fomentado por Evo Morales “para dejar de lado a los estados, su respectiva soberanía e independencia y, desde luego, los regímenes democráticos existentes”.
Añadieron que la convocatoria en Cusco constituye “una intromisión e injerencia inaceptables y que viola las normas fundamentales de las cartas de las Naciones Unidas y de la OEA”.
El domingo último, indicaron en otro comunicado que la cumbre “no constituye simplemente un cónclave de pueblos originarios”, por lo que reiteraron que el presidente Pedro Castillo “no debe permitir la realización de ningún evento promovido por políticos extranjeros que agreda nuestra independencia, soberanía y dignidad, propicie la división entre peruanos y vulnere el Estado de Derecho”.
Ello ante un comunicado de la cancillería y declaraciones de la primera ministra Mirtha Vásquez, quienes señalaron que Runasur no involucra al Estado peruano. “No está en el marco de lo ilegal. Si no involucra ningún tipo de compromiso del Estado, los ciudadanos pueden llevar adelante actividades de esta naturaleza, que no vulnere las normas”, dijo la titular de la PCM a “Agenda política” la noche del domingo. Agregó que anteriormente se han dado eventos similares, como la Cumbre de los Pueblos.
“Esto es más que una reunión de los pueblos. El objetivo va bastante más allá. Por consiguiente, eso es inconveniente y atenta contra los intereses nacionales. Hay que seguir atentos al tema, ver cómo se desarrolla y actuar en función de lo que ocurra”, sentenció el exvicecanciller Hugo de Zela sobre la postura del gobierno.