El 27 de marzo próximo, Zoraida Ávalos culminará su gestión al frente de la Fiscalía de la Nación y por ello debe elegirse a su sucesor. Sin embargo, la situación en el Ministerio Público es complicada, según han indicado a El Comercio fuentes de dicha institución: no existe quórum para que la Junta de Fiscales Supremos lleve a cabo las elecciones.
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El año pasado, cuatro de los seis miembros de la Junta de Fiscales Supremos fueron destituidos de sus cargos por la Junta Nacional de Justicia (JNJ) debido a cuestionamientos y denuncias de presunta corrupción por el Caso Los Cuellos Blancos del Puerto: Pedro Chávarry, Tomás Gálvez, Víctor Rodriguez Monteza y Luis Arce Córdova.
Ello generó que desde junio del 2021, solo dos fiscales supremos titulares estuvieran a cargo de las decisiones administrativas para la institución: Zoraida Ávalos Rivera y Pablo Sánchez Velarde.
El exfiscal supremo Víctor Rodríguez Monteza, quien por entonces había sido designado como representante de la MP ante el pleno del Jurado Nacional de Elecciones, no podía participar de las reuniones de la Junta de Fiscales Supremos. Luego, en noviembre del 2021, fue destituido por la Junta Nacional de Justicia.
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Fuentes consultadas por este Diario explicaron que el rumbo del Ministerio Público debe ser definido antes del mes de marzo. Ello, debido a que no se podrá cumplir con las elecciones que prevé el artículo 37 de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
“La ley habla de elecciones, es bien clara, pero no se puede hacer una elección con solo dos fiscales supremos”, indicaron.
Los problemas sobre la falta de fiscales supremos fue expresado también en noviembre del 2021 por Ávalos, en un documento remitido a la JNJ, en el que solicitaba se lleve a cabo el concurso público para ocupar las plazas dejadas por los magistrados destituidos.
Entonces, afirmó que al ser solo dos fiscales supremos y no haber quórum se encontraban imposibilitados de resolver procedimientos administrativos disciplinarios, que en algunos casos se encontraban próximos a prescribir.
Nuevos escenarios
Nuevos escenarios
¿Qué sucederá entonces? Pues será el propio Ministerio Público el que determinará qué escenario es el más adecuado para el manejo institucional desde marzo próximo.
Y es que, la Junta Nacional de Justicia, entidad a cargo del nombramiento de jueces y fiscales inició la convocatoria para cubrir dos plazas de fiscales supremos titulares, pero el proceso concluirá todavía en julio del 2022.
Tampoco es seguro que los postulantes a dichas plazas puedan aprobar todas las etapas del concurso público.
Por ello, uno de los caminos es que la actual fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, continúe de manera provisional hasta que se elijan a los próximos fiscales supremos titulares y pueda llevarse a cabo las elecciones.
Sin embargo, desde el interior del Ministerio Público han indicado que para ello, Ávalos tendría que contar con la aprobación del fiscal supremo Pablo Sánchez.
Algunas voces han considerado que la continuidad provisional de la actual fiscal de la Nación en el cargo, no sería bien visto para la imagen de la institución tras diversos cuestionamientos en su contra por su reciente decisión respecto a la investigación suspendida contra el presidente Pedro Castillo. Otros han indicado que pocos apoyan la idea de que Ávalos permanezca hasta que se pueda elegir a un nuevo o nueva fiscal de la Nación.
El segundo camino, indican las fuentes, es que al término de su gestión al frente de la Fiscalía de la Nación, como ha sido costumbre en situaciones especiales, se encargue interinamente el manejo de la institución a otro fiscal. En este caso, sería el fiscal supremo Sánchez Velarde. No solo por su antigüedad; si no porque es el único que queda además de Ávalos.
Dicha decisión, se aplicó cuando el exfiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia fue destituido en el 2014. Sánchez Velarde asumió de manera interina hasta que se convocó a elecciones. Lo mismo sucedió en enero del 2019, cuando Pedro Chávarry, dimitió al cargo. Ávalos completó la gestión vía el interinato hasta que fue electa por un periodo de tres años que está por concluir.
Por ende, si Sánchez Velarde asume de manera interina dirigiría el Ministerio Público hasta que la Junta de Fiscales Supremos pueda alcanzar quórum y llevar adelante las elecciones.
Todo dependerá de los resultados que tenga el concurso que la Junta Nacional de Justicia viene atendiendo de manera prioritaria, han indicado fuentes de dicha institución.
Según comentaron, existe concursos para cubrir 221 plazas, incluyendo para seis jueces supremo y dos fiscales supremos. No obstante, pondrán énfasis en el caso de los dos fiscales supremos pues consideran “trascendental” para el buen funcionamiento y equilibrio en el manejo de dicha institución de la administración de justicia.
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