El fenómeno de El Niño parece haber dado paso a su contraparte climática, La Niña, puesto que esta última se encuentra cobrando fuerza y marcando un cambio significativo en los patrones meteorológicos globales. Esta situación ha sido observada vía satelital por la NASA, cuyas imágenes capturadas han permitido documentar cómo La Niña está influenciando los océanos y la atmósfera, indicando posibles impactos en el clima a nivel mundial. A continuación, te contamos todos los detalles.
¿QUÉ DETALLES REVELARON LAS IMÁGENES SATELITALES DE LA NASA SOBRE LA NIÑA?
Primero que nada, es importante señalar que aún no se ha decretado oficialmente la llegada de La Niña. Para que esto pase, las temperaturas en el Océano Pacífico central deben mantenerse por debajo de 0,5 °C del promedio durante al menos tres meses consecutivos.
Los satélites de diversas agencias científicas han logrado medir precisamente la situación explicada mediante sensores especializados que monitorean y representan visualmente las temperaturas del mar. Un mapa comparativo de la NASA muestra cómo estas mediciones permiten identificar zonas donde las temperaturas están por debajo de lo normal, proporcionando indicios cruciales para evaluar la presencia y evolución de La Niña.
Los datos utilizados para generar los mapas provienen del satélite Sentinel-6 Michael Freilich, nombrado en honor al oceanógrafo de la NASA. Estos datos fueron procesados por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
Las anomalías en la altura de la superficie del mar son una herramienta crucial para detectar variaciones de temperatura en el océano, ya que están directamente relacionadas con la expansión térmica del agua. Al analizar estas anomalías, los científicos pueden identificar áreas donde el océano muestra temperaturas más cálidas o más frías que el promedio, proporcionando así información detallada sobre las condiciones térmicas y su impacto en los patrones climáticos.
¿CUÁL ES LA PROYECCIÓN QUE SE TIENE SOBRE LA NIÑA?
Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), actualmente se está desarrollando una fase neutral entre El Niño y La Niña, pero las condiciones indican un fortalecimiento de La Niña, que llegaría oficialmente entre agosto y septiembre con una probabilidad del 70%. Para el periodo noviembre-enero, la probabilidad de la presencia de La Niña aumentaría hasta un 79%.
Este pronóstico se basa en la persistencia de temperaturas subsuperficiales del océano por debajo del promedio y en las proyecciones a corto plazo que indican un retorno de las anomalías en los vientos del este durante julio, según informa el diario La Tercera.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN EL FENÓMENO DE EL NIÑO Y LA NIÑA?
El Niño es la fase cálida de un evento climatológico y La Niña, su fase fría. Son fases opuestas de un complejo patrón meteorológico tan poderoso que puede alterar la temperatura global y causar efectos atmosféricos muy extremos en todo el planeta.El Niño suele darse más frecuentemente que La Niña y ambos pueden durar la mayor parte del año, o incluso más, según explica BBC.
Los cambios en la circulación atmosférica que generan pueden afectar al clima en varias partes del mundo de manera más o menos extrema, según su intensidad. El Niño puede traer lluvias o un invierno más seco en el sur de Estados Unidos y condiciones más cálidas en América del Sur, mientras que La Niña puede aportar huracanes en el Atlántico Norte y un clima más húmedo en Australia, por citar algunos ejemplos.
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