Al inicio del vídeo, mujeres vestidas de rosa alimentan a una vaca con hojas. Poco después, el animal está muerto y las mujeres frotan el cuerpo desollado con una pasta de chile verde. Luego lo cortan en pequeños trozos, que cocinan con mucho condimento, cebollas y arroz en una gran olla al aire libre.
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En otro vídeo, se ve en primer plano peces que luchan por aire, poco antes de morir y convertirse también ellos en un plato de comida. Al final del breve corto, cientos de personas comen lo que han cocinado en un idílico pueblo de algún rincón de Bangladés.
Y cientos de miles, a veces millones de personas de todo el mundo, los miran.
Bienvenido a Shimulia, la autoproclamada “aldea de YouTube”, donde el Internet aún es demasiado lento como para subir vídeos. Pero la gente aquí está bien organizada.
Varias veces por mes filman sus vídeos de “foodporn” (pornografía alimentaria) con cámaras fotográficas reflex y luego, en un viaje de seis horas en ómnibus y ferry, llevan las tarjetas de memoria SD a la capital, Dacca.
Allí, el hombre detrás de esta idea con YouTube, edita los vídeos y los sube a la plataforma.
El hombre se llama Liton Ali Khan. Él mismo es originario de Shimulia, pero ahora vive como ingeniero de software en la capital. En sus dos canales de cocina “AroundMeBD” y “Village Grandpas Cooking” cuenta con cerca de 50 empleados, entre ellos hay varias mujeres que cocinan en la aldea frente a las cámaras.
A la pequeña aldea llegan continuamente nuevos animales e ingredientes. Otros empleados filman y editan los vídeos. Khan gasta en todo ello casi un millón de takas al mes, el equivalente a más de 10.000 euros o unos 10.700 dólares.
Pero parece que le reditúa, aunque Khan no quiera revelar cuánto gana con la publicidad en YouTube. En cualquier caso, ha creado toda una nueva rama de la economía en el pueblo, donde la mayoría de la gente vive de la agricultura.
Khan dice que con el dinero ha comprado casas para los habitantes más pobres, ha pagado bodas y ha distribuido mantas en invierno.
Según asegura, quiere ayudar, y la comida preparada para los vídeos se distribuye luego de forma gratuita para la gente. Y además afirma que quiere dar a conocer la cultura alimentaria tradicional de su país en todo el mundo.
Todo es gigante en los vídeos. La mayoría de las veces, los cocineros utilizan animales grandes o numerosos. Y solo muy de vez en cuando se preparan platos vegetarianos, por ejemplo un enorme pastel en forma de corazón de unos 50 kilos para el día de San Valentín.
Los vídeos son coloridos y parecen auténticos, también porque las personas no suelen mirar directamente a la cámara.
No hay comentarios fuera de cámara, pero se puede percibir la alegría de la gente ante toda la comida, y a veces también el horror de los animales moribundos. Pero para la gente del pueblo, la matanza es una parte natural de la comida y no les preocupa lo más mínimo, ni siquiera a los niños.
Liton Ali Khan dice que se le ocurrió por casualidad la idea de los vídeos gastronómicos.
Empezó hace seis años, en momentos en que cada vez más de los 170 millones de habitantes de su país tenían acceso a Internet. Primero subió vídeos cotidianos, luego vídeos de cocina de su pueblo. Cuando estos encajaron bien, empezó a cocinar para más y más gente.
También gente de otros pueblos del sur de Asia filman vídeos como los de la “aldea de YouTube”. Allí muestran sus culturas culinarias especiales y ganan dinero con ello. Los vídeos de cocina y los denominados mukbangs, en los que se ve a personas ingiriendo grandes cantidades de comida, suelen ser en general muy populares.
Khan y los habitantes de la aldea de Shimulia esperan que los dos canales de YouTube sigan creciendo y que, de paso, Shimulia se convierta en un punto de interés turístico.
Para ello, Khan está construyendo actualmente una zona de juegos para niños, un parque y una explotación ganadera. Algunos blogueros gastronómicos y de viajes del extranjero ya han estado allí y han hecho vídeos con entusiasmo.
También llegan regularmente personas del resto de Bangladesh. Si uno está en la zona, es fácil encontrar el pueblo: todos los conductores de rickshaw lo conocen, y también se puede encontrar en Google Maps como “YouTube village”.
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