Una correcta conducción permite ahorrar combustible. Esto se debe formar como un hábito. Sin embargo, hay otras costumbres con el auto que elevan el consumo de gasolina. Y eso se evidencia con hasta cuatro defectos.
El mantenimiento del automóvil aporta tanto a la seguridad vial como al medio ambiente. El mal funcionamiento de ciertos sistemas o piezas eleva de forma considerable el consumo de combustible, así como la emisión de gases contaminantes, explica el sitio especializado Car and Driver.
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La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA), explica que, en concreto, el deterioro de las bujías produce las consecuencias antes citada.
Las bujías son las encargadas de proporcionar la chispa para producir la combustión en el motor. Su mal estado no garantiza un consumo correcto, ni control de las emisiones de gases. Así como la batería, que desgastada no ofrecerá energía suficiente a las bujías y aumentará el consumo de gasolina.
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Los filtros de aire son otro componente a cuidar. Si está sucio limita la cantidad de aire que accede al motor. Así, el propulsor tendrá que esforzarse más. Según el AECA, un filtro de aire en mal estado aumenta hasta un 10% el consumo de combustible.
Finalmente, otro factor a considerar es la presión de los neumáticos. Al estar por debajo de lo recomendado por el fabricante, puede incrementar hasta un 5% el consumo, ya que aumenta la superficie de contacto con el suelo.
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En contraparte, los buenos hábitos de consumo reducen hasta un 15% las emisiones del auto y disminuye su consumo de combustible, según la Dirección General de Tráfico en España.
Una conducción correcta sugiere arrancar sin necesidad de acelerar, usar la primera velocidad al iniciar el recorrido sin necesidad de ir rápido. Anticipar el cambio de velocidad para que el motor no revolucione de más. Emplear marchas largas a bajas revoluciones el mayor tiempo posible. Mantener la velocidad lo más uniforme posible. Y usa siempre el freno de motor.
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