“El abogado del Lincoln”: Mickey Haller vuelve en una segunda temporada adictiva | RESEÑA

Un abogado apuesto, aunque desconocido (Mickey Haller/Manuel García Rulfo), se ve de la nada frente a la responsabilidad de llevar adelante un mediático caso judicial. Con alguna dosis de suerte, encanto y astucia, el letrado –divorciado en dos ocasiones y padre de una adolescente—saldría airoso, saltando casi del completo anonimato a la luz pública.

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Hasta aquí hemos descrito las características principales del protagonista de “El abogado del Lincoln”, la serie de crimen y detectives que Netflix estrenó un año atrás. Sin mayores aspiraciones, la historia creada por Ted Humphrey y David E. Kelley (teniendo como base las novelas del escritor Michael Connelly) cumplía porque mostraba a través de sus historias a personajes de carne y hueso, capaces de generarnos empatía, para bien o para mal.

Aunque nos la pasamos por diez episodios entre audiencias judiciales, salas de visita en prisiones y frías celdas, no era muy difícil comprender que cualquiera de los personajes que teníamos al frente podíamos ser nosotros. Aunque resultaba inevitable tomarle mayor aprecio al propio Mickey, un abogado de costumbres innegociables (vestir elegante, comer delivery, asistir a las presentaciones escolares de su hija, y pedirle un favor a cada uno de los clientes que salvaba de prisión) capaz de trabajar en el mismo ámbito junto a sus dos ex esposas (una como su apoyo y la otra como su rival).

A partir de esta materia prima, Netflix acaba de estrenar la segunda temporada de “El abogado del Lincoln”. Lo primero que destaca aquí es la soltura que ha tomado el mexicano Manuel García Rulfo interpretando al abogado Haller. En esta ocasión, vale aclarar, Netflix ha dividido la historia en dos partes (cinco capítulos ya estrenados) y los otros cinco que se emitirán desde agosto.

En la segunda temporada de la serie, Mickey Haller disfruta de los réditos que le ha dado ganar el mediático caso que persiguió algunos meses atrás. Su estudio “Haller y Asociados” parece ir viento en popa con un particular equipo de ayudantes. A su segunda exesposa Lorna Crane (Becki Newton) se le suma el novio de esta, Cisco (Angus Sampson) y también Izzy, la chofer y asistente legal interpretada por Jazz Raycole.

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Ya desde el inicio del capítulo 2x01 vemos (a manera de adelanto) un hecho tan impactante como intrigante: Mickey es golpeado brutalmente al interior del estacionamiento del edificio donde queda su estudio. Luego de esto, comienza la historia.

Aunque confundido todavía por los sentimientos hacia Maggie (Neve Campbell), su primera mujer, el abogado Mickey Haller parece dispuesto a empezar desde cero. Como pasó en la primera temporada, nuestro protagonista tendrá que resolver una serie de pequeños casos legales. Dos, sin embargo, trascienden algo más. En el primero soluciona rápidamente los problemas de un desconocido que le pagó por adelantado 5 mil dólares. Pero es el segundo caso ‘importante’ que da forma a esta nueva temporada de “El abogado del Lincoln”.

El abrupto fin de una cena con su primera esposa permite que Haller conozca inesperadamente a la chef y empresaria gastronómica Lisa Trammell (Lana Parrilla). Tal vez dolido porque siente que Maggie no está más a su alcance, Mickey se entrega al gusto que significa Lisa. El ‘click’ propicia una noche juntos, pero sobre todo la confianza para que la bella cocinera le cuente que tiene un problema con su vecino, un millonario constructor llamado Mitchell Bondurant que piensa tirarse abajo todo a su paso para construir y vender condominios.

La lucha altruista –nada ambiciosa en lo argumental, ciertamente—da paso a una cercanía que avanza con éxito. Mickey y Lisa hacen una pareja hermosa y la pasión salta por los poros, pero todos alrededor del abogado parecen advertirle que las cosas van muy velozmente. No obstante, es un hecho extraordinario el que detona el drama en modo cascada. De la nada, Lisa ha sido detenida y acusada por el asesinato del citado empresario constructor. Justo cuando nuestro protagonista parecía haber encontrado el amor, todo se le viene abajo.

Sería incorrecto decir que el acierto en esta segunda temporada tiene que ver únicamente con este romance entre abogado y chef/empresaria que se ve de la nada atravesado por un juicio que puede terminar con la segunda presa y el primero absolutamente desprestigiado. Es exacto decir que “El abogado del Lincoln 2″ sabe apoyarse en pequeñas mini historias que, desde la más absoluta humildad, sirven para mantenernos pegados a la pantalla por cinco episodios (que es lo que dura esta primera parte).

Lorna es la cuota de candidez, magia y ‘sexto sentido’ en los cinco episodios. Ha llevado a un perrito al estudio de Mickey, y no pone malas caras cuando debe quedarse a dormir en el mueble ante la terrible carga de casos que tiene el equipo legal que integra. Y, por si fuera poco, en algún momento la actriz que interpreta este rol se luce cuando enfrenta al exprofesor que ocasionó su retiro de la universidad. Esa confrontación demuestra – o más bien ratifica—el talento de Becki Newton.

El exmotociclista Cisco intenta dejar su vida de noches interminables, trago y mucho cigarro para empezar una nueva vida. Tiene empleo fijo como investigador y mano derecha de Mickey y, como si se le pudiera pedir algo más a la vida, está comprometido con una mujer que lo quiere con absoluta honestidad. Por eso cuando el pasado regresa para amenazar ese sueño de estabilidad, el personaje interpretado por Angus Sampson deberá hilar fino para no perderlo todo. Siempre procediendo sin lastimar a Lorna.

Bajo la línea de estos tres personajes se ubican, en este orden, Izzy (que intenta trabajar como chofer y asistente legal mientras lleva su relación amorosa en orden), Maggie (fiscal que no oculta su resentimiento ante el éxito mediático que logró su exesposo Mickey), la menor hija Hayley (Krista Warner), el detective Raymond Griggs (Ntare Guma Mbaho Mwine), la fiscal Andrea Freeman (Yaya Dacosta), y el enigmático y atrevido podcaster Henry Dahl (Matt Angel). Todos componen una parrilla de personajes que saben aportar lo justo para sostener estos primeros cinco episodios de la segunda temporada.

Porque ha sabido conservar los mejores aspectos de su temporada debut, porque ha añadido una cuota de drama y romance que nos mantiene atrapados esperando el desenlace y porque sus personajes secundarios aportan lo estrictamente necesario para apoyar a Mickey Haller en el sostenimiento del guion, “El abogado del Lincoln 2″ es una secuela que cumple las expectativas y que probablemente nos asegure otros cinco nuevos capítulos de gran factura desde agosto próximo.