“El juego del calamar” continúa causando furor. Ya para Halloween, miles de personas alrededor del mundo han planeado disfrazarse de los personajes de la ficción surcoreana más vista de Netflix. La serie, además, es motivo de divertidas parodias y memes en redes sociales como Twitter y Tik Tok. También ha crecido de manera exponencial en búsquedas en Google.
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La trama de “Squid Game” gira en torno a Gi-hun y otras 455 personas, que por diversos motivos se encuentran en una complicada situación económica. Esta gente es invitada a participar de una competencia mortal en la que se llevarán un millonario premio si consiguen ganar en diversos juegos infantiles.
¿Qué hay detrás del comportamiento de los personajes de “El juego del calamar”? ¿Es la serie un retrato de la sociedad actual? Saltar Intro de El Comercio conversó con el psiquiatra Giancarlo Biaggi y este fue su análisis.
El antihéroe y los psicópatas
- Gi-hun
El médico dijo que Gi-hun calza bien en el rol del antihéroe. Este tipo de personajes sacrifica su vida personal por dar una mano a las personas que así lo requieren en su momento (ahora entendemos por qué no se subió a ese avión. “Este personaje tiene una moralidad que lo moviliza ante el resto y que lo salva y protege de perder la vida en los juegos. Esta característica lo diferencia de los demás competidores y va siendo modelada durante el juego, como en la competencia de las canicas, en la que toma ventaja de la supuesta demencia Il Nam, pese a que le cuesta y le duele”, agregó}
Biaggi indicó que al contrario de lo que podemos pensar, la psicopatía de Gi-hun no es la que lo protege (como en el caso de personajes como My-nyeo o Deok-su), lo protege construir una serie de vínculos sociales. Tomando decisiones en base al colectivo y no de forma individual.
“Gi-hun viene de un matrimonio fracasado. Tiene una hija a la cual no puede atender como el quisiera. Tiene una adicción al juego y una madre enferma, a la cual tiene que atender, pero pese a eso le roba el dinero. Es una persona que no ha madurado emocional y socialmente. Además, vio fallecer a uno de sus amigos en una protesta. La desigualdad laboral que atenta contra la salud mental, esta persona se encuentra prácticamente en una situación de vida o muerte que la hace candidata perfecta para acudir a juegos como el que vemos a la serie”, agregó Biaggi.
El médico explicó que la necesidad de ser el héroe nace como una respuesta de lo que el personaje mismo ha dejado de hacer. En psicoanálisis a eso le llaman proyección, que es cuando una persona se ve reflejada en los demás y los ayuda; sin embargo no lo hace consigo mismo.
- El líder
Es la contraparte de Gi-hun. “Él busca perpetuar el juego como una forma de justicia social, finalmente vela porque la competencia sea limpia, que se cumplan todas las reglas. Desde su lado es un justiciero, es como una especie de banquero, que guarda el dinero de las personas y estable las reglas, hace jugar a la gente por dinero, pero si no cumples la acribilla. Ambas son personas que quieren dar oportunidades. Dentro de todo tiene moralidad y ética. Es un empleado del sistema”, aseguró Biaggi.
- Sang-woo
El personaje, interpretado por Park Hae-soo, es uno de los más complejos. Al igual que Deok-su y My-nyeo, Sang-woo es un psicópata, aseguró el psiquiata. “Él es un caso de fracaso del sistema, bajo el estereotipo del éxito. Estudioso desde pequeño, va a una universidad prestigiosa y consigue un trabajo en el que gana muy bien. Tenía tan vigente el tema del dinero, que fue más allá y se convirtió en una persona que delinque”.
Asimismo, Biaggi indicó que las características del rasgo psicopático son: la falta de remordimiento, falta de empatía, ve primero sus intereses antes que los del resto. El psicópata es sociable y seductor.
“La combinación del éxito no es solo ir a la universidad, también está la inteligencia emocional, que tiene que ser parte de la educación, que tiene que ver con reconocerse en comunidad y tener empatía con el otro para tener sensibilidad social”, dijo el psiquiatra.
¿La serie nos refleja como sociedad?
Entre 2008 y 2099, cuando Hwang Dong-hyuk, el director de “El juego del calamar”, mostraba su guion a diversas productores, este era rechazado porque les parecía que era poco realista. Sin embargo, diez años después Netflix dio luz verde a la producción señalando que esta historia es similar a la realidad. ¿La serie nos representa?
“Hay sociedades más duras que otras. Hay muchas personas que tienen tantas necesidades sociales que no han sido cubiertas, que a veces obligan al ser humano a seguir sus instintos atentando contra su bien y el de los demás. Sin embargo, hay muchas personas salen adelante sin hacer daño a los demás. La serie nos permite vernos como sociedad, que por más oscura que parezca, siempre hay personas que hacen la diferencia”, finalizó el psiquiatra.
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