1. Un carta de amor a Chincha
“Akundún” fue la culminación de una serie de investigaciones que emprendió Miki González desde los años setenta en las zonas de Chincha conocidas como El Carmen y El Guayabo, en Ica. En sus tres álbumes previos “Puedes ser tu” (1986), “Tantas veces” (1987) y sobre todo en “Nunca les creí” (1989) había deslizado parte de estas inquietudes, fusionadas con rock, como su hit Lola. Con “Akundún” fue mucho más allá: esta vez se trató de todo un disco de celebración de la cultura afroperuana, en clave de pop, en donde canciones tradicionales se mezclaban con temas propios. Fue uno de los discos más vendidos en su año, tuvo rotación en MTV y apareció en varios mercados del continente.
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2. Fue un hijo de la crisis económica y del shock.
En los ochenta, González grababa o mezclaba sus discos en Argentina, con la más alta calidad posible, en cinta magnética de dos pulgadas, el estándar de calidad en esa época. Pero “Akundún”, lanzado en 1993, fue un hijo de la crisis económica de Alan García y del shock de Alberto Fujimori. “Lo tuve que grabar en mi estudio, en una pequeña consola de 8 pistas. Mi intención era regrabarlo por completo, luego de firmar el contrato internacional con Polygram”, indica Miki. Con los músicos listos, a última hora le dijeron los del sello que no era necesario volverlo a grabar, que lo lanzaban como estaba”. Un día, en una discoteca en Estados Unidos, González escuchó Akundún y justo después Rayando el sol, de Maná y notó la diferencia notoria en sonido. Se lamentó no haberlo regrabado, como era su deseo.
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3. El motivo por el que usó la intro de El Cóndor Pasa
La canción Akundún es reconocible al instante por su arranque que reproduce las primeras 12 notas de El Cóndor Pasa, conocida composición del peruano Daniel Alomía Robles (Huánuco 1871). La melodía instrumental forma parte de una zarzuela de dos actos, compuesta por Robles, que ha conocido más de 4 mil versiones. Acaso sea la tonada peruana más popular en el mundo. El dúo norteamericano Simon & Garfunkel le puso letra y grabó una versión llamada If I Could que les valió un juicio por parte del desaparecido cineasta Armando Robles Godoy, hijo de Daniel. Miki González citó El Condor Pasa por su gran valor simbólico, por aludir automáticamente al Perú, aunque usó solo los compases exactos “para no tener que pagar derechos”. El nombre de Robles es citado en los créditos del disco.
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4. Temas tradicionales fueron recopilados y/o puestos al día
Si bien “Akundún” tiene un buen puñado de temas propios como el tema título, La pequeña y A Gozar Sabroso, entre otras, también hay canciones tradicionales que se cantaban en El Carmen en las fiestas, recopiladas por Miki. Cortando Caña son coplas que cantaba Mauricio Mendoza “Finisterre”, en ritmos de festejo, que se convierten en panalivio en la versión de Miki y los Ballumbrosio. Huanchihualito y La Esquina del Carmen “son canciones que se cantan en la fiesta de la yunza o cortamente, que se celebra en carnavales”. Panalivio es la grabación de una danza tradicional que hacían los esclavos en las celebraciones de navidad en la zona de El Carmen. En ella aparecen el maestro Amador Ballumbrosio, cantando y tocando el violín, junto a sus hijos, quienes zapatearon sobre un tabladillo de madera.
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5. ¿Qué papel jugó un licor en el despegue internacional de Akundún?
Para convencer a los ejecutivos del sello Polygram de que lo ficharan, Miki González viajó a Santiago de Chile con botellas de tutuma, un licor que se elabora en Chincha con vino y pisco. La tutuma de Don Toto, que es además el nombre de una canción del disco, hizo lo suyo durante el showcase con los productores y esa misma noche las manos se estrecharon en señal de entendimiento. Por el acuerdo con Polygram, González haría tres discos. “Era un contrato prioritario, así que a mi me trataban como estrella: me pagaban los mejores aviones y hoteles. Tenía línea directa con el jefe de la compañía”. “Akundún” fue lanzado en varios países del continente, pero el resultado fuera de nuestras fronteras no fue el esperado. Terminada la promoción, el sello liberó al artista del contrato. “Y lo mejor fue que no me pidieron devolver el anticipo”.
BONUS TRACK: Los personajes de la portada
La foto de portada fue tomada por el destacado fotógrafo Roberto Huarcaya y en ella aparecen Miki González con cuatro hermanos del clan Ballumbrosio. Ellos son Miguel y José, de unos 13 años al momento, y los mellizos César “Pudy” y Roberto, de escasos ocho años. Los dos primeros eran bailarines de Miki González y crearon la coreografía, inspirándose en Vanilla ice. Ellos tienen un papel en la película Juliana (1988). Los dos últimos eran los hijos menores de Amador Ballumbrosio, que en vida llegó a tener 15 descendientes.