Cada uno lleva la cuarentena como mejor puede. Algunos se han sumergido en el mundo de las series y películas; otros, en las redes sociales y sus virales. Hay quienes, por otro lado, han aprovechado en echar un vistazo a la pila de libros o revistas -probablemente- empolvados que tenían en casa. En tiempos donde resulta hasta necesario desconectarse por un instante de lo que nos rodea, la lectura se ha convertido en un refugio. Permite que conozcamos personajes, paisajes, pasajes de la historia, entre otros, y sin exponerse. Con ello en mente, y apoyándose en lo digital, ODILO, la plataforma educativa personalizada, llega a Perú en un momento clave.
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La idea surgió en 2011, en Cartagena, España, cuando un grupo de muchachos trabajaba en la industria de las telecomunicaciones y los comienzos de servicios en la ‘nube’. El objetivo era ayudar a las bibliotecas a que ofrezcan sus servicios mediante ese medio para que los usuarios pudieran acceder a la plataforma -desde un pc o un smartphone y a cualquier hora- para descargar gratis libros electrónicos por un periodo de tiempo. La iniciativa, claro, gustó. “Una vez consolidada su presencia en el mercado de bibliotecas, la compañía lanzó un área de soluciones de educación digital para colegios, universidades y empresas, utilizando inteligencia artificial para medir y mejorar el proceso de aprendizaje o la comprensión lectora”, cuenta Rodrigo Rodríguez, CEO de ODILO. El servicio se popularizó a nivel internacional, llegando a Estados Unidos, Australia y ahora a Latinoamérica.
La propuesta consiste en que cualquier organización pueda crear su propio ecosistema de aprendizaje ilimitado con los tres millones de títulos disponibles (eBooks, Audiobooks, Learning Paths, revistas, cursos, prensa, podcasts y vídeos) gracias a sus más de cinco mil proveedores de contenido en 40 idiomas. “Como cada organización tiene necesidades diferentes, pueden seleccionar el contenido que esté alineado con sus valores y requerimientos específicos de aprendizaje. De esta forma se intenta ser un ‘Netflix educativo’”.
Es válido afirmar que ODILO tiene un parecido a Netflix en lo que a funcionamiento se refiere. Luego de que uno se registra, aparecen algunos títulos del amplio catálogo. Si hay alguno que le interese, tiene la opción de “vista previa” para una buena ojeada. En caso quiera agregarlo a su biblioteca, debe darle a la opción “prestar”. Dependiendo de la organización a la que esté afiliado, le dan un plazo de entre 15 a 30 días. Si termina antes del periodo, puede devolverlo. Conforme vaya leyendo libros, escuchando podcast o viendo algunas revistas / charlas TED, la plataforma le recomienda títulos que podrían ser de su agrado. Así como Netflix.
A la fecha hay más de 146 millones de personas con credenciales de acceso a contenidos digitales y soluciones de aprendizaje ofrecidos por Ministerios de Educación, colegios, bibliotecas, universidades, organizaciones públicas, grandes empresas y startups que usan ODILO desde 43 países. “Sabemos que para el Perú la digitalización del país es prioridad tanto a nivel gubernamental como en el entorno de las entidades privadas. El país busca democratizar el acceso al material de aprendizaje de manera rápida y sencilla, impulsando la transformación digital. Esta visión está completamente alineada con la misión de ODILO”, agrega Rodríguez.
En el país, hay 10 instituciones [colegios privados, universidades y biblioteca pública] que ya ofrecen sus propios ecosistemas de aprendizaje a sus estudiantes, docentes y familias. “Apuntamos a un retorno de unos dos a tres años tras esta consolidación de una filial en Lima, y a que al menos un 50% de colegios y universidades creen sus propias plataformas de contenido digital con ODILO. En el sector corporativo apuntamos a trabajar con una de cada cuatro grandes empresas”. //
Para más información, visite su portal https://www.odilo.es/