La emoción de ver en vivo a tu artista favorito hace que muy pocos se pregunten, en medio de ese feliz trance, cosas más terrenales como qué tan contaminante es la industria de conciertos. El tema, no obstante, es preocupante y complejo: las giras mundiales de artistas están entre las actividades de entretenimiento más contaminantes que hay, por las emisiones de carbono que producen los aviones que movilizan. Para no hablar, además, de la energía eléctrica que se necesita para iluminar el escenario y hacer sonar poderosa a la banda de turno.
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El año 2019 fue crucial para estos temas, que algunos creen aburridos y otros de vital importancia. Fue el año en que los suecos acuñaron la palabra flygskam, que significa ‘vergüenza de volar’, y que alude al activismo que sugiere usar menos aviones o dejar de usarlos por completo. Fue el año en que vimos a la niña y activista Greta Thunberg movilizarse por tren y por barco antes que abordar un vuelo. Y fue el año en que la banda Coldplay anunció que no volverían a salir de gira, a menos que encontraran una solución al problema de la contaminación en conciertos.
La espera ha terminado. Su gira Music of The Spheres empezó el 18 de marzo en Costa Rica, país que eligieron por su encomiable uso de fuentes renovables de energía. Coldplay ha establecido 30 compromisos ambientales, entre otros, plantar un árbol por cada ticket vendido o usar confeti 100% biodegradable. El más importante de todos es el relativo al transporte. “Dentro de sus objetivos de esta gira, Coldplay apunta a reducir en un 50% sus emisiones de carbono con respecto a sus anteriores tours. Así es como han hecho un alianza global con DHL para el transporte de sus equipos, porque tenemos estrategias para aportar a esa reducción”, cuenta Karen Munayco, directora comercial de DHL.
La empresa explicó a Somos que cuentan con alternativas sostenibles, como el uso de biocombustibles en su flota de aviones propios. También tienen autos eléctricos para el transporte terrestre. Estiman que, para fines de año, vehículos con estas características estarían llegando a nuestro país para su servicio de transporte local.
Otra alianza interesante del grupo es la que han entablado con BMW para la utilización de baterías eléctricas recicladas de emisión baja, las cuales reemplazarán a los grandes generadores de diésel que se usan para la electricidad en algunos shows.
Hay que decir que la pionera indiscutible de esta tendencia de ‘conciertos verdes’ es la banda Radiohead. Paisanos de Coldplay, sus integrantes contrataron en el 2007 a la agencia de sostenibilidad Best Foot Forward para que midiera la huella de carbono de sus giras. El informe halló que en el 2006 habían producido 9.073 toneladas métricas de CO2. Así descubrieron que lo que más contamina- ba eran los viajes, no solo de la banda, sino de los mismos fans, por las emisiones de car- bono que se generan al ir en auto privado al concierto. Para su gira del 2008 se ofrecieron alternativas como beneficios a los fans que llegaban a los shows en transporte público, entre otras medidas. Aquella recordada gira la llamaron la Carbon Neutral World Tour.
En los últimos tiempos, la tendencia ecológica se ha impuesto en músicos de todos los géneros y generaciones. La más joven es Billie Eilish (20), que hace dos años anunció que en sus conciertos no habría sorbetes de plástico y que instalaría dispensadores de agua para sus fans, lo que ahorraría el uso y descarte de 35 mil botellas de plástico en cada show. Desde la década pasada, la banda Maroon 5 se mostró preocupada por reducir el nivel de desperdicios que producen sus shows, con estrategias de green touring como los dispensadores de agua, además de colocar en algunos shows carpas de concientización llamadas ‘ecovillas’, para educar a los asistentes en la reducción de su huella de carbono.
Así como estos artistas han demostrado su sensibilidad hacia el tema, hay otros que son criticados por lo contrario. El mes pasado se conoció que Taylor Swift es la estrella que más contamina (8.200 toneladas de CO2 al año) por usar su jet privado a cada rato, incluso para viajes de 30 minutos. Otros artistas como Jay Z, Kim Kardashian y Steven Spielberg integran ese curioso top 10 de la contaminación, una lista que habría sido im- posible en otras épocas, pero que, en tiempos de ‘vergüenza para volar’, resuena como en gigantescos parlantes. //
- Los agentes que más contaminan en una gira son los mismos fans. según green touring, Los traslados del público en autos privados impLican un 35% deL totaL de emisiones de carbono. Estas se reducirían mucho si se usaran alternativas como el transporte púbLico o las bicicletas.
- En la sede del evento también se produce un 34% de las emisiones y la contaminación. esto se ve, por ejemplo, en la cantidad de desperdicios que quedan al final de un típico show (ver La foto arriba).
- La huella de carbono restante de un tour se completa con los traslados de La banda (12%), merchandising (9%), alojamiento (10%) y otros.