EL QUEDADO ESPECIAL. Los que no vamos a la Copa.
Físicamente es un púber. No tiene una gota de grasa. Es más, su peso es el mismo de cuando fue bicampeón con la ‘U’ y su musculatura es aún más sólida de cuando era un flaco que madrugaba para trotar en Corongo. Alto como el profesor Jirafales, y noble como el Chapulín Colorado, Luis Guadalupe (Chincha Alta, 1976) dedica sus días al rubro que le venía por natura, herencia de María Rivadeneyra, su madre, la famosa abuela de Jefferson Farfán. Su restaurante se llama Cuto 16, la especialidad es la comida criolla y el famoso combinado que al sur de Lima se sirve con cuchara y tenedor: sopa seca con carapulcra. Es mitad museo de fútbol, mitad punto de encuentro de famosos. Un día va el Puma Carranza, al otro Juan Manuel Vargas. Un día visita Natalie Vértiz, otro día aterriza Andrés Hurtado, Chibolín.
Pero como la vida también está en el móvil, este lunes un video llegó como viral hasta el restaurante Cuto 16, donde el ex futbolista Luis Guadalupe trabajaba. Cuto se ha adaptado a estos tiempos: tiene IG. Era un clip de 40 segundos en el que Christian Cueva, André Carrillo, Gianluca Lapadula y Wilder Cartagena celebran el triunfo ante Colombia con una frase copyright Guadalupe, de otro tiempo de rebeldía, que hace rato debería ser jingle de campaña publicitaria:
La feeeee —grita Cuevita, pelando los dientes—. La feeee es lo mássss lindooo de la vidaaaaa. Allá los incrédulos...
Mueve la cámara del Instagram Live André Carrillo, que sentencia: “No querían jugar a las 4, querían jugar a las 5. Que el permiso... no que el otro... Yo tengo 40 años y quiero jugar otro partido”.
Lapadula, algo así como el abrazable osito de felpa de la selección, un delantero que nos ha conmovido a todos por su entrega, aparece: “Abrazo al tío Gua-da-lu-pe...”
A las 5 de la tarde de este lunes, casi 24 horas después del triunfazo, Cuto Guadalupe, el hombre que fue defensa, lateral derecho, delantero, seleccionado, extranjero, todo a punta de su fe, me deja un audio en el WhatsApp:
—No fui yo, hermano. Habló Dios.
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EL VIRAL AQUÍ:
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Juan Aurich 2011 fue campeón nacional esa temporada, básicamente, por su fe. El presidente tenía fe: ex titular de la FPF y hoy envuelto en un problema judicial, Edwin Oviedo convenció personalmente a Luis Guadalupe de jugar en Chiclayo. “Te necesito como líder”, le dijo. Los jugadores tenían fe: por ese instinto que algunos grandes tienen -por eso, por grandes- coincidieron en un mismo grupo Diego Penny, Ricardo Ciciliano, Luis Tejada, Renzo Sheput, Nelinho Quina, Roberto Merino, Mauricio Montes, Roberto Guisazola; buenas personas. El técnico tuvo fe: alguna vez debería contarse con detalle la charla post derrota 0-1 en la final de ida contra Alianza, allá en Chiclayo, que dio el colombiano Diego Umañaa.
Y claro, por sobre todo, la fe de Cuto.
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“Es una frase que salió desde el fondo de mi corazón —dice, también por WhatsApp—, pero si quieres que sea sincero, yo soy una persona con mucha fe. Creo en Dios. Por mi experiencia, todo lo que he logrado en la vida, siempre ha tenido conexión con él. Le pedí alguna vez ciertas cosas y él me las ha cumplido. Esa frase la dijo él. Yo soy solo un instrumento”.
—¿No la habías ensayado antes?
—Nooo, hermano. No estaba planificado nada. Yo veo el video y también me sorprendo. Fueron frases muy seguidas y muy bonitas. Eso vivíamos en aquel 2011, frente a un grande como Alianza Lima y nosotros éramos un equipo chico, el Juan Aurich, que nunca había salido campeón. Los daban a ellos como favoritos, estaban festejando en Matute antes del partido, ya tenían todo listo para su celebración. Nosotros solo teníamos una fe enorme. Cuando perdimos en Chiclayo, no hubo nadie en el hotel. Se fueron todos, se alejan en la mala. Nosotros solo confiábamos en Dios y en nosotros. La fe es lo más lindo de la vida. Qué voy a pensar que aún hoy se usa todo el tiempo.
Lucho, patente esa frase.
EL DATO:
Restaurante Cuto 16. Calle Lizardo Montero 282, Urb. Astete. La Perla, Callao.
Teléfono: 986 952 215
Abre de 12 a 5 p.m.