Xiomara CJuno creció viendo a su abuela Marcela tejer polleras y mantas arequipeñas. Su abuelo, Máximo CJuno, reciclaba materiales para preparar leña y su madre heredó la tradición de elaborar pisos decorativos para las mesas. Estos pasajes, que recuerda vívidamente, forman parte del gran rompecabezas que la ha convertido en una de las diseñadoras promesa del Perú.
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Aunque hace apenas unos meses saltó al radar de muchos en la capital (tras su participación en la Alianza de Diseñadores del Perú y vistiendo a celebridades como Isabela Merced), lo cierto es que la joven modista lleva trabajando desde el 2018 en su proyecto homónimo: CJuno, nombre que eligió en honor a su abuelo.
“Desde niña me vi involucrada en el diseño. Recuerdo que lo primero que aprendí a tejer fue ropa para mis muñecas y mis animalitos, porque era muy difícil para mi familia poder comprar esas cosas”, comparte. A partir de ahí, su camino en la confección continuó naturalmente.
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Empezó aprendiendo de artesanas y costureros de Mollendo (su ciudad natal), escuchando sus historias y sumando a preservar su legado. Lo siguiente, fue estudiar profesionalmente la materia, en el Instituto del Sur de Arequipa. “Creo que no se trata solo de sentarte y aprender sobre diseño. Para mí, es fundamental involucrarse, conocer a personas que dedican su vida al ámbito textil, escuchar a artesanos y costureras, practicar sus técnicas”, indica al respecto.
Sus piezas –que rápidamente se diferencian de las creaciones de otros diseñadores peruanos– se caracterizan por estar elaboradas a mano, con tejidos de punto artesanal y a partir de mermas recolectadas de fábricas fast fashion, dos puntos que posicionan su proyecto como ambicioso y prometedor.
Sin embargo, Xiomara CJuno tiene claro que el máximo propósito de su marca es dar vitrina a realidades crudas como la violencia sexual, el tráfico de animales y la discriminación, poniendo en agenda, una vez más, el hecho de que la moda es más que materialismo y hoy por hoy se trata de un potente medio de comunicación. “A través de las formas y texturas de cada pieza se puede comunicar. Hay historias reales e injusticias que tienen que ser contadas y desde mi lugar elijo darles exposición. Si bien la moda busca producir, no podemos dejar de lado la sensibilidad, haciendo cosas por montón, sin comunicar nada, sin una esencia”, rescata.
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Para el reconocido fotógrafo Luis Felipe Soto, quien retrató los diseños de CJuno en el artístico escenario de Eco Truly Park, el talento de Xiomara es evidente. “Lo que hace al reinterpretar muchas de las prendas tradicionales del Ande es único. A su corta edad, crea sin miedo piezas singulares que no dejan de ser hermosas”.
Por su parte, el director de arte Christian Duarte, quien fue de las primeras personas en Lima que confió en su trabajo, señala que la modista arequipeña es de esos talentos que deben ser mirados desde otro ángulo, pues retratan la moda “no como ropa comercial simplemente, sino como una experiencia que abraza la tradición y celebra quiénes somos”. De momento, Xiomara CJuno se encuentra concentrada en crear más piezas auténticas que lleguen a ojos del mundo, poniendo en alto al Perú y, sobre todo, a su familia, pieza fundamental en su éxito. //
“Xiomara pertenece a una generación de diseñadores que, en tiempos de pandemia, han reforzado su desenfreno contando historias desde lugares remotos, trabajando con sus propias manos y reinventando con pocos recursos. Sus diseños equilibran fuerza y sensibilidad, siendo fieles a su identidad y el legado de sus padres y abuelos. Es una gran promesa”