Raul Diaz Miranda (28) recuerda vívidamente que, de chico, su papá solía leerle enciclopedias del mundo animal en vez de cuentos. Pasaba tiempo en las áreas de conservación (su padre, Victor Diaz Montes, es biólogo) de especies como la pava aliblanca (ave que habita en las regiones de Piura, Lambayeque y Cajamarca, entre los 300 y 1100 m.s.n.m.) de su natal Chiclayo. Eso alimentaba su curiosidad científica: era de los que siempre preguntaba por qué. En el colegio destacaba en los cursos de biología y química. En una visita a la Feria del Hogar, el holograma de Albert Einstein en una exhibición interactiva lo marcó. “Me explicaba cosas de la física que, si lo dices de forma tradicional, probablemente un niño no entendería. Ahí nació esa necesidad de hacer la ciencia más comprensible y divertida para todos”.
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Contrario a lo que pueda imaginar, Raul optó por Administración y Marketing porque su mamá -en ese entonces- estudiaba esa carrera. Eso sí, nunca se alejó de la ciencia. “A mi papá lo seguía ayudando en sus proyectos. Yo estaba en la parte de comunicación. Están ligados [la ciencia y marketing] porque tienes que saber comunicar el beneficio de proteger las especies. La comunidad incluso puede traer ingresos con el turismo vivencial. Hay que saber comunicar todo eso”. En 2012 convocaron vía Facebook un curso sobre la familia de aves de la pava aliblanca. Fue un éxito. Decenas de universitarios y docentes asistieron a la clase en Lima. Formaron una empresa para brindar estas capacitaciones, contando incluso con especialistas extranjeros (Bolivia, Colombia, Estados Unidos). “Querían aprender sobre esta especie, sobre técnicas de bienestar animal o cómo hacer que los animales estén ‘felices’ en los zoológicos”. Le propuso a su papá hacer cursos virtuales, pero no se concretó. En 2018 dejaron en pausa el proyecto.
Una de las razones era el tiempo. Mejor dicho, la falta de este. A inicios de la pandemia, Raul tenía la necesidad de hacer algo. “Hubo una gran ola de desinformación y quería combatirla. Ahí es cuando digo: voy a crear un fanpage donde podamos hablar de ciencia en fácil”. En el camino entendió que hay otras barreras que la ciencia, irónicamente, enfrenta: plataformas de divulgación y fácil comunicación. “Si no fuera por la pandemia, dudo mucho que en las noticias se haya hablado sobre las vacunas, o de biotecnología. Si quisieras aprender de ellas, por ejemplo, tendrías que matricularte a un curso bastante especializado y caro. Van a usar tecnicismos y la información probablemente esté en inglés. Lo que quiero es que cualquier persona pueda aprender sobre ciencias”. Al proyecto se sumó Renzo Barrenechea, con más de 12 años de experiencia en el diseño y creación de productos y servicios digitales. Así nació Bioliceo (-bio, vida; y liceo), una escuela virtual para aprender en fácil ciencia.
"Vi cómo era muy difícil que mi papá consiga apoyo en sus proyectos de conversación, tanto por parte de entidades públicas como privadas. Algunas habilidades comerciales hubieran servido para poder atraer inversionistas para las investigaciones. Desde el momento que elegí estudiar marketing, decidií desarrollar habilidades que permitan que la ciencia tenga el lugar que tiene que tener”.
Los primeros docentes fueron su papá y sus colegas. Lanzaron una convocatoria y la respuesta fue más que buena: se presentaron especialistas locales, y también de México, Colombia, Argentina, incluso de Europa, Portugal, República Checa. Chequearon sus antecedentes, artículos publicados y otros rigurosos filtros para evitar ceder un importante espacio a alguien que alimente la desinformación. “Mi padre es mi apoyo académico. Me ayudó muchísimo a la hora de definir un perfil [de docente]. Hoy tenemos un equipo que hace ese filtro. Gracias a él tenemos establecimos una currícula que sea funcional para quien tome la clase”. Figuras como la StartUPC, incubadora de negocios de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, han ayudado a que desarrollen la plataforma, que puede visitar en https://legado.bioliceo.com/.
Biología, Veterinaria, Zoología, Biotecnología, Química Pura, Ingeniería Ambiental, Química Aplicada, son algunos de los cursos asincrónicos que podrá llevar. El pago va desde los 4.99 dólares y el contenido es en español.
La pandemia ha reafirmado que sin ciencia, no hay futuro. Este es el momento conectar con ese lado que, con la guía adecuada, está más cercano de lo que cree. //