Master Class: helados y lecciones de emprendimiento con sabor

La historia de su vida inicia en Junipalca, Cerro de Pasco, a 4.700 metros de altura. Allá nació ella, Hitarina Roque, hija de agricultores que no terminaron el colegio, en una casa pequeña sin agua ni luz. Su futuro parecía trazado ya en ese entorno empobrecido, pero sus padres lucharon desde su posición para regalarle la tabla salvavidas de la educación. El colegio estatal estaba a dos horas de distancia y había que madrugar, y muchas veces hubo la tentación de dejarlo todo y cuando eso pasó optaron por mandarla a Lima.

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“Me enviaron a vivir a casa de mi tía y ese solo hecho me cambió la vida. La educación te abre un mundo de oportunidades. De ahí terminé el colegio y estudié ingeniería industrial, sin saber bien qué era fue lo mejor que pude escoger porque te enseñan todo: cómputo, presupuesto, contabilidad”, dice Hitarina, a través de la ventana de ZOOM. Está emocionada porque le han dicho que será parte de Master Class, la serie de El Comercio orientada al sector de pequeños empresarios. Está feliz de poder contar su experiencia de vida y trabajo con todos ellos.

Roque fue escogida para ser una de las maestras del proyecto por su destacada participación en el programa gratuito de capacitaciones Contigo Emprendedor, del BCP, en el que se presentó con su último emprendimiento: los helados artesanales La Roble. Este no hubiera sido posible si es que la pandemia no la dejaba sin su puesto en una empresa de recursos humanos. Lejos de deprimirla, vio el hecho como una oportunidad para abrir un negocio y ser su propia jefa.

“Desde chica tuve el bichito de emprender, de tener algo que sea mío. Me daba cuenta que yo tenía un espíritu emprendedor”, dice al recordar cómo dio ese saltó inicial a abrir un negocio. Lo primero era capacitarse: se metió a un curso para aprender a hacer helados y de casi de inmediato empezó a prepararlos, primero con recursos muy básicos, porque le dieron el consejo de para emprender hay que usar lo que tenga a mano.

Le puso La Roble a su negocio por una tía suya que en ese momento de pandemia estaba en el hospital. “Me pareció una bonita forma de homenajearla porque yo a ella le diga que es fuerte como un roble. Las mujeres de mi familia son así, fuertes e independientes”. En La Roble los helados son 100% artesanales, todos hechos a mano y en ollas, con cariño, dice. Ella misma busca las mejores materias primas, las frutas. Un helado le toma unas tres horas de producción y los vende en bodegas por su casa, en La Molina.

En Master Class, Hitarina habla da consejos necesarios para destacar en la aventura de ser dueño de su destino. Muchos piensan que no tener jefe es lo mejor del mundo, pero ella sabe que una a veces debe ser más estricto que el jefe más severo si lo que se quiere es hacer que su negocio llegue al siguiente nivel. //