A pesar de contar con más de veinte años de actividad y vigencia, un público cautivo en el interior del Perú y una producción caracterizada por la variedad y constancia, el llamado cine regional sigue siendo visto por buena parte del público limeño como un fenómeno raro y, en el mejor de los casos, un afortunado accidente. Se le presta atención las contadas veces que una película producida y realizada fuera de Lima, en alguna región del país, hace el ‘crossover’ y llega a las multisalas capitalinas.
Fue el caso de la magnífica “Willaq Pirqa: El cine de mi pueblo”, que llevó a 80 mil espectadores en todo el país gracias a una campaña boca a boca increíble. La cinta se lanzó en el peor clima de todos, en medio de un golpe de Estado y compitiendo contra “Avatar 2″, y aun así consiguió mantenerse en cartelera durante catorce semanas.
“Willaq Pirqa” ha sido escogida para representarnos en los prestigiosos Premios Goya, de España, y por estos días se exhibe ya en algunas salas de la península, como parte de su campaña para optar por ese premio, pero no es la única novedad con respecto al cine regional. A inicios de mes, la película cusqueña “Kinra”, debut del cineasta Marco Patatonic, consiguió levantar el premio mayor en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Compitió contra películas de España, Argentina, Canadá, Alemania y Estados Unidos, entre otros, pero para los jueces fue “un verdadero descubrimiento”. Estos determinaron que el largometraje de Patatonic, que relata la adaptación de una familia campesina a la ciudad, poseía “una fuerte historia a través de una potente puesta en escena que permite observar la humanidad de los personajes”.
El fin de semana pasado, el cine regional marcó otro logro: la cinta puneña “Yana-Wara”, del fallecido director Óscar Catacora y de su tío, Tito Catacora, ganó el principal premio en la Novena Semana del Cine ULima, el festival que organiza la Universidad de Lima. “Yana-Wara” es la cinta póstuma del director de la también premiada “Wiñaypacha” (mejor ópera prima en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, 2017) y consiguió destacar entre trece largometrajes en competencia, por “su originalidad, aliento poético y por su capacidad para establecer un mundo onírico sin perder vigor narrativo”, a decir del jurado.
La existencia de este premiado cine peruano, muchas veces grabado en lenguas originarias como el quechua y el aimara, fue puesta en entredicho hace algunos meses con el nuevo proyecto de ley, todavía por debatir, que entre otras cosas cuestiona que ciertas cintas del país reciban ayuda estatal a través de los concursos de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (Dafo). Se ha hablado incluso de “discriminación positiva” para ellas, en detrimento, se entiende, del cine hecho en la capital.
El crítico de cine Ricardo Bedoya tiene una opinión clara al respecto. “Lo que está pasando con el cine regional y su buen momento es que ya tiene dos décadas de existencia, tiempo en el que está recibiendo apoyos de la Dafo a través de estímulos, y es muy importante que se sigan dando. No se puede hablar de ‘discriminación positiva’, porque en todas parte del mundo esos estímulos están hechos para compensar las carencias que existen en lugares donde no hay acceso a la educación y la tecnología”. Tiene sentido proteger el cine hecho en Puno, Cusco, Loreto, Ayacucho y otras cinematografías, porque en esos lugares, las dificultades de hacerlo se redoblan, opina el también docente de cine.
Esta continuidad en la producción estaría favoreciendo a que el séptimo arte producido en regiones se esté volviendo más competitivo y resuene afuera. Al cierre de edición, se anunciaba que la película huancaína “Érase una vez en los Andes”, de Rómulo Sulca, y rodada en quechua chanka, se estrenará en el Festival Internacional de Goa (India). También está por ingresar a cartelera nacional la película “Redención”, del cineasta arequipeño Miguel Barreda. De otro lado, este mes se ha estrenado en varias regiones del país la película “Islandia”, de la pucallpina Ina Mayushin, lo que confirma la robustez y el excelente momento por el que este cine está atravesando. //