El ADN es quizá el elemento esencial para la vida pero ¿también puede extraerse algo de él para que sea el elemento esencial de un monopolio multimillonario?
La Corte Suprema de Estados Unidos aborda el lunes el punto de si los genes humanos pueden ser patentados. Lo que resuelva podría modificar la investigación médica, la lucha contra enfermedades como el cáncer de pecho o de ovario y una industria médica y biotecnológica multimillonaria.
El marco intelectual que resulte de la decisión podría tener consecuencias importantes en otras patentes relacionadas con antibióticos, vacunas, hormonas, células madre y diagnósticos sobre microbios infecciosos presentes en la naturaleza, dijo Robert Cook-Deegan, director de ética genómica, leyes y política en la Universidad de Duke.
Esto podría afectar la biotecnología agrícola, la biotecnología ambiental, la tecnología verde, la utilización de organismos para producir combustibles alternativos y otras aplicaciones, dijo.
REPERCUSIÓN PROFUNDA La decisión que emitan los nueve magistrados también tendrá una repercusión profunda en las empresas estadounidenses, que han arriesgado miles de millones de dólares en inversiones y años de investigación.
La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos ha concedido durante casi 30 años patentes sobre genes humanos.
Solamente Myriad Genetics tiene invertidos 500 millones de dólares en patentes que están en disputa en el caso.
A FAVOR Y EN CONTRA Sin la capacidad de recuperar esa inversión, no habrá los grandes descubrimientos científicos necesarios para combatir todo tipo de padecimientos médicos, dijo la empresa.
Numerosas compañías e inversionistas han arriesgado miles de millones de dólares en la investigación y el desarrollo de avances científicos bajo el compromiso de una firme protección de las patentes, dijo en un comunicado Peter D. Meldrum, presidente y director general de Myriad Genetics.
Sin embargo, los oponentes afirman que permitir a empresas como Myriad patentar genes humanos o partes de genes humanos desacelerará o perjudicará las investigaciones médicas para salvar vidas, como las realizadas en el combate contra el cáncer de seno.