Telegram ha ofrecido a la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA, por sus siglas en alemán) acceso a los datos de algunos de sus usuarios presuntamente implicados en casos de abuso infantil y terrorismo.
La plataforma de mensajería instantánea se presenta a sí misma como una aplicación más segura que otras como WhatsApp y Line, tal y como explica en su sitio web. Telegram argumenta que esto es posible gracias a su uso del protocolo MTProto y a las dos capas de cifrado que protegen las comunicaciones entre el servidor y el cliente, por un lado, y de los clientes en los chats secretos, por otro.
Todo este perímetro de seguridad impide el acceso a los datos de sus usuarios por parte de terceros, incluidos Gobiernos, si bien la empresa puede entregar los datos a las autoridades si recibe una solicitud legítima y “sólo si un problema es tan grave y universal que pueda pasar el escrutinio de diferentes sistemas legales alrededor del mundo”.
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Ante esta postura, Telegram llega a afirmar en su página de ‘Preguntas y Respuestas’ que, a día de hoy, ha “entregado 0 bytes de datos de usuarios a terceros, incluyendo gobiernos”. El diario alemán Spiegel cuestiona este hermetismo de Telegram al informar de que la plataforma ha ofrecido recientemente a la BKA acceso a los datos de ciertos usuarios, según fuentes cercanas al asunto.
Estos usuarios son sospechosos de estar implicados en casos de terrorismo y abuso infantil. La entrega de sus datos es relevante para identificarlos y poder presentarlos como prueba en un juicio. Sin embargo, a la hora de investigar la posible violación de otros delitos, las autoridades alemanas reconocen que siguen sin tener facilidades por parte de la plataforma.
LAS CONVERSACIONES ENTRE AMBAS PARTES SE REMONTAN A ENERO
La árida relación entre las autoridades alemanas y la plataforma de mensajería se remonta a principios de año. A mediados de enero, la BKA acusó a Telegram de “considerables deficiencias” en la eliminación de contenidos de extrema derecha.
La BKA lamentaba en aquel entonces que la persecución de delitos penales en Telegram es muy difícil porque la compañía “no está interesada en cooperar con las autoridades policiales”.
A principios de febrero, el Ministerio Federal del Interior alemán empezó a entablar conversaciones directas con Telegram, según informa Spiegel. Concretamente, con el cofundador de la plataforma, Pável Dúrov, que reconoció la importancia del mercado alemán y acordó establecer un canal directo de cooperación con las autoridades del país.
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Desde entonces, ambas partes se han reunido en dos ocasiones más en encuentros en los que también han participado representantes del Ministerio Federal de Justicia germano.
El rotativo alemán apunta que Telegram ha creado una dirección de correo electrónico específicamente para comunicarse con la BKA. A través de esta cuenta, las autoridades denuncian los canales y grupos que creen que están vinculados con actos delictivos, que a día de hoy ya son más de un centenar.
En este sentido, la organización alemana Centro de Monitorización, Análisis y Estrategia (CeMAS, por sus siglas en alemán) no ha visto un cambio de tendencia destacado en la apertura de Telegram a las pesquisas de las autoridades gubernamentales, aunque reconocen que hay más contenidos que se bloquean o eliminan.
Este organismo monitoriza actualmente unos 3.000 canales y grupos de habla alemana relacionados con la difusión de ideología y contenidos de extrema derecha. De estos, 81 canales y 90 grupos han sido restringidos por Telegram, según el experto del centro, Josef Holnburger, en declaraciones al medio, frente a los 25 canales y grupos que se eliminaron el año pasado.
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