Un total de 40 del lote de 49 satélites de la red Starlink que SpaceX puso en órbita la pasada semana sufrieron el impacto de una tormenta geomagnética que obligó a su reingreso en la atmósfera terrestre o a iniciar ese proceso, informó la firma espacial estadounidense.
“Desafortunadamente, los satélites desplegados se vieron significativamente afectados por una tormenta geomagnética el viernes”, por lo que “hasta 40 de los satélites volverán a entrar o ya entraron en la atmósfera terrestre”, dijo SpaceX.
La salida de órbita de los satélites “presenta un riesgo de colisión cero con otros satélites” y, “por su diseño, desaparecen al volver a entrar en la atmósfera” de la Tierra, aclaró la firma el martes a través de un comunicado.
Por lo tanto, “ninguna parte de los satélites Starlink golpeará” en el suelo de la Tierra, lo que demuestra, subraya la compañía, “los grandes esfuerzos que ha hecho el equipo para garantizar que el sistema esté a la vanguardia de la mitigación de desechos en órbita”.
SpaceX envió el pasado jueves al espacio este grupo de 49 satélites de su red Starlink para que se sumaran a una “constelación” de unos 2.000 satélites de internet de banda ancha que hasta la fecha han sido fabricados por la firma privada y luego puestos en órbita.
El grupo de satélites, cada uno de ellos de más de un cuarto de tonelada de peso, viajaron dentro del carenado de un cohete Falcon 9 que despegó desde el Centro Espacial Kennedy, en la floridana Cabo Cañaveral.
Pero este fenómeno atmosférico ha impedido que 40 de esos satélites cumplan su misión en la órbita baja terrestre, a unos 210 kilómetros de nuestro planeta.
Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos, las tormentas geomagnéticas ocurren cuando los vientos solares penetran en el entorno espacial cercano a la Tierra, un fenómeno que arrastra un campo magnético de unos 1.000 millones de toneladas de plasma expulsado por el sol.
SpaceX explica que “estas tormentas hacen que la atmósfera se caliente y que aumente la densidad atmosférica en nuestras bajas altitudes de despliegue”.
El grupo que el pasado jueves fue enviado al espacio, llamado Grupo 4-7, constituye el tercer envío de la red de satélites Starlink que SpaceX efectúa en lo que va de año, tras dos misiones hechas en el mes de enero.
El programa “Starlink” tiene como objetivo poner en órbita un gran número de satélites artificiales para la creación de una red de internet de banda ancha, capaz de llegar de forma efectiva hasta zonas remotas o rurales.
La compañía explicó que mientras la mayoría de los servicios de internet por satélite provienen de satélites que orbitan a unos 35.000 kilómetros de la Tierra, el enjambre de Starlink está mucho más cerca, a unos 550 kilómetros, lo que le permite reducir el tiempo que lleva a los datos hacer el recorrido de ida y vuelta entre el usuario y el satélite.