En las últimas semanas se ha escuchado bastante sobre la posible relación entre el uso de ciertas vacunas contra el COVID-19 y la formación de coágulos en las personas vacunadas. Hoy veremos qué se sabe sobre ese fenómeno.
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La hemóstasis es el proceso vital que impide –ante un trauma que rompa un vaso sanguíneo– que la persona tenga una hemorragia fatal, e implica dos procesos fundamentales: un tapón celular de plaquetas que actúa a manera de un corcho, y un parche a manera de malla de proteínas, llamado fibrina, que sella la herida para impedir el sangrado. Los trastornos de la coagulación implican –según la causa y el mecanismo– dos procesos opuestos: o hemorragias o formación de coágulos.
Un exceso de medicamentos anticoagulantes puede ocasionar hemorragias. Estar inmovilizado por largo tiempo hace que la sangre coagule dentro de las venas, formando lo que se llama un ‘trombo’ o coágulo, que, al desprenderse, hace que algunos trozos de esos coágulos –o émbolos– viajen por la sangre, alojándose en órganos vitales.
Por ello, las enfermedades que forman coágulos sanguíneos son tromboembólicas, las que dependiendo del lugar en el que se alojan los coágulos, pueden causar complicaciones cerebrales, cardíacas o pulmonares.
La vacuna de AstraZeneca
En el caso de la vacuna de AstraZeneca, al haberse identificado algunos casos de enfermedad tromboembólica en personas vacunadas, ciertos países europeos suspendieron su uso.
Dos recientes artículos, publicados el 9 de abril en “The New England Journal of Medicine” por investigadores noruegos y alemanes, identifican la causa del problema y relacionan directamente la vacuna con el desarrollo de coágulos.
Según los investigadores, formación de coágulos en las personas vacunadas ocurre porque se estimula la producción de anticuerpos dirigidos contra la sustancia sanguínea factor plaquetario 4, lo que hace que las plaquetas se aglutinen y formen coágulos.
El problema es que, al aglutinarse, las plaquetas pueden disminuir en tal número que la persona, además de coágulos, puede presentar complicaciones de sangrado. Esto ha sido llamado por investigadores alemanes trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacuna.
“Si una persona ya recibió la vacuna de AstraZeneca o J&J hace más de tres semanas, no debe preocuparse”.
Los investigadores alemanes describen en detalle 11 de 28 casos estudiados en personas entre 22 y 49 años –de las cuales seis fallecieron– y se presentaron entre 5 y 16 días después de la inmunización con la vacuna de AstraZeneca.
En el reporte noruego, se analizan cinco casos, ocurridos siete a diez días después de la vacunación en personas entre 32 y 54 años, sin casos reportados después del 20 de marzo, fecha en que ese país suspendió la vacunación con AstraZeneca.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) informó que al 4 de abril se registraban en su base de datos 169 casos de trombosis y 53 casos de sangrado entre 34 millones de personas que recibieron la primera dosis de la vacuna AstraZeneca en Europa y el Reino Unido, lo que arroja una tasa de eventos de alrededor de cuatro a seis en un millón y una tasa de mortalidad de uno en un millón.
Con esos datos, la EMA determinó el 18 de marzo que la vacuna de AstraZeneca era segura y sugirió poner una etiqueta en el producto en la cual se advertía de la posibilidad de esa rara complicación.
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La vacuna de Johnson & Johnson
El 13 de abril, la Administración de Medicinas y Alimentos de EE.UU. (FDA) recomendó suspender su programa de vacunación con la vacuna de Johnson & Johnson (J&J) por haberse presentado algunos casos de coágulos en personas inmunizadas. Ante eso, J&J pospuso también el lanzamiento de su vacuna en Europa.
Tras suspender temporalmente el uso de la vacuna de J&J, el 23 de abril, la FDA y el CDC decidieron reanudar la vacunación en toda persona mayor de 18 años.
Lo que se supo es que, tras haberse administrado más de siete millones de dosis de la vacuna, 15 mujeres entre 18 y 48 años desarrollaron –6 a 13 días después de la vacunación– una rara condición llamada síndrome de trombosis y trombocitopenia (TTS), con tres muertes entre quienes recibieron la vacuna.
Mientras que la tasa general de eventos fue de 1,9 casos por millón de personas; en mujeres de 18 a 49 años, fue de siete casos por millón; y en mujeres mayores de 50 años, la tasa fue de 0,9 casos por millón. No se observaron casos entre los hombres.
El CDC informó que, por cada millón de dosis de esta vacuna, se podrían prevenir más de 650 hospitalizaciones y 12 muertes entre mujeres de 18 a 49 años, y se podrían prevenir más de 4.700 hospitalizaciones y casi 600 muertes entre mujeres mayores de 50.
Si una persona ya recibió las vacunas de AstraZeneca o de J&J hace más de tres semanas, no debe preocuparse por la formación de coágulos. Quienes la recibieron después de ese tiempo, deben estar atentas a dolores de cabeza o de vientre, hinchazón de piernas, falta de respiración y deben acudir inmediatamente con su médico.
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Corolario
Es muy importante estar atentos a noticias basadas en ciencia y evidencia y no dejarse llevar por falsas noticias de grupos antivacunas que aprovechan de momentos como este para hacer circular noticias falsas.
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