Louisville, Kentucky (AP). Una mujer desfigurada por tratamientos de radiación por un cáncer que nunca tuvo fue sometida a una operación reconstructiva del rostro en Kentucky con la esperanza de recuperar la vida que tenía antes de perder a su esposo, su negocio y su casa en una antigua república soviética.
Lessya Kotelevskaya pudiera estar hasta 24 horas en el salón de operaciones del Hospital de la Universidad de Louisville, dijo Tiffany Meredith, portavoz del equipo que la operará.
“Ha esperado muchos años por este día”, dijo su primo mayo Oleg Sennik, quien trajo a Kotelevskaya y a su hijo pequeño a vivir con él en Louisville el año pasado. “Solo quiere ser una persona normal”.
La operación contempla retirarle un hueso de la pierna para crear con él una nueva mandíbula, y la piel será la nueva cubierta interior de la boca. El doctor Jarrod Little, cirujano plástico de UofL Physicians, donará sui tiempo y liderará el equipo en la operación, que debe costar más de 1 millón de dólares, dijo Meredith, portavoz de UofL Physicians.
Ken Marshall, presidente del Hospital UofL, dijo que la instalación está haciendo su parte también. “Nos aseguraremos que Lessya no incurra en ningún gasto de hospital por esta operación”, dijo.
A las pocas horas de comenzar el procedimiento, Little indicó que todo avanzaba según lo previsto, según un tuit de UofL Physicians.
Kotelevskaya, que ahora tiene 30 años, pasó años en las sombras de la sociedad en Kazajistán, donde la ucraniana vivía desde niña. A los 19 años le diagnosticaron cáncer de la mandíbula después que le dieron un golpe en el rostro jugando baloncesto y se le inflamó.
El tratamiento de radiación le provocó un orificio en la mejilla derecha, lo que le dificulta hablar y comer. En esa época ella y su esposo tenían una boutique de ropa. Demoraron años en conocer que el diagnóstico era erróneo. Pero para entonces su esposo la había dejado y el negoció había fracasado.
Durante años sobrevivió limpiando un gimnasio o regando arena en la puerta de edificios para que la gente no se resbalara sobre el hielo. Trabajaba de noche para que la gente no la viera. En un momento vivió en el trastero de un lavadero de carros.
Sennik dijo que trató durante años de encontrar a Kotelevskaya, hasta que al fin la consiguió en Internet. Cuando se volvieron a encontrar ella pesaba 36 kilos, dijo Sennik, quien la llevó a Ucrania para tratarla y donde los médicos le dijeron que no tenía cáncer.
Kotelevskaya pesa ahora 56 kilos, toma batidos de proteínas y toma vitaminas para suplementar las pequeñas cantidades de alimentos sólidos que puede comer.
Desde que llegó a Kentucky, Kotelevskaya comenzó a tomar clases de inglés y ya tiene la licencia de conducción. Su hijo, que ahora tiene 7 años, se está adaptando bien, dijo él.Sennik dijo que no hubiera habido manera de que la familia pudiera pagar la operación.
“Estoy absolutamente asombrado”, dijo. “Esto probablemente sólo puede pasar en este país, donde la gente es tan amable y compasiva”.