El diccionario de la Real Academia Española define ‘embalse’ como “gran depósito que se forma artificialmente, por lo común cerrando la boca de un valle un dique o presa, y en el que se almacenan las aguas de un río o arroyo, a fin de utilizarlas en el riego de terrenos, en el abastecimiento de poblaciones, en la producción de energía eléctrica, etcétera”.
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Durante la pandemia, se ha producido un embalse de condiciones y enfermedades, y que podríamos definir como la gran acumulación de enfermedades formadas de manera artificial por el temor a los contagios y el cierre de los servicios de salud, y que se han almacenado peligrosamente, amenazando con originar una sobrecarga de enfermedades avanzadas y complicadas en el futuro cercano”. Dos estudios, uno de EE.UU. y otro peruano, grafican las consecuencias de ese embalse.
—Hipertensión arterial—
El estudio de EE.UU., publicado en “Circulation” del 6 de diciembre, informa sobre el incremento en los casos de hipertensión arterial durante la pandemia. Esto agravará el enorme embalse de casos de males crónicos originados en este tiempo.
Investigadores de la Cleveland Clinic en EE.UU. analizaron los datos de un estudio hecho del 2018 al 2020, en el que se tomó la presión arterial y el peso a cerca de medio millón de empleados y sus parejas, participantes de un programa de salud ocupacional, con una edad promedio de 45 años y de los cuales 53,5% eran mujeres. El objetivo fue conocer si se presentaban cambios en la medida de la presión arterial y el peso en el transcurso de esos tres años.
El estudio demostró que el control médico de la presión arterial disminuyó durante el 2020, tanto en hombres como en mujeres, y fue mayor en mujeres y adultos mayores, de la pandemia.
Por otro lado, los niveles de presión arterial aumentaron entre abril y diciembre del 2020, meses en que las autoridades pidieron a la gente quedarse en casa, así como otras restricciones en la vida pública.
“Es preocupante que solo la mitad de las mujeres sepa que las mamografías son muy importantes para detectar temprano el cáncer de mama”
Durante ese período de pandemia –y comparado con el período de abril a diciembre del 2019–, la presión arterial sistólica aumentó de 1,10 a 2,50 milímetros de mercurio (mm Hg), y la presión diastólica aumentó de 0,14 a 0,53 mm Hg.
En general, el aumento en la presión arterial sistólica y diastólica se produjo en hombres y mujeres, y en todos los grupos de edad, pero específicamente las mujeres tuvieron elevación de ambos números. Las personas mayores tuvieron elevada la sistólica; y los más jóvenes, la diastólica.
Y si bien es cierto que pareciera que esta elevación de la presión arterial es mínima y sin importancia, los autores recuerdan que pequeños aumentos de la presión arterial a nivel poblacional se asocian, a largo plazo, con una mayor incidencia de efectos adversos cardiovasculares.
—Cáncer de mama—
El segundo reporte es “Actitudes hacia la prevención del cáncer de mama”, de una empresa de seguros oncológicos en el Perú. En una encuesta a 513 mujeres entre 25 y 70 años de Lima metropolitana, hecha entre el 1 y el 10 de octubre de este año, se encuentra que, independientemente de la edad, la mayoría de las mujeres entrevistadas dijo que el cáncer de mama y ginecológico es la enfermedad que más temor les causa.
Es preocupante que solo la mitad de las mujeres sepa que las mamografías son muy importantes para detectar temprano el cáncer de mama. Esa falta de conocimiento se refleja en que solo el 61% entre 45 y 70 años se la haya hecho alguna vez.
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Pero lo más chocante, y que tiene que ver con el embalse, es que –desde el inicio de la pandemia– solo el 6% de mujeres entre 46 y 55 años y solo el 2,5% entre 56 y 70 años se han hecho una mamografía. En otras palabras, el embalse ha hecho que más del 94% de mujeres en mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama no haya tenido un examen de detección precoz durante la pandemia.
—Corolario—
El embalse de enfermedades –especialmente crónicas– es enorme en todo el mundo, incluido el Perú. De no tenerse planes y estrategias claras para enfrentar el problema, los sistemas de salud volverán a colapsar, no solo por los miles de pacientes con COVID-19 crónico, sino también por las enfermedades cardiovasculares y diversos tipos de cáncer que dejaron de atenderse por el embalse ocasionado por la pandemia.
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