En El Comercio continuamos con nuestra serie de entrevistas a personajes relevantes de la ciencia peruana. El extracto presentado a continuación forma parte de la nueva serie de podcast “Mentes Peruanas”, en donde buscaremos conocer lo que hay detrás de los científicos locales.
En redes sociales se la conoce como Mitocondria. Alejandra Ruiz León es uno de los nuevos rostros de la comunicación de la ciencia peruana. Aunque está en EE.UU. haciendo su doctorado, sigue muy de cerca y comunica sobre la pandemia en el Perú. Dedica mucho tiempo de su jornada a responder las dudas sobre temas de ciencia que su creciente audiencia le deja a diario. Conversa con El Comercio sobre la importancia de dar respuestas a la gente, sobre todo en un momento en el que la incertidumbre no para de crecer.
— ¿Considera que la ciencia peruana respondió bien a la emergencia sanitaria?
La pandemia ha evidenciado que hay muchas brechas, muchas fallas, muchos espacios donde no teníamos los suficientes recursos, en los que la ciencia peruana y donde las instituciones peruanas, tanto de investigación como de salud, no han llegado. Pero, salvo algunas excepciones, ningún país del mundo ha llegado a cubrir todos los aspectos. Obviamente, hay aspectos de mejora, hay aspectos a los que no hemos llegado, pero en algunas partes incluso hemos podido aprovechar los pocos recursos que teníamos de forma adecuada. Eso puede ser difícil de percibir, porque tenemos un número altísimo de casos y de muertes. Creo que el escenario pudo haber sido mucho peor. Nuestra realidad ha sido bastante complicada, pero sí se tomaron algunas decisiones a tiempo.
— ¿Cómo ha visto la comunicación de la ciencia durante la pandemia en el Perú?
Lamentablemente, en nuestro país hay pocos profesionales en la comunicación de la ciencia. Hay muchos profesionales en el área de la comunicación, siempre celebramos los premios a los comerciales más creativos, por ejemplo, pero en el Perú la comunicación no siempre trata de educar. Muchos de nuestros comerciales nos ayudan a entender algunos mensajes, como las recientes campañas de comunicación del Gobierno –que incluso a algunas personas no les gustó–, estos recurrían al miedo o al sentimiento, al corazón, pero no hubo espacio para la educación. Por ahí algún mensaje te decía que tenías que lavarte las manos, pero no te explicaban por qué. Creo que la comunicación que se ha hecho ha sido de mensaje, pero no científica. Al final, se cuentan solo los fracasos o los logros, pero se dejan de lado los procesos de la ciencia. Muchos seguimos con la misma información con la que empezamos la pandemia.
“Te decían que te laves las manos, pero no explicaban por qué. No se ha hecho comunicación científica”.
— Su presencia en redes sociales iba en aumento, pero con la pandemia se disparó. ¿Qué ofrece a diferencia de otros medios?
Creo que lo que más agradece la gente es que respondo sus preguntas. Como uso más Instagram, respondo todas las preguntas que me llegan por mensajes directos. A veces es la misma pregunta que me llega muchas veces o que ya respondí, pero la gente busca información. Aunque yo no doy consejos médicos –primero, porque no lo soy y, segundo, porque aunque lo fuera no es la manera–, sí les brindo datos o información que reafirme o clarifique lo que esa persona ya sabe. Es complicado cuando acudes a los medios y si te queda una duda no puedes. Lo que ha hecho la pandemia para muchos es generar incertidumbre.
— ¿Por qué, pese a casi 10 meses de pandemia y con un público ávido de información sobre ciencia, no se han creado nuevos espacios para tocar estos temas?
En los medios tradicionales no se han abierto espacios, ni mucho menos se han contratado periodistas especializados. Pero en otros medios, como los digitales, sí: hay podcast, newsletters, webs. Creo que esto se da porque los medios tradicionales usan la información científica de otros lugares y lo que estamos viendo es que, muchas veces, no se hacen responsables de lo que publican. Hemos visto cómo se publican noticias falsas en medios grandes, con titulares exagerados o lejos de la noticia real, o incluso lejos del contenido que están publicando. Esta nueva necesidad de información la suplen con los servicios de agencias de noticias, en otros idiomas, incluso con traducciones pésimas. Esta nueva necesidad la han parchado de la forma menos adecuada, que es generar contenido nuevo, pero que no se puede aterrizar al Perú. Por ejemplo, los artículos que hablan sobre medios de transporte en pandemia: ¿se debe usar el metro o no? Y en Lima los medios de transporte son muy distintos. No solo es necesario publicar la información, sino acomodarla a nuestro contexto.
“Hay más gente interesada en estos temas y la pandemia ha abierto otros espacios de conversación”.
— ¿Cómo hacer para que el interés por la ciencia entre en la agenda política?
La ciencia es un tema que estará en la cédula de votación de las próximas elecciones claramente. Por mi parte, haré todo lo que esté a mi alcance, sobre todo en informar que son temas importantes al decidir nuestro voto: pandemia, cambio climático, sistemas de salud, etc. Es posible que disminuya el interés por la ciencia mientras nos vayamos acostumbrando a la pandemia, pero la ciencia está en tantas cosas que nos rodean que todavía se puede generar interés y se puede lograr explicando lo cotidiano. Lo bueno es que hay espacio para que más gente se interese en estos temas y que la pandemia ha abierto otros espacios de conversación.
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