No hay una fórmula mágica para vencer el insomnio, al contrario, preocuparse más por eso puede convertirse en un mal hábito que se retroalimenta.
Si no duermes, es tentador mirar la televisión, chequear el teléfono, consumir demasiado alcohol. Todas estas conductas, dicen los expertos, tienen que cambiar.
En su lugar, necesitas mucho ejercicio, evitar la cafeína después del mediodía, evitar las cenas cuantiosas y mantener bajo el consumo de alcohol.
La buena “higiene de sueño” incluye observar horarios regulares para irse a la cama y utilizar la habitación sólo para dormir y tener relaciones sexuales, no para trabajar, enviar correos electrónicos, llamar por teléfono, ver televisión o cualquier otra actividad estimulante o estresante. De esta manera el cuerpo aprende a asociar ese espacio con el sueño.
Y si te levantas en mitad de la noche, no te pongas a buscar ninguno de tus aparatos ni tampoco un libro. Un truco simple que funciona para algunas personas es sentarse en la oscuridad en el borde de la cama. Pronto te aburrirás y te dará sueño.