¿Qué tanto pueden perder los equipos de la liga nacional de fútbol americano (NFL) por las lesiones de sus jugadores? De acuerdo con un estudio realizado esta semana por The Associated Press, los equipos de la NFL desembolsaron más de US$500 millones en jugadores que eran titulares en la primera semana y que se ausentaron de partidos por lesiones a lo largo de la campaña, así como en otros que terminaron el año en la reserva de lesionados. Teniendo cerca la final del Super Bowl 2020, repasamos lo que se está haciendo al respecto.
La investigación señala que los deportistas que se quedaron al margen de los partidos, en una liga donde se privilegia cada vez más la velocidad, fueron precisamente los más rápidos en el terreno: los receptores.
Pese a esto –y aunque los jugadores sufren otro tipo de lesiones–, la atención principal sigue estando en las conmociones cerebrales que suelen tener los quarterbacks (o mariscales de campo). La NFL sigue reformando las reglas y rastreando datos sobre los jugadores, a fin de mantenerlos saludables por más tiempo.
Pero las conmociones cerebrales ascendieron a 145 en el 2019, 10 más que en el 2018. Por ello cada año se trata de mejorar no solo la tecnología de los artilugios de protección que utilizan estos atletas, sino buscar otras soluciones que permitan generar datos y así minimizar en lo posible las lesiones.
►Super Bowl 2020: ¿Cuánto cuesta un anuncio en la final de la NFL?
►Super Bowl LIV: ¿Cuál es favorito de las casas de apuestas para llevarse el trofeo de la NFL?
Ajustando las reglas
Luego de varios años haciendo pruebas sobre seguridad en vehículos, desde hace más de una década la empresa Biocore (fundada en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Virginia) se asoció con el Centro de Biomecánica Aplicada de la universidad para mejorar la seguridad del fútbol.
Para ello, realizan pruebas de equipos y experimentos con muñecos, simuladores de impacto en la cabeza, sensores de protección bucal, entre otros. Muchos de los resultados de estas investigaciones se han convertido en fundamentos para que la NFL modifique las reglas del juego y así mejorar la seguridad.
Según reporta el diario universitario “The Cavalier Daily”, primero se centraron en las lesiones de las extremidades inferiores. Biocore y el Centro de Biomecánica Aplicada evaluaron los tacos de los zapatos, y hallaron su capacidad de endurecerse en ciertos ángulos para proteger al pie de lesiones. Esto trajo como consecuencia proyectos de mayor acolchado corporal, como rodilleras y hombreras.
Se centraron a continuación en las conmociones cerebrales. Usando imágenes de las transmisiones oficiales, analizaron cada escenario donde se presentó una conmoción cerebral entre el 2015 y el 2018. Entonces, crearon un sensor que se ajusta en el protector bucal de los jugadores, que permita saber su posición exacta en el campo y los movimientos de sus cabezas al momento de un impacto.
Esos sensores fueron probados por cuatro equipos de la NFL y se espera que con la información recopilada se puedan diseñar y fabricar cascos específicos para cada posición dentro del campo.
La investigación en este caso también ha traído como consecuencia un cambio en las reglas. Como durante las patadas iniciales se presenta el mayor número de incidentes de conmoción cerebral, el equipo que patea ya no puede comenzar a correr y los jugadores ya no pueden bajar la cabeza para iniciar el contacto.
Esta investigación ha originado la prohibición de 10 tipos específicos de cascos. Del mismo modo, llevó a la creación de un sistema de clasificación que permite a los jugadores elegir el mejor casco para su protección.
Más información
- La NFL promueve la iniciativa Juega Seguro. Financiarán con US$60 millones el proyecto Engineering Roadmap, a cinco años.
- Varios estudios vinculan la práctica de este deporte de niño con la aparición de depresión en la adultez.