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El hombre, por naturaleza, tiene un impulso para recordar cosas, y hacerlo de manera eficiente. Para ello utiliza herramientas como la lista de la compra, álbumes de fotos, notas en los teléfonos inteligentes e incluso garabatos en post-it.
Durante la última década, los videojuegos de entrenamiento cerebral se han convertido en la nueva forma de enfocar las habilidades de memoria.
A menudo son promocionados como una manera efectiva de combatir los efectos del envejecimiento cerebral. Pero, actualmente muchos investigadores cuestionan la eficacia del entrenamiento cognitivo basado en aplicaciones móviles y tecnológicas.
En octubre, el Centro de la Universidad de Stanford para la longevidad y el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín pidieron a un grupo de más de 70 neurocientíficos, psicólogos cognitivos y académicos que compartieran sus puntos de vista sobre estos juegos.
“Hay poca evidencia de que los juegos cerebrales mejoran las capacidades cognitivas generales subyacentes, o que ayude a las personas a manejarse mejor en el complejo mundo de la vida cotidiana”, escribió el grupo en un informe.
REGULACIÓN
Los videojuegos de entrenamiento mental han sido un punto de debate desde su lanzamiento, pero, lo que es notable acerca de este último informe es su alcance, al ofrecer información recopilada en el transcurso de un año a partir de expertos basadas en 40 instituciones de seis países diferentes.
El informe cuestiona las reclamaciones hechas por los fabricantes de los juegos y las taña de “perniciosas, exageradas, engañosas y difíciles de alcanzar”.
Según el documento, una cosa es hacer publicidad de un producto, pero otra cosa muy distinta es decir a la gente que lo debe de comprar porque lo dice la ciencia.
“Muchos científicos se estremecen ante los anuncios exuberantes que reclaman mejoras en la velocidad y la eficiencia de los procesos cognitivos y mejoras notables en la inteligencia'”, dice.
Se prevé que el entrenamiento del cerebro se convierta en una industria de US$3 mil millones para el año 2015.
Su alcance demográfico es enorme, desde los niños con retraso en la escuela a las personas mayores que les encantaría ser capaces de recordar las cosas de manera más eficiente, y cuando un determinado producto se anuncia como educativo y a la vez respaldado por la ciencia, puede ser difícil de resistir.
El informe pretende servir de advertencia para el público para que se muestre más cauteloso con estos productos.
Los 73 investigadores señalaron que sería beneficioso implementar normas establecidas por la Asociación Americana de Psicología o una organización similar.
EFECTO LIMITADO
En 2013, dos investigadores de la Universidad de Oslo y la Universidad de Londres realizaron un análisis de 23 estudios diferentes de entrenamiento cerebral.
Lo que vieron fue lo que cada escéptico ha parecido notar. “Los programas de entrenamiento de la memoria parecen producir efectos específicos a corto plazo que no se generalizan”, escribieron.
Es decir, que las personas mejoraron en los juegos que estaban jugando, pero no mucho más.
Los juegos mentales muestran cómo podemos entrenar el cerebro para mejorar en una tarea con la práctica repetida. La pregunta es si jugar en un smartphone durante 15 minutos cada día nos puede ayudar en otros aspectos de nuestras vidas.
En opinión de los investigadores lo que ayuda a formar a un cerebro sano son las cosas que han sido probadas durante años.
El ejercicio físico ayuda a que fluya más sangre en el cerebro, lo que permite más conexiones neuronales.
Se sabe que tanto el ejercicio físico, como la formación convencional en las habilidades de lectura y lenguaje, son beneficiosos para los niños con dificultades.
“La salud cognitiva en la vejez refleja los efectos a largo plazo de estilos de vida saludables”, concluye la carta.