Así se verían la mujer y el hombre perfecto según la IA

Recientemente, se ha llevado a cabo un proyecto que utiliza inteligencia artificial y generadores de imágenes para explorar el concepto de belleza ideal en hombres y mujeres. Mediante herramientas como DALL-E 2, Stable Diffusion y Midjourney, se revela una interpretación de la apariencia “perfecta” humana, que se caracteriza por tonos de piel bronceados, rasgos casi caricaturescos, labios voluminosos, una tez impecable sin arrugas ni poros, y narices perfectas.

El proceso de generación de imágenes implica buscar en Internet fotografías existentes y diseñar nuevas imágenes basadas en esos resultados. Aunque no está claro cómo se obtuvieron los resultados precisos, se cree que se tienen en cuenta las interacciones en redes sociales, como los “me gusta” y los comentarios, así como las búsquedas en línea.

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La investigación reveló que aproximadamente el 40% de las imágenes que representaban mujeres “perfectas” eran rubias, mientras que el 30% tenía ojos marrones, y más de la mitad tenía una piel bronceada. En el caso de los hombres “perfectos”, alrededor del 70% tenía cabello castaño y el 23% tenía ojos marrones.

Sin embargo, estos resultados generados por la inteligencia artificial plantean preocupaciones significativas. En primer lugar, se observa un sesgo hacia las personas de raza blanca, con escasos ejemplos de personas negras, lo que indica que estos estándares de belleza no incluyen la diversidad racial. Además, las imágenes generadas parecen haber sido retocadas excesivamente con Photoshop, mostrando una piel bronceada de forma exagerada y características casi de dibujos animados. Estos estándares corporales poco realistas y la sexualización excesiva en las representaciones generadas por la inteligencia artificial son motivo de inquietud.

James Campigotto, periodista de datos involucrado en el estudio, explicó que el objetivo de este proyecto es explorar los sesgos y los peligros de la inteligencia artificial y el poder de las redes sociales, una preocupación creciente, especialmente entre los jóvenes. En la era de los filtros de Instagram y Snapchat, queda claro que resulta irrazonable intentar alcanzar los estándares físicos establecidos por las redes sociales. Por lo tanto, es más saludable, tanto mental como físicamente, mantener expectativas realistas en cuanto a la imagen corporal.