Científicos de la Universidad de Cornell han desarrollado un algoritmo capaz de detectar y bloquear en tiempo real a los trolls del mundo virtual con una efectividad del 80% lo que constituye un avance por mejorar la interacción social en internet, aseguran sus creadores.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Se conoce como trolls a quienes deliberadamente incurren en conductas antisociales al utlizar internet para enviar mensajes ofensivos o ajenos al tema del que trata una publicación en particular.
La mayoría, según estudiosos de las redes sociales, no tienen mayor objetivo que producir molestias; sin embargo, en algunos casos los trolls pueden perturbar la tranquilidad de las personas y hacerlas sentir realmente incómodas.
El estudio se desarrolló durante 18 meses, tiempo en el cual los investigadores de la Universidad de Cornell se sumergieron en algunas de las comunidades más “pobladas” por trolls en Internet (IGN.com, CNN.com y Breitbart.com), para construir su algoritmo.
Gracias a los datos de la investigación fue posible determinar que aquellas comunidades más intolerantes con los trolls son también las más propensas a generar esta clase de usuarios.
Así, las comunidades pueden desempeñar un papel en la incubación de la conducta antisocial. De hecho, en la investigación se afirma los usuarios que son excesivamente censurados en su actividad tienen más probabilidades de mostrar un comportamiento antisocial en el futuro.
Además, las comunidades parecen inicialmente permisivas y son relativamente lentas para bloquear a usuarios antisociales, pero también se vuelven menos tolerantes a los mismos mientras más tiempo permanecen en dicha comunidad.
Parte del proyecto estuvo financiado por Google y Disqus, los mismos que aportaron datos importantes sobre los hábitos de conducta entre usuarios permanentemente bloqueados en foros de discusión y los que recientemente fueron sometidos.
¿El resultado? Encontraron algunos paralelismos en sus ritmos de respuesta y diversidad de participación.
Aunque recalcan que un troll de IGN es distinto del de CNN, algunos patrones se mantienen relativamente constantes, lo que permitió desarrollar este algoritmo, que al aplicarse a través de los foros de estos sitios y cotejarlos con las políticas de bloqueo permtió tener un acierto en la clasificación de trolls en el 80% de los casos.
Fuente: unocero.com