Estrenada el pasado 6 de mayo, “Pituca sin lucas”, la adaptación peruana de la teleserie chilena de 2015 no deja de dar qué hablar y de eso es testigo la plataforma “X” (antes conocida como Twitter), donde cada noche es uno de los temas más comentados del Perú.
Protagonizada por Emilia Drago, Jorge Aravena, Francisca Aronsson, Martha Figueroa, Kukuli Morante, entre otros actores peruanos, “Pituca sin Lucas”, narra la vida de dos familias de dos clases sociales diferentes unidos por el destino y el inevitable amor. Una historia que, por como viene comportándose en redes sociales, está gustando mucho al público peruano.
En rodaje
A un mes y medio de su salida al aire, El Comercio tuvo la oportunidad de visitar el rodaje de la teleserie peruana, que tiene como punto de trabajo dos extremos limeños como lo son Chorrillos y La Punta.
La jornada es intensa, los actores graban de lunes a sábado de 8am hasta pasadas las 6pm y aunque los capítulos al aire se distancian mucho todavía de los que están en sala de edición, el ritmo de grabación no se detiene y así hasta setiembre, el mes previsto para dar por finalizada la historia de Los Gallardo y Los Rizo-Patrón.
Una vez en las instalaciones de Chorrillos, vemos a Kukuli Morante y Emilio Drago, una de las primeras actrices en llegar. Mientras la popular ‘Conchita’ va al vestuario, aprovechamos en conversar con la protagonista de esta historia al ritmo del laciado y peinado que la convertirán en poco en la querida ‘Techi’.
‘Techi’ contenta con el cariño de la gente
Reconocida por ser parte de varias producciones peruanas, “Pituca sin lucas” es el primer protagónico televisivo de Emilia, una responsabilidad que sabe llevar bien y agradece por el cariño del público.
“No salgo mucho pero cuando hemos grabado en exteriores, mucha gente se acerca y te llama por el nombre del personaje y eso es chévere”, nos dice Emilia, mientras comenta con el peinador, cómo darle solución al volumen de su cabello.
La actriz peruana destaca, además, la buena onda que se vive en cada grabación y resalta el público joven que se ha pegado a la historia así como la oportunidad de trabajo que significa para muchos actores el que se hagan más producciones peruanas.
“Hay un público grande de jóvenes que no sigue la novela como tradicionalmente se hacía y lo hace por alguna plataforma y eso está bueno. Igual, creo que esta es una gran oportunidad para un grupo de actores grande que no podía mostrarse y ahora lo hace”.
Jorge Aravena llega puntual para su escena con ‘Conchita’
8:30 a.m. Jorge Aravena hace su entrada al camerino. Para el actor, vestirse es cuestión de segundos: un traje por acá, algo de maquillaje y listo, se pone en la piel de Manuel Gallardo. “Hoy toca grabar una escena importante con ‘Conchita’ pero tenemos prohibido revelar cuál es”, nos dice el actor peruano-venezolano mientras corre rápidamente al set de grabación.
Los minutos pasan y Kukuli está lista para irse a grabar, sin embargo, antes se da el tiempo de hablarnos algo de su personaje. “Estoy muy contenta con el cariño de la gente hacia Conchita”, nos llega a decir, mientras un miembro del equipo de producción la apura y se la lleva a escena”, “¡Gracias, muchas gracias!, nos dice la actriz con una amplia sonrisa.
Con la escena de Kukuli lista, es momento de la escena entre ‘Techi’ y ‘Coco’. Se ensaya una, dos veces y todo parece quedar listo para grabar, sin embargo, la mascarilla facial de Martha Figueroa cae antes de tiempo pero la actriz se acomoda rápidamente antes de que digan ‘acción’ . “Ahora es buen momento para la foto”, me avisa entre risas.
Y es precisamente de ‘Coco’, uno de los personajes más queridos de la ficción peruana, de quien Martha se da tiempo de hablarnos un ratito mientras los directores revisan lo grabado..
“Con una carrera sobre todo dramática, con personajes fuertes, villanas, de repente entrar en la comedia me está enriqueciendo como actriz. Estoy aprendiendo cada día con el aporte también de los directores y por supuesto, del intercambio de mis compañeros (surgen cosas muy graciosas en los ensayos) y eso, nos divertimos mucho. Coco me está enseñando a hacer comedia manteniendo siempre un nivel. Sobre todo porque es un personaje particularmente histriónico. Estoy muy contenta de hacerlo y que el público lo haya recibido tan bien a este personaje a pesar de las cosas terribles que dice. Es una experiencia muy renovadora para mí”.
Con la escena entre madre e hija resuelta, nos vamos al baño con ‘Belén’ (Francisca Aronsson) y “Gracia’ (Priscila Espinoza). Las hermanas tienen una charla muy importante y es la directora de la Unidad 2, la chilena Bárbara Della Schiava, quien brevemente nos habló de su vínculo con esta historia de ficción.
“En 2014, yo estuve a punto de ser parte del equipo chileno de “Pituca sin lucas” pero me arrepentí porque era muy chica y me dio miedo la inexperiencia. Y por cosas de la vida, mi jefa me propuso el proyecto en enero y le dije que sí. Es loco, porque yo pude haber estado en esta teleserie como asistente pero todo pasa por algo”.
En Lima desde febrero pasado, Barbie, como le dicen sus amigos más cercanos, dice estar más acostumbrada ahora a la humedad de Lima que al principio. “Eso me costó muchísimo ya que es muy diferente a Santiago que súper seco”. En cuanto a su trabajo como asistente de dirección, lo describe como divertido aunque a veces es difícil que me entiendan ya que hablo muy rápido, jaja!”
“Es loco porque vivimos muy cerca pero tenemos tantas palabras distintas para nombrar otras cosas ¡Cachay!. En Chile, por ejemplo, decimos mucho ‘Cabro chico’ (niño) o ‘regalona’ (engreída) pero me dijeron que acá no, entonces he tenido que adaptar mi lenguaje a la vida... pero en términos generales puedo decir que todo muy bien y a “velocidad de crucero ya que el barco ya partió, como dice el dicho”.
De exteriores en La Punta
Una semana después volvimos al rodaje de “Pituca sin lucas”. Esta vez tocaba grabar en exteriores y la cita era en La Punta. Acá es donde se graban todas las escenas de la fachada de Los Gallardo y Los Rizo-Patrón. Según nos contó Chela Izaguirre, la asistenta de dirección de la Unidad 1, fue difícil encontrar dos casas gemelas con dos balcones “buscamos en Jesús María, en Pueblo Libre pero nada, por suerte encontramos lo que necesitábamos en La Punta”.
Este día, había que grabar tres escenas: una entre Jorge, Emilia y Conchita, otra entre la pareja protagónica desde el ya clásico balcón y la última con Diego Villarán (Franco) y Gustavo Mayer (José Antonio).
La fiesta se arma en el camerino
Más que la escena en sí, la cual se graba rápidamente tras un par de ensayos, lo que toma mucho tiempo es la preparación de los actores en el camerino.
Ya sea por el peinado de las actrices o el retoque del maquillaje, acá es donde parte del elenco se pasa un buen rato del día y para hacer amena la espera, la música no puede faltar. Hits ochenteros y noventeros marcan el ritmo de la tarde y Kukuli es la que hasta sentada baila “Tu Pum Pum” de Lisa M, Gustavo Mayer tararea “Las Torres” de los Nosequien y los Nosecuantos y junto a Emilia y Jorge se anima a bailar “El Tiburón” de Proyecto Uno.
Ya un poco más en calma, mientras Emilia y Jorge graban su escena en el balcón, Gustavo nos cuenta sobre su rotura de menisco y lo cuidadoso que tiene que ser al grabar ya que debe mover la pierna derecha lo menos posible.
“Necesito operarme lo antes posible pero no puedo dejar de grabar. Para evitar cualquier problema, debo usar una rodillera pero como es tan grande debo quitármela porque no cabe dentro de los pantalones de mi personaje”.
Sea el problema que sea, el actor mantiene todo el tiempo muy buena camaradería con sus compañeros y bromea con Kukuli sobre los invitados que no estarán en su cumpleaños, ella por ejemplo.
Emilia, la fisioterapeuta
Con Emilia y Jorge de vuelta en el camerino, la buena camaradería continúa pero antes no cae mal un buen masaje descontracturante. Y es la mismísima ‘Techi’ la que, a pedido de ‘Manuel’, se encarga de arreglarle la espalda con unas cuantas pisadas.
Una vez solucionado el problema, Jorge está puesto y dispuesto a seguir ensayando y bailando al ritmo de “Tiburón” de Proyecto Uno mientras sus compañeros de reparto lo aclaman.
Ya solo falta una escena y es ahí donde aprovechamos en conversar brevemente con Diego Villarán (Franco) sobre la que es su primera telenovela importante, ya que antes había participado en algún par de proyectos pero como extra y esta sí que es su gran oportunidad.
Al igual que muchos de sus compañeros de reparto, el actor de 23 años dice sentirse agradecido por la respuesta del público tanto en redes como en la calle. “A la gente le está gustando mucho. Hay amigos, amigas, familiares que me dicen que no veían novelas y que ‘Pituca sin lucas’ los ha hecho volver a ellas y eso me encanta, que la ficción en el Perú se esté abriendo paso y esté entrando a más hogares. Y ahora que está en YouTube, a más celulares, a más computadoras. Me parece genial que gente joven como yo esté viendo televisión, pensé que eso ya se estaba perdiendo...”
Diego destaca, además, el feedback constante que recibe de sus compañeros más experimentados. “Nunca voy a olvidar lo que me dijo Jorge Aravena cuando grabamos una de nuestras primeras escenas: ‘Diego, quería decirte gracias por la escena que hemos grabado ahora, eres muy bueno, comunicas mucha verdad solamente con tus ojos’ y yo dije: ¡Wow! porque eso me da una oportunidad para saber qué cosas estoy haciendo bien y qué otras, de la mano del director, puedo cambiar y yo como Diego actor puedo implementar en adelante”.
De vuelta a Chorrillos
Es otro día y nuevamente las instalaciones de Chorrillos son el punto de encuentro entre los actores de “Pituca sin lucas”. Son casi las 4pm y todos como hormiguitas no dejan de moverse de un lado a otro, pues aún quedan muchas escenas por grabar.
“Casa Techi”, me dice un miembro de la producción y nos dirigimos rápidamente hacia allá. Una vez en el lugar, Fran y Diego ensayan su escena un par de veces en medio de bromas e indicaciones de Chela y Gerardo.
Tras unos minutos de repasos de texto, Chela pone orden en la sala y grita: ¡Silencio, se graba! y la escena se logra a la primera toma. Ya más relajados, Fran hace un gesto liberador frente a nuestro lente y se prepara para su próxima escena con su “hermana” Priscila Espinoza.
Es justo en ese momento de pausa cuando aprovechamos en preguntarle por su papel de Belén y su regreso a las telenovelas peruanas.
“Para mí ha sido súper especial volver a trabajar en Perú después de cuatro años en los que no paré desde que inicié mi carrera actoral a los 8 años, más que todo porque tenía mucha emoción por ver cómo había mejorado o qué había pasado con el mercado peruano. De todas maneras yo esperaba desde Perú un proyecto que sea interesante y llegó la oportunidad de “Pituca sin lucas” y obviamente no lo dudé. Son muchos nervios pero también ganas de traer lo aprendido durante este tiempo en proyectos en Chile, España, México”, nos dice segundos antes de entrar a vestuario a buscar la pijama que necesita para su próxima escena.
Ya en ensayos junto al director general Gerardo Herrera, Fran recibe unos retoques en el cabello y es ahí cuando nos dice que durante el rodaje, cada día, hay una charla interesante con el director, actor o miembro de la producción.
“A mí eso me nutre mucho como actriz y como persona. Yo creo que todos son especiales a su manera, por ejemplo, con Gerardo he podido conversar sobre sus inicios y cómo se dio cuenta de que quería ser director. Lo que luchó para llegar a donde está. Lo mismo con Bárbara, la asistenta de dirección; con ella he podido conversar sobre temas muy interesantes relacionados a la migración y cómo uno lucha para conseguir oportunidades en otros países. Y ni qué decir de Roberto Moll y Martha Figueroa, actores de primera que también me han dado muy buenos consejos”.
Al ritmo del ¡Se graba! de Chela, nuevamente nos ponemos en silencio para la escena entre Fran, Priscila y Narelle Casabonne (Piedad).
Minutos después de grabar la escena, toca grabar otro plano y es cuando aprovechamos la pausa, para conversar con Priscila Espinoza de María Gracia Rizo Patrón, su personaje en la ficción de Latina.
“Gracia me viene enseñando que nada es tan grave, que los cambios no deben tomarse con tanta intensidad porque siempre hay una solución. Como dice esta frase: ‘si el problema tiene solución de qué te preocupas y si no lo tiene, de qué te preocupas’. Entonces, ella, a través de su intensidad y dramatismo para hacer las cosas sin verlo en plano general me ha enseñado justamente eso, que si en algún momento de mi vida yo comienzo a experimentar ciertos cambios bruscos, tratar de tomarlo todo con mucha calma y siempre con la honestidad por delante”.
¡Grabando! grita nuevamente Chela y todos en sus puestos graban la escena en una toma. Con eso resuelto nos vamos nuevamente a camerino a peinar a las actrices para su última escena.
Tras unas bromas entre compañeras de trabajo, Priscila sigue conversando con nosotros y nos habla precisamente de eso, del humor como punto en común con todo un elenco de distintas generaciones.
“Nos estamos riendo muchísimo. Me encanta que sea un equipo con mucha correa y que esas bromas que nos podamos decir fuera de cámaras generen una química muy verídica en cada escena. A mí me encanta poder llegar y saber que a quien me encuentre en sala de actores, con este siempre habrá un tema de conversación, una broma, un chiste”.
Ya retocada, como la escena lo demanda, Priscila se despide de nosotros y nos encontramos en el pasillo con el pequeño Brandon Stieber (Alonso Gallardo). En compañía de su madre, esta nos revela lo mucho que él disfruta de su etapa como actor “Siempre tuvo claro que esto era lo suyo”.
Ya preparado para su próxima escena, ya no queda mucho tiempo y nos debemos ir pero Brandon, con una enorme energía encima, se da el tiempo de posar ante nosotros.
No hay tiempo para más, queda una escena y se acaba la jornada del día pero es Top Secret así que tomamos nuestras cosas y decimos adiós.
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