Por los últimos tres meses unas extraña calma ha caracterizado la respuesta de Japón ante la crisis mundial causada por el nuevo coronavirus COVID-19. A pesar de ser vecinos con el país donde se originó la pandemia, de tener su primer caso en enero de este año y de cerrar los colegios a inicios de marzo, la sociedad nipona ha intentado proseguir con su vida de la manera más cotidiana.
Esta actitud parecía replicarse en la industria del anime, como lo exploramos en una nota la semana pasada. A pesar de los retrasos de algunas series, la cancelación de unos eventos y estrenos de películas, desde fuera la industria parecía intentar trabajar como siempre, ajena a las paralizaciones que habían detenido a películas y series en todo el mundo.
Pero, ¿hay algo más debajo de esta plácida imagen? Hablamos con Renato Rivera Rusca, productor de anime y profesor en la Universidad de Meiji sobre la situación de la sociedad japonesa en la actualidad y, más importante, el estado de la industria del anime.
-¿Cómo ves que Japón está tomando la situación del coronavirus? Las últimas cifras que vimos las pone en los 1.300 casos y 47 muertes (al momento de la entrevista).
En mi opinión la respuesta japonesa no fue nada como la de Corea del Sur. Cuando el crucero Diamond Princess llegó a Yokohama el 3 de febrero ¿Qué hicieron las autoridades inmediatamente? Revisaron a muchas personas y, aunque algunos fueron diagnosticados con el COVID-19, las autoridades les pidieron que hicieran la cuarentena en su casa, dejándolos regresar por medio del transporte público. En aquel momento las autoridades debieron hacer un anuncio sobre la gravedad del problema, pero no lo hicieron. Desde entonces empezaron a aparecer los focos de infección, uno grande en Osaka, otro en Hokkaido... varias partes de Japón comenzaron a rápidamente contaminarse, aunque nada comparado con la situación exponencial que vemos en Italia, Inglaterra y los Estados Unidos.
- El gobierno coreano ha sido celebrado por su rápida respuesta a la epidemia. A partir de su primer caso en enero, persiguió con eficacia a todos los infectados y ha logrado controlar la propagación del virus...
Y además de eso lo que hicieron fue hacerles pruebas a personas sin que presentaran síntomas. Ellos desarrollaron su propio test que podía arrojar resultados rápidamente... Y así decenas de miles de personas se hicieron las pruebas. Con esa información el gobierno puede saber dónde se encuentra el virus y contenerlo. Japón no hizo nada de eso. Me decías que habían 1.300 casos. Ya, multiplica eso por tres o cuatro, por lo menos, porque te apuesto que hay gente que está contaminada y todavía no tienen síntomas; hay quienes están contaminados y tienen síntomas, pero no se hacen la prueba; y finalmente hay gente que está contaminada, presentan síntomas , pero cuando van al hospital no se les hacen las pruebas.
- Por qué crees que están tan calmados, a pesar de que han vivido bajo la sombra del coronavirus por ya tres meses
Mi teoría es que reaccionan así porque ya han vivido las epidemias de la gripe aviar y el SARS, las cuales se concentraron en la zona asiática. Durante esos brotes, los medios decían que era una emergencia y se cancelaban todas las clases por algunas semanas, como ahora. Sin embargo, nadie conocía a ninguna persona que había sido afectada directamente por eso. Y después de tantas experiencias así, ven que hay un nuevo coronavirus y ahora ya no les causa tanto impacto. (En 2009 Japón fue uno de los países afectados por el H1N1, también conocido como la gripe aviar. En el pico de la epidemia en octubre del 2009, el gobierno japonés estimó que un 20% de la población había sido infectada por la enfermedad, aunque el número de víctimas mortales se quedó por debajo de los 200).
- Creen que la situación del coronavirus será igual a sus experiencias con el SARS y la gripe aviar.
En mi opinión, diría que sí. Para mí eso explica en parte su reacción, que ha sido muy moderada. Otra razón son que los medios de la comunicación se concentran más que nada en el efecto económico que va a tener en Japón por los otros países que están sufriendo por el coronavirus, ignorando que su propio país también está sufriendo y minimizando la gravedad del asunto. Y además estamos aún en el plan de tener las Olimpiadas. Una vez que el Comité Olímpico Internacional anunció que se iban a posponer los Juegos Olímpicos, en menos de 24 horas se anunció que la situación en Tokio sí era grave y la gobernadora Yuriko Koike pidió a los habitantes que no salgan de sus casas. El viernes pasado fue un feriado, si hubieran dicho eso hace una semana ¿cuántas personas pudieron evitar ser contagiadas? Eso es lo más irresponsable que ha hecho el gobierno japonés hasta la fecha.
- ¿Y cuál ha sido el impacto en la industria de la animación?
Hay empresas que están cerrando sus negocios, o por lo menos se han limitado. Además, desde hace tres semanas varios eventos ya se han cancelado. El más grande en relación a lo que hablamos fue el Anime Japan, el mayor evento de la industria en el país, donde se hacen los negocios. Fue un gran ‘shock’ que lo cancelaron, pero por lo menos ahí me di cuenta que ahora lo están tomando en serio.
-¿Qué tan importante son este tipo de eventos para la industria de la animación en Japón?
Tienen dos usos importantes. El primero es comunicar a los creadores con los fans. En Japón, los fans siempre han tenido una relación muy cercana con los productores, directores y animadores. Si regresas a 45 años al primer Comiket (otro importante evento relacionado a la industria del anime cancelado luego de esta entrevista), en ese evento se reunían los fans con los creadores y todo lo que se veía en el Comiket era todo lo que uno podía ver en las series de dibujos animados de los próximos años. Aunque no sea un evento oficial de industria, ahí es donde la comunicación de primera mano puede llevarse a cabo entre los fans y los creadores. Ahora el Comiket y el Anime Japan coexisten porque tienen dos usos separados. El Comiket es solamente para los fans, y casi no hay reglas. En Anime Japan es para comunicar a los fans exclusivamente los primeros anuncios de todos las series que están en producción o van a salir. No es un contacto tan cercano sino más bien vertical, a diferencia del de Comiket qué es más horizontal. En Anime Japan también hay bastantes eventos, pero para que los fans consuman y gasten dinero. También hay workshops para que los jóvenes que están interesados en el anime postulen a colegios de animación. El otro uso de los eventos como Anime Japan es el de los ‘business dates’, donde los que trabajan en la industria pueden participar en seminarios y donde los estudios ofrecen la licencia de sus series a los interesados.
- ¿Cuál ha sido el impacto en los estudios por el coronavirus?
Lo que te puedo decir es lo que se que pasa en este momento, aunque de aquí a unos cuantos días todo puede cambiar. En Japón, la mayoría de la industria de animación está centralizada en Tokio. Hay más de 200 estudios en todo el país y el 90% de ellos están no solo en esta metrópolis, sino en una zona específica de la misma: Suginami, Nerima, Mitaka y Musashino. Cuando tu me preguntas de la producción, hay varias etapas, pero la obra de la animación es más que nada producida en esa región o en otros países como la China, Malasia, Las Filipinas y Corea. Los diseñadores, escritores y directores están aquí, pero lo que ves en la pantalla es en su mayoría es producido en otros países. Por el momento todavía es posible que se puedan armar nuevos episodios sustituyendo lo que normalmente eran producidos en otros. Si hay retrasos, es porque están reemplazando escenas y quizás usando otros animadores, porque es muy posible que los que están en otros países no pueden trabajar en este momento.
- Cuando se anunció el retraso de la segunda temporada de “Re: Zero”, el estudio White Fox citó el efecto del coronavirus en los animadores chinos como una de las razones para la postergación.
Eso es predecible, pero no es tan grave. Se posponen las cosas de vez en cuando, incluso si no fuera por el virus. El problema es si el gobierno de Tokio decreta un toque de queda. Y esto sí es un el obstáculo porque, aunque están haciendo progreso estos últimos años, no estamos ni cerca de convertir toda la producción de animación en digital. Esto quiere decir que la mayoría de los animadores que trabajan en Tokio dibujan en papel y necesitan gente que se traslade con estos físicamente entre un estudio y otro. En el caso de los freelance, tienen que ir a sus casas y tocar la puerta para recibir los papeles, llevarlos al estudio, escanearlos. Esa es la verdadera razón por la cual la mayoría de los estudios están centrados en Tokio. Si fuera 100% digital y todo se pudiera transmitir por internet, los estudios en Japón estarían más esparcidos. En cambio, tenemos a gente llevando en moto papeles físicos y si es que les dicen ‘ya no vayan a trabajar, quédense en sus casas’, el efecto sí podría ser bien grave. O podría ser el empujón que se necesitaba para completar la transición del 100% a lo digital.
- Y si este es un cambio tan urgente, ¿por qué no se ha hecho hasta la fecha?
La razón por la que se han demorado tanto es una combinación de dos factores: el primero es que los veteranos en la industria no saben utilizar la nueva tecnología y lo segundo, que es más serio, es que el total de la industria no puede decidir en un solo software para usar como estándar. Y esto es importante, porque cómo funciona la industria un solo estudio no puede producir una serie de anime, siempre se trata de una colaboración entre varios estudios. Ni siquiera las películas de Studios Ghibli son producidas en su totalidad por esa compañía y necesitan encargar escenas a terceros (otros estudios o independientes) para ayudarlos a completar algunas escenas. Es una red total que cuando funciona, es muy eficiente, pero cuando no, se traba todo. No hay nadie independiente en la industria.
- Entonces si es que se traba uno, termina afectando a los demás en una reacción en cadena...
Y eso ha ocurrido antes. Por eso ves a varios estudios que en los último años han cerrado. Y si no cierran, son comprados por compañías más grandes. No hay estudios de animación que sean independientes, porque no hay negocio así, no hay ingresos.
Y te voy a decir que, si no es por el coronavirus, toda la industria igual iba irse a la quiebra dentro de uno o dos años. Esto porque no hay forma de sostener el ‘éxito’ que dicen que están teniendo. Hay creatividad, pero no hay forma que continúe trabajando como individuos. Los creadores que tienen bastante éxito en la actualidad ya están entrando en sus años. Mira a (Hayao) Miyazaki, quien tiene más de 80 años... o a (Yuasa) Masaaki, quien tiene bastante éxito pero ya pasa los cincuenta años. No hay creadores jóvenes, a diferencia de los 80s, cuando todos los que tenían éxito eran veinteañeros.
- Pero Makoto Shinkai (“Tu nombre”) tiene menos de cincuenta y es el más exitoso en el momento
Pero sabes por qué llegó a esta situación, no se si te acuerdas, pero en el 2003 el encontró el éxito tras estrenar el cortometraje "Voces de una estrella distante", el cual produjo él solo.
- Entonces no se están dando oportunidades a los jóvenes, no se están formando a las siguientes generaciones...
Exacto. Antes del virus el problema era que los jóvenes trabajaban unos cuantos años y luego renunciaban, porque no podían sostenerse y porque los salarios era muy bajos. El pago mensual para alguien que comenzaba en la industria era de 100 mil yenes (aproximadamente S/.3.160) que no es nada. Mi alquiler en Tokio es de 150 mil yenes, y está ubicado en Mitaka, donde están varios estudios grandes como Tatsunoko, Production IG, entre otros. Si tu quieres trabajar como animador en un estudio, tienes que vivir ahí, a no ser que puedan hacer todo de manera digital, en tal caso te podrías ir a vivir a las montañas. Pero, como te estaba diciendo, esa transformación no se hará en el corto plazo. Entonces la situación es que los jóvenes están renunciando, se quedan los viejos pero, ¿hasta cuándo van a vivir? ¿Cuándo van a retirarse? Este es un problema que ya se le tiene que dar una solución urgentemente, porque en un año, dos años o tres años no se sabe que va a pasar. Y si agregamos este virus que está afectando a los que trabajan en otros países también, entonces pierdes la mano de obra de China, Corea o donde sea.
¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden llegar a causar infecciones que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, que se pueden contagiar de animales a personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios, el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano, mientras que el MERS-CoV pasó del dromedario a la gente. El último caso de coronavirus que se conoce es el covid-19.
En resumen, un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano y debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo.
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