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Tiene un esposo que mataría por ella, tres hijos lindos de 8, 7 y 5 años. Profesionalmente es muy destacada y lo sabe, alguna vez me dijo que perder su trabajo no le preocupaba mucho: «siempre sale algo, querida». Parecía ser una mujer segura.
No somos muy amigas, pero cada vez que nos encontramos en alguna reunión conversamos. Me encantaba hablar con ella, porque sabía que rescataría consejos prácticos que podría aplicar, pero esa noche fue la excepción.
Coincidimos en una fiesta. Estaba inquieta, la veía caminar de un lado para otro. No tenía esa actitud de siempre, pasiva ante las cosas como si todo estuviera bajo control. Incluso, me pareció que estaba persiguiendo a un chico que no era su esposo. No como si le estuviera coqueteando sino como si él tuviese algo que ella quería.
La intriga me agobiaba, así que apenas se acercó a la barra de cocteles, fui a darle el encuentro. Le pregunté en qué andaba, porque la veía alborotada. Dijo que estaba tratando de sacarle información a este muchacho –al que perseguía por toda la fiesta– sobre la ex de su esposo.
No podía creer lo que estaba escuchando: ¡Qué hace esta mujer hecha y derecha en chismes de quinceañeros!
La ex no estaba con su esposo desde hace casi diez años. ¿Qué interés podría generar un amor tan antiguo de su esposo? Pensé que me había confundido con la fecha de su matrimonio, pero me confirmó que efectivamente tenían casi doce años de feliz matrimonio.
Entonces me contó que cada vez que se encontraban con ‘esa tipa’, ella le coqueteaba a su esposo. La última vez había sucedido hacía dos semanas. Y justo esa noche ubicó a este amigo de la infancia de la joven en cuestión y quería saber ‘cosas’ de ella. Me di cuenta de que no era el momento ni el lugar para ahondar en el tema, así que solo asentía todo lo que me decía y luego la dejé en su búsqueda desesperada.
Es increíble cómo a veces las mujeres buscamos fantasmas. ¿Qué necesidad de traer a la superficie un recuerdo ya sepultado? Si estás contenta en tu matrimonio hace doce años, ¿qué diablos te interesa lo que pase con una ex de tu actual, de hace tanto tiempo?. Entiendo que te moleste que le coquetee –uno no es de palo– pero ¿qué temes?
Imaginemos que tu esposo cede ante los encantos de la ex y te deja. Que luego de tanto tiempo se dio cuenta de que esa –y no tú– era la mujer de su vida. Parecería un sinsentido pero acepto que a veces ocurren historias de ese tipo.
Si fuera así, ¿no crees que eso ameritaría un “Chau, papito, que te vaya bien”?. No valdría la pena estar con un hombre que después de cuchucientos años no sabe qué es lo que quiere en la vida.
La otra posibilidad –más real– es que se trate de puros coqueteos. Un ja, ja, por aquí, y un ji, ji por allá y punto. ¿Eso te va a hacer menos querida? No apruebo que tu marido vaya alzando la ceja a cualquiera, pero si está contigo es por algo, ¿no? Yo creo que todo ese asunto no pasa de ser simple y pura vanidad. ¿A quién no le gusta sentirse halagado? Déjalo inflar su ego pero –obvio– solo un ratito.
Por último, si ella está interesada en su ex, es su problema y no deberías trasladarlo a tu relación. Allá las locas que están buscando amores pasados; seguro no son capaces de conquistar nuevos vientos. No vale la pena ponerse nerviosa o hasta hacer el ridículo por la ex –de hace mil años– de tu actual pareja. Me pregunto por qué ella no la ve así de claro. (function(d,s, id) { var js, fjs =d.getElementsByTagName(s)[0]; if(d.getElementById(id)) return; js =d.createElement(s); js.id = id; js.src =“//connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.4&appId=465882020151522”; fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);}(document, 'script','facebook-jssdk'));VIŸ