Cuando supe que recorrería los andes peruanos a bordo de un tren pensé que sería una experiencia interesante. Tenía las expectativas altas respecto a los paisajes, las instalaciones y las experiencias turísticas, pero guardaba mis reservas sobre la comida a bordo y el servicio. Para mi grata sorpresa, viajar a bordo del Andean Explorer, el primer tren de lujo nocturno de América del Sur, superó todas mis posibilidades. No por nada este tren de la cadena Belmond acaba de ser reconocido como el segundo mejor tren del mundo en los Condé Nast Traveller’s Readers Choice Awards 2022. El servicio de lujo, la gastronomía de autor y la experiencia multicultural son definitivamente los encantos de viajar en este tren. ¡Bienvenidos a bordo!
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“Peruvian Highlands” es el nombre de la ruta que tomé, la más extensa. En un viaje de tres días/dos noches, el tren recorre Cusco, Puno y termina el trayecto en la ciudad blanca de Arequipa. La experiencia empieza en la estación de Wanchaq en Cusco, desde la que parte a eso de las once de la mañana. Lo primero que harás al subir al tren es conocer tu habitación por los próximos tres días. Andean Explorer cuenta con veinte coches- nombrados bajo la flora y fauna del Perú- entre los que se distribuyen treintaicinco habitaciones, dos restaurantes y un spa. Las cabinas o habitaciones están equipadas con sistema de aire acondicionado y el tren cuenta con balones de oxígeno. Además, dentro de la tripulación- que asciende a 40 personas, todos peruanos- se encuentra una enfermera disponible las veinticuatro horas del día. Un dato no menor considerando que la altitud máxima del viaje supera los 4400 m.s.n.m.
Luego de disfrutar del primer almuerzo a bordo, es hora de hacer una parada. Conocerás la cordillera de La Raya, el límite entre Cusco y Puno, ubicada a 4335 m.s.n.m. A eso de las cinco y media de la tarde, el tren se detiene frente a este pastizal de ichus rodeado de montañas desde el que puedes apreciar la caída del sol. Un paisaje que no puedes perderte y en el que tendrás veinte minutos para tomar fotografías. Pídele una foto a otro pasajero y aprovecha para hacer amigos. También, puedes recorrer la capilla y las tiendas de souvenirs que se encuentran en la zona. Luego, ya a bordo del tren, disfruta de una tarde de canapés y cocteles- una experiencia que se repite el segundo día- seguido de una exquisita cena, mientras el tren continúa su trayecto hacia Puno, donde pasará la primera noche.
Andean Explorer cuenta con una oferta gastronómica enfocada en los insumos locales. Carlos Risco, chef a bordo, detalla que cada plato está hecho pensando en el destino que atraviesa el tren en ese momento y en la altitud del mismo. “Nuestra carta se inspira en los lugares que vamos pasando: Cusco, Puno y Arequipa. En Cusco, por ejemplo, contamos con una entrada de choclo con queso, utilizando el maíz local como insumo estrella. Además, en cada comida tenemos en cuenta el tema de la altura para que no le caiga pesado al pasajero. En Saracocha, por ejemplo, nuestros platos son livianos para ayudar a la digestión”, explica Risco. Cada comida cuenta con dos opciones para que el pasajero pueda elegir la que prefiere. Te recomiendo que no dejes de pedir los medallones de pato con ravioles rellenos de camote ni el puré de papa con olluco y maíz junto a la pesca del día en salsa de hierbas y vino tinto con arándanos. Dos opciones espectaculares.
El segundo día amaneces en Puno, frente al lago Titicaca. Si eres madrugador(a), te recomiendo unirte a la excursión de las cinco de la mañana en la que podrás ver el amanecer a las orillas del lago. Tendrás la misma oportunidad en Saracocha a la mañana siguiente. De lo contrario, tu experiencia empezará alrededor de las nueve y media de la mañana camino a la Isla de los Uros. Junto a David Arce, el guía a bordo, conocerás la historia de la comunidad y pasarás el día en el lago navegable más alto del mundo. Luego del almuerzo a bordo, el tren continúa su ruta hacia Arequipa. Esa noche, el itinerario contiene una de mis experiencias favoritas del viaje: la observación de estrellas y constelaciones en Saracocha. Si la noche está despejada, podrás ver la Vía Láctea y algunas constelaciones como Escorpio. Luego, acércate al observatorio para disfrutar de una fiesta multicultural llena de música y cocteles junto a Jonathan, el pianista del tren.
Para viajar a bordo del tren no hay límite de edad, por lo que encontrarás pasajeros de todas las edades-y nacionalidades-. En mi caso, estuve acompañada de treintaiocho pasajeros entre los que había parejas celebrando su luna de miel; y otras, sus cincuenta años de casados. Estadounidenses, holandeses, ingleses y hasta argentinos. Una variedad de nacionalidades que convierte al viaje en toda una experiencia multicultural. “En el primer servicio del tren cada pasajero tiene su propia mesa reservada. En el segundo servicio, la cena, ya ves pasajeros que te piden compartir mesa con otros porque ya hicieron amigos. Esa es la diferencia de viajar en un tren: estamos todos bajo el mismo techo muchas horas y eso nos da oportunidad de compartir y tener otro tipo de viaje”, explica Arnaldo Ponce de León, train manager desde 2019. Arnaldo es parte de la tripulación del Andean Explorer desde el 2017, cuando iniciaron sus operaciones en el Perú. Los años le han enseñado que una de las claves para un servicio a bordo exitoso es la cercanía con el pasajero. De ahí que él y su tripulación se esmeren por conocer a cada uno de los pasajeros a bordo de cada viaje. Desde que entras al tren, todos saben tu nombre, tu historia, tus gustos en comida y hasta tus alergias de memoria. Un servicio personalizado que me hizo sentir segura y acompañada en un viaje de tren por una de las rutas ferroviarias más altas del mundo.
La última mañana en el tren disfrutarás de la mejor vista. O, al menos, mi favorita. Desde la comodidad de tu habitación, contempla por unos minutos el lago Lagunillas. Un paisaje que te dejará sin aliento. Te recomiendo acompañar tu desayuno con un mate de muña o coca para combatir la altura, pues el tercer día recorrerás la ruta con mayor altitud de todo el viaje, sobre los 4000 m.s.n.m. La última parada es en las cuevas de Sumbay en Arequipa, en las que se pueden ver pinturas rupestres que se estima tienen más de 8000 años de antigüedad. Para llegar a las cuevas, harás una corta caminata. Recuerda ir despacio y tomar tus precauciones para que la altura no te afecte. De vuelta en el tren, a eso de las tres y media de la tarde, es hora de empacar tus maletas y regresar a casa.
En tus últimos minutos a bordo no dejes de disfrutar del camino desde el Observatorio, el último coche del tren, el único abierto y mi favorito. Disfruta de un último Saqra, el cóctel estrella del Andean Explorer, mientras recuerdas cada detalle de lo que es, sin duda, una de las experiencias turísticas más completas y lujosas del Perú. Vale la pena vivirlo al menos una vez.