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En el corazón de Copenhague, Dinamarca, cuatro enormes elefantes sostienen en sus espaldas una de las torres más famosas de la ciudad. Los animales de tamaño real son parte de la Puerta de los Elefantes, la hermosa entrada a la antigua fábrica de cervezas Carlsberg.
Un detalle singular de esta maravillosa construcción de 1901 son las esvásticas al lado izquierdo de los elefantes tallados en granito. No, no tienen nada que ver con los nazis, sino con la buena fortuna y la prosperidad. Del otro lado, se leen las iniciales del nombre de los hijos de Carl Jacobson, propietario de la cervecería.
(Foto: malouette / Flickr bajo licencia de Creative Commons)
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¿Y por qué elefantes? Jacobson veían estos animales como símbolo de estabilidad y lealtad, dos cualidades necesarias pues en esa época estaba fundando su propia compañía cervecera: la Nueva Carlsberg, en contraposición a de la de su padre, la Vieja Carlsberg.
Con los años, ambas cervecerías se fusionaron y trabajaron juntas en el edificio. En 2008 la fábrica se trasladó a otra sede, pero el hermoso edificio quedó abierto para visitas turísticas donde se explican el origen de la empresa familiar y todo el proceso de producción de la cerveza más famosa de Dinamarca. (function(d, s, id) { var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0]; if (d.getElementById(id)) return; js = d.createElement(s); js.id = id; js.src = “//connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.4&appId=465882020151522”; fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);}(document, 'script', 'facebook-jssdk'));Vamos