Dos mujeres bañándose en el Adriático, solas en una inmensidad color turquesa, una sesión multitudinaria de yoga, o la sombra de un caballo y su jinete en la arena.
Son algunas de las imágenes que el lituano Karolis Janulis tomó en Croacia, Lituania y Eslovaquia con un dron.
“Me tomó tiempo aprender a hacerlo volar de forma segura y entender cómo debía usar todo el equipo. Eso era extremadamente importante para mí”, explica el fotógrafo de 34 años.
Y es que eso le abría todo un mundo de posibilidades y una perspectiva diferente para sus fotografías.
“(La fotografía con drone) nos permite ver tantas cosas que de otra manera nos pasarían desapercibidas”, exclama.