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Beyoncé, la actual reina del pop está de gira y su “Rennaissance Tour” ha llegado por una única fecha a España. Tras el excepcional show que está por todas partes en las redes sociales, la artista con más premios Grammys en la historia de la música tuvo un dulce encuentro con sus fans.
El día de ayer, el Estadio Olímpico de Barcelona se convirtió en el club de baile de la máxima diva pop de la actualidad. La insuperable artista de 41 años brilló con luz propia durante las más de tres horas de duración de su espectacular show.
Así, la única parada de la estrella americana en terreno español congregó a nada más que 53.000 personas que bailaron, corearon y seguramente derramaron lágrimas viendo a su ídola sobre el escenario.
Y como para coronar una noche inolvidable, algunos fanáticos tuvieron la suerte de ver a la intérprete de “Break My Soul” a tan solo centímetros de distancia.
La gran sorpresa para ellos (y el mundo entero) fue no solo verla, sino recibir un objeto de sus propias manos. Sí, Beyoncé cantó, bailó y tuvo múltiples cambios de vestuario durante tres horas y a pesar de ello se tomó unos segundos para saludar a sus fans, verlos a los ojos y entregarles unas toallas oficiales de su tour a modo de agradecimiento.
Este suceso es particularmente sorprendente si tenemos en cuenta que la ex integrante de Destiny’s Child se maneja de manera muy privada fuera del escenario. Pero ayer no fue así, la autoproclamada “diva” se dejó ver aún con el maquillaje de su presentación, mientras lucía una capucha oscura y se acercaba a sus fans.
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