Posiblemente hayas escuchando que existe una tendencia mundial a que las relaciones no prosperen. En los Estados Unidos, por ejemplo, el 50% de los matrimonios termina en divorcio, según consigna el portal attn.
El Perú no se encuentra ajeno a este problema. Según datos de la Reniec, en el 2015 se registraron 13.339 divorcios a nivel nacional. ¿Por qué ocurre esto? El reconocido terapista Terry Gaspard explica a attn cuáles son las principales razones y aquí las resumimos.
Has desarrollado algún patrón perjudicial para el amor
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Una de las principales causas que conllevan al fin de una relación es un patrón conocido por los psicólogos como “demanda-retirada”. Esto ocurre cuando uno le hace una petición o crítica al otro, pero este toma una postura defensiva y decide alejarse.
Si una pareja cuenta con este patrón tendrá que lidiar con problemas limitaciones en todos los aspectos de su vida amorosa. Desde el ámbito sentimental hasta lo sexual. La desconfianza hacia el otro irá en aumento hasta llevarlos al fin de la relación.
Buscar culpables
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Culpar al otro cuando surge un problema es otro de los motivos por los que puede acabarse el amor. El uso sistemático de est, de manera inconsciente, provoca un sentimiento de rechazo en el otro.
El problema tampoco termina cuando uno de los dos asume la culpa, ya que esto suele ocurrir luego de largas discusiones. Durante ese tiempo, ambos suelen utilizar calificativos o insultos que resquebrajan el respeto existente en la relación.
Abuso contra la pareja
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El Instituto Gottman, especialista en temas de relaciones maritales, señala que el 50% de las parejas que buscan terapia han tenido que lidiar con algún tipo de violencia. Ya sea emocional, verbal o física, este es un problema que proviene de ambas partes.
La pareja dominante encuentra en el uso de la violencia un método para mantener el control de la relación. Así, el agredido modifica sus comportamientos en la vida cotidiana, pero también desarrolla un sentimiento de desconfianza en el matrimonio.
Infidelidad
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La infidelidad es uno de los máximos temores de una relación, pero también es una de las traiciones que más ocurren. Luego de conocer la infidelidad, la pareja engañada posiblemente se cuestione ¿Debo quedarme con él/ella? ¿Podré reconstruir la confianza?
A pesar de lo que se cree, seguir con la relación es una decisión que viene de ambas partes. El engañado debe aceptar la infidelidad y sentir que la pareja realmente se ha arrepentido. El infiel, por su parte, deberá aceptar que ahora tendrá más limitaciones para relacionarse.
Incompatibilidad sexual
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Si su relación está pasando por una ‘sequía sexual’, deberían preocuparse. La escasez de intimidad regular entre parejas puede ser el inicio del fin en una relación. Este problema puede generar problemas de autoestima y confianza en ambos.
Cathy Meyer, entrenadora de relaciones, asegura que el sexo es importante para un matrimonio. “Es la manera como los adultos juegan y disfrutan mutuamente”, manifestó en una entrevista. Y sin esa complicidad resulta difícil que una relación siga su rumbo.
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