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El regreso de la mítica Sex and the City a través del revival And Just Like That nos presentó al icónico grupo de amigas enfrentándose a la década de los cincuenta. Si bien es cierto que Carrie se robó el centro de atención de la trama por la nueva fase de duelo que afronta tras la muerte de Mr. Big, en esta segunda entrega quien acapara todas las miradas es la independiente y divertida Miranda Hobbes. Siendo el personaje que ha tenido la mayor transformación hasta el punto de ser casi irreconocible, es ahora la más comentada ( y hasta criticada) por el inesperado y revelador camino que está siguiendo en la serie.
Esta segunda temporada de And Just Like That comenzó con un enfoque fresco bajo el cual una renovada Carrie plantea un nuevo mantra que se extiende a los demás personajes de la serie: la vida es muy corta como para no intentar cosas nuevas. Así, Miranda también se deja absorber por esta idea y decide seguir a su nueva pareja Che Diaz, comediante de género no binario, que en la primera temporada propicia el nuevo despertar sexual de la abogada. Un inesperado giro en la trama que muchos fanáticos de la serie no tomaron de buen agrado.
La crisis existencial de Miranda
Entre las razones que sostiene la crítica es el radical cambio en la actitud de Miranda, quien en la época de oro de Sex and the City brillaba como toda una girlboss y se coronaba como un buen ejemplo de empoderamiento femenino. La Miranda de antes era independiente, práctica y muy segura de sí misma a pesar de los estereotipos y cánones femeninos que la sociedad de entonces intentaba imponerle. Ahora, de la confiada abogada que estaba enamorada de su trabajo y su esposo, Steve, prácticamente no queda nada.
Ahogada por el aburrimiento de una madurez tranquila y hasta plana, le da un cambio radical a su vida. Así lo explica la propia Cynthia Nixon. “Básicamente se está deshaciendo de todas las cosas que son predecibles en la vida de Miranda. Esa vida estable y ese lugar que tenía la estaban matando de aburrimiento”, revela. Aún así, ella tampoco se salvó de las críticas pues muchos afirmaron que estaba forzando su propia identidad queer en Miranda (pues Cynthia está casada con la activista Christine Marinoni). Pero aunque la actriz haya podido explicar en la trama este nuevo giro, lo cierto es que no termina de cuajar para muchos hasta el punto de desilusionar a sus más fieles seguidores que durante años vieron a Miranda como uno de los más grandes símbolos de empoderamiento femenino en la serie.
Miranda y el despertar sexual queer
A diferencia de Carrie, quien ahora lleva una vida más centrada, y Charlotte, quien se desvive por ser una buena y moderna madre; Miranda no parece llegar a la madurez de la forma que muchos esperaban. No sólo por el lado de haber dejado su trabajo y a esposo, sino también por el hecho de haber empezado un tardío despertar sexual al lado de un personaje como Che. Aunque muchos se dejaron llevar por la homofobia heredada, lo cierto es que la personalidad irritante, creída y demasiado confiada de la nueva pareja de Miranda se ha ganado el odio de los fanáticos de la serie.
Mientras la pelirroja se veía abrumada por lo rápido que se le iba la vida, Che se propuso como una especie de salvavidas que la ayudó a salir del monótono vacío existencial en el que se encontraba a través de apasionantes encuentros en los lugares menos pensados (entendible luego de haber mantenido un frenético y estresante ritmo de vida como madre, esposa y abogada). Sin embargo, aún así no fue bien recibida por el público por su cuestionable actitud hacia Miranda.
Y todo le salía bien a Che a pesar de que caía mal. Por eso, para esta segunda entrega, el creador del revival, Michael Patrick King, pareció ceder ante la demanda de una especie de justicia kármica en el arco de Miranda y Che. “Lo que hace tan genial a Sex and the City es que originalmente tenía una manera de exponer la vida como una montaña rusa, donde justo cuando crees que tuviste una victoria, te cae una torta en la cara dos segundos después. Che ha tenido demasiadas victorias y en la segunda temporada veremos más tortas en la cara”, revela para explicar que por fin veremos cómo empiezan a llegar las consecuencias de la locura de amor en Los Ángeles, además de explorar a profundidad el lado más sensible y emocional de la comediante.
No se sabe exactamente qué le depará el destino a Miranda y su relación con Che, pero lo cierto es que ya llegó la hora de que la exabogada empiece a sentir el peso de las consecuencias de sus actos y que tenga que someterse al golpe de realidad luego de que su hijo recurra a ella, haciéndola volver nuevamente a la ciudad donde empezó todo, Nueva York.
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