Follow @viu_ecpe !function(d,s,id){varjs,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document,'script', 'twitter-wjs');
Cada semana del mes nuestro cuerpo y humor cambia debido al juego de las hormonas. La progesterona y los estrógenos se alteran y con ellos nuestro organismo. Aquí explicamos por qué de una semana a otra podemos sentir que subimos de peso, o, por qué, de un día a otro, pasamos de la emoción al llanto. Y es que todo tiene una razón de ser: ¡no estamos locas, son las hormonas!
La primera semana llega la menstruación y el bajón hormonal nos hace sentir cansadas y cambiantes. La segunda, sube la serotonina, neurotransmisor que tiene que ver con el buen estado de ánimo, y nos sentimos positivas y recargadas. La tercera semana, como los estrógenos bajan en los últimos días, la piel luce un poco marchita y lo mejor es que te apliques un buen hidratante. Y la cuarta semana, sube la testosterona, hormona masculina, tu piel se pone grasosa, y te aparece el acné. Además, ingieres más calorías en busca de elevar tus energías y mejorar el ánimo. (function(d,s, id) { var js, fjs =d.getElementsByTagName(s)[0]; if(d.getElementById(id)) return; js =d.createElement(s); js.id = id; js.src =“//connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.4&appId=465882020151522”; fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);}(document, 'script','facebook-jssdk'));VIŸ