Andrea Castillo C.
Esquivar el sufrimiento es algo imposible ante ciertas circunstancias, como enfrentar la viudez o el divorcio, pues la pérdida de la persona con quien se compartía la vida es algo difícil de superar. Además, en todos los casos genera un gran estrés. Un estudio publicado en “The New England Journal of Medicine” revela que la pena por la pérdida de la pareja disminuye las defensas y deja al organismo desprotegido ante las enfermedades. Y otro, de la Unviersidad de Oxford, detecta en las mujeres sin pareja un 28% más de posibilidades que las casadas de morir a causa de dolencias cardíacas. ¿Cómo cuidas tu salud mientras procesas el duelo? Toma nota.
1. Expresa de manera asertiva todo el sufrimiento que sientes. Hacerlo te ayudará a sentirte cada vez mejor. Si te lo guardas ‘dentro’, la acumulación del dolor ocasiona perturbaciones físicas llamadas enfermedades psicosomáticas. El sufrimiento crónico también detona enfermedades preexistentes o empeora las ya instaladas, como la hipertensión arterial, diabetes, problemas respiratorios y cardíacos.
2. Cuida de tu apariencia. Tienes derecho a vivir tu tristeza, pero tampoco se trata de pasar todo el día vistiendo pijama o en cama. Retomar tus rutinas de higiene personal te ayudará a sentirte mejor. Tampoco descuides tu alimentación. Si vives sola, trata de tomar tus alimentos rodeada de gente, sea en una pensión, con amigos o parientes. En caso de adultos mayores es de gran ayuda la supervisión familiar.
3. Déjate acompañar. Se entiende que quieres estar sola en estos momentos difíciles, pero también es preciso que valores la compañía de familiares o amigos; no los alejes. Ellos serán una valiosa compañía para salir a caminar o retomar tu rutina diaria de ejercicios. Si es tu padre o madre quien vive el duelo, no lo dejes solo. Supervisa sus controles médicos y, de ser posible, acompáñalo a su cita con el médico.
4. Ocupa tu mente. Evita pensar en la persona que ha partido. Es bueno recordar, pero no todo el tiempo. Para superarlo, organiza un plan de tareas por hacer cada día. Recuerda que la acción es enemiga del pensamiento. Si te propones ordenar algo, reciclar, cuidar el jardín, llevar un taller de computación o cualquier otro, dejarás de pensar en aquello que te hace sufrir. Además, estas ocupaciones reducen el estrés.
5. Salud mental. Si después de cuatro a seis meses (como máximo) no has superado la tristeza por la pérdida o separación de la pareja, acude a un especialista para que te ayude a reconstruir tu vida. Y en caso tengas un familiar cercano viudo o divorciado que presenta señales de depresión o ansiedad, llévalo con un psicólogo o un psiquiatra. Si eres divorciada, no intentes asumir una nueva relación sin superar tu duelo.