Greenpeace prometió realizar nuevas acciones de protesta en Argentina y otros países para reclamar a la petrolera anglo-holandesa Shell que frene sus planes de realizar exploraciones en el Ártico.
La campaña recién se inicia y va a seguir porque los planes de Shell siguen en marcha para iniciar la explotación petrolera en Alaska, explicó el coordinador de la campaña del Ártico de Greenpeace Argentina, Martín Tinghitella.
El pasado jueves, un grupo de 35 activistas de la organización ecologista ocupó la plataforma de descarga que la petrolera Shell tiene en la localidad bonaerense de Dock Sud para reclamar a la compañía que detenga sus planes de exploración.
Los activistas, algunos caracterizados como osos polares, llegaron en seis botes neumáticos de la entidad, abordaron las instalaciones y escalaron una torre de 15 metros de altura para desplegar la leyenda Ayúdanos a detener a Shell.
Vamos a seguir con nuevas acciones en Argentina y en otros países. El objetivo final es conseguir una prohibición para la exploración en todo el Ártico, sostuvo Tinghitella.
La protesta se realiza en el marco de la campaña internacional Salvemos el Ártico:https://elcomercio.pe/actualidad/1437617/noticia-mira-nueva-campana-greenpeace-salvar-artico, lanzada por Greenpeace en junio pasado con el fin de demandar que las zonas no habitadas del Ártico sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas y así detener la explotación petrolífera y el exceso de pesca industrial.
El pasado 16, la policía británica detuvo en Edimburgo a cinco activistas de Greenpeace que se habían encadenado a una gasolinera de Shell para protestar por los planes de perforación en busca de crudo.
Según un comunicado de la organización, el total de las reservas de petróleo estimadas en el Ártico podría cubrir tan solo tres años de la actual demanda mundial de crudo, pero contribuirían de manera significativa al aumento de las emisiones de carbono y explotarlas supondría una grave amenaza para el ecosistema de esa región.
Estas zonas eran antes hielos eternos, pero ahora se están derritiendo por el cambio climático, en lo cual las petroleras también son responsables. Y, ahora, el riesgo más cercano si se avanza en la exploración es que haya un derrame petrolero, lo que sería una catástrofe porque es un ecosistema muy frágil, evaluó Tinghitella.