RONNY ISLA ISUIZA Ronny_Isla Redacción online
Harald Andrés Helfgott, el matemático peruano que desde hace unos días se ha convertido en una suerte de celebridad científica tras haber demostrado la solución a la conjetura débil de Goldbach, le concedió una entrevista a elcomercio.pe a propósito de su reciente logro.
A pesar de su ocupada agenda y de su labor en el prestigioso Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia, el científico nacido en Lima (1977) se dio tiempo para hablar de su vida en Perú, su carrera profesional, su importante trabajo y sus proyectos.
¿Hasta qué edad estuvo en Perú y en qué colegios o instituciones estudió? Viví en el Perú hasta los 16 años. Después de ir al nido estatal del barrio (como un amigo de la infancia me acaba de hacer recordar), estuve en el María Alvarado hasta cuarto de primaria, y luego fui al Humboldt como becario.
¿Siempre pensó que las matemáticas eran su vocación o alguna vez se ilusionó con ser piloto de aeronaves o bombero, como lo hacen algunos niños? Acabo de preguntar a mis padres. Me dicen que a los cinco o seis años ya me gustaban mucho las matemáticas, pero no las declaraba como profesión. Iba a decir que a esa edad estaba considerando ser arqueólogo o payaso, pero se podría comprender muy mal. También comprendí pronto a los siete u ocho años que como ajedrecista (yo) no valía gran cosa.
¿Es correcto decir que usted ha demostrado la solución a la conjetura débil de Goldbach? Explíquenos en palabras simples en qué consiste su trabajo Es correcto; he demostrado la conjetura débil. La conjetura débil de Goldbach que data del siglo XVIII dice que todo número impar más grande que cinco puede escribirse como la suma de tres primos: 7 = 2 + 2 + 3, 9 = 3 + 3 + 3 (o 9 = 5+2+2), 11 = 3+3+5, etc. Los primeros grandes pasos hacia la solución fueron los de Hardy y Littlewood, en 1923, y Vinogradov, en 1937. Vinogradov llegó a mostrar que la conjetura débil es cierta para todo impar sumamente grande. Lo que sumamente grande quiere decir ha sido mejorado con el tiempo, pero antes de mi trabajo todavía quería decir mucho más allá de lo astronómico, o, para ser precisos, mayor que 1 con 1300 ceros.
¿El estudio que usted ha propuesto debe ser ratificado por alguna institución u organismo? La respuesta de la comunidad matemática ha sido muy positiva, en parte debido a que ya había hecho público mi enfoque y a que mis trabajos anteriores me daban cierta credibilidad. Empero, para que haya una ratificación completa, tendremos que esperar a que envíe mis dos artículos (Arcos menores y Arcos mayores) a una revista especializada, y a que los árbitros de dicha revista verifiquen los artículos. Esto puede tomar fácilmente un año o más.
TALENTOS PERUANOS ¿Cuál ha sido su última visita de trabajo al Perú y qué fue lo que hizo? Fue el marzo del año pasado; dicté un cursillo en el Instituto de Matemática y Ciencias Afines (IMCA).
¿Sabe usted que más de un estudiante peruano ha participado en mundiales de matemática y han vuelto casa con medalla? Por supuesto. Estoy en contacto con varios de ellos. Felizmente hoy en día se reúnen en el IMCA y otras partes para estudiar juntos y asistir a clases especializadas. Cuando yo era adolescente, no había dinero para ir al mundial (la Olimpiada Internacional de Matemática), pero sí se mandaba equipos a la olimpiada iberoamericana, por ejemplo, y los del equipo nos reuníamos informalmente para clases y sesiones de problemas.
Basado en su experiencia inicial en nuestro país (ya que estudió en la década del 80), ¿cómo evalúa usted el nivel de las matemáticas peruanas hoy en día? Me parece que ya se está llegando al punto en el cual un estudiante puede recibir una buena educación hasta el nivel de licenciatura, primero, y luego encontrar una beca de alguna parte para hacer el posgrado en el exterior. En los 90 por cierto, yo nací en 1977 esto era la excepción, no la regla; uno tenía que orientarse solo.
La importancia de su trabajo lo ha convertido en una suerte de celebridad del mundo científico, aunque sin la fortuna de las estrellas del deporte, por ejemplo. ¿Eso le molesta? La notoriedad, no creo que dure mucho, y en cuanto a la fortuna, nunca me hice ninguna ilusión.
En general los estudiantes varones se inclinan más por las carreras de informática e ingeniería que las mujeres (según informe reciente de la OECD), ¿A qué atribuye usted esa tendencia? Me parece que es un sesgo que se está reduciendo. Antes, la impresión general era que el cinco o el diez por ciento de los estudiantes en matemática pura eran mujeres. Ahora debe ser el veinte o treinta por ciento, por lo menos en muchas partes. Las cifras en informática e ingeniería deben ser similares. Por cierto, mi madre es estadística trabajo en el INE (ahora INEI) y San Marcos.
El Instituto de Estudios Peruanos (IEP) indicó en un estudio reciente que el rendimiento en matemáticas de los estudiantes de colegios es superior a los de escuelas privadas. ¿Eso es bueno o malo? ¿Debería haber un equilibrio? Me parece magnífico que muchos de los jóvenes más talentosos en el área matemática en la actualidad vengan de colegios estatales o de hogares modestos. Debe haber aun más difusión de las oportunidades que existen para que los estudiantes en todo el país puedan aprovecharlas.
¿Cuándo llegará el día en Perú no solo hable solo de la economía o gastronomía peruana, sino también de sus logros académicos o científicos? Parece que esto ya está pasando con esta entrevista. No está mal hablar de locro (potaje peruano hecho a base de zapallo), y en verdad planeo comerme uno hoy por la noche, pero tienen que haber prioridades. No estaría bien basar la identidad nacional sobre el consumo de ningún tipo.
¿Está trabajando en alguna nueva investigación ahora? ¿Cuáles son sus planes inmediatos? Tengo que terminar uno o dos proyectos más pequeños. Luego mi plan es profundizar mi conocimiento de varias áreas que he tenido que descuidar estos últimos tiempos.