El Consejo de la Unión Europea respaldó un acuerdo que endurece las normas comunitarias para la concesión de licencias a plataformas petrolíferas que operan en alta mar, y que hace responsable de daños medioambientales a las operadoras.

Esta propuesta fue planteada por la Comisión Europea en 2011, tras la catástrofe medioambiental provocada por el accidente en la plataforma Deepwater Horizon de British Petroleum en el Golfo de México en mayo de 2010.

La nueva normativa hace responsable a los operadores petrolíferos y gasísticos de los daños medioambientales causados en especies marinas y hábitats naturales en una zona de mar de hasta 370 kilómetros más allá de la costa, en lugar de los 22 kilómetros actuales.

EXIGENCIAS La nueva directiva también exige que los Estados miembros se aseguren de que los operadores disponen de la capacidad técnica y financiera necesaria para garantizar la seguridad de sus actividades en alta mar y la protección del medio ambiente del lugar donde lleven a cabo las perforaciones antes de permitirlas operar.

Además, las operadoras deberán presentar, antes de iniciar sus operaciones, planes de emergencia que cubran todos los posibles escenarios de riesgos y aporten soluciones en caso de que se produjeran accidentes.

Las autoridades nacionales competentes que analicen los planes de las petrolíferas deberán ser independientes y responsables de la seguridad de las instalaciones, con la capacidad de imponer multas o detener las extracciones.

Además, los gobiernos competentes deberán publicar información que sea accesible a los ciudadanos sobre las actividades de la industria, y los operadores deberán enviar informes de los incidentes graves en los que se hayan visto implicados.

El pacto entrará en vigor 20 días después de su publicación en el diario Oficial de la Unión Europea y los países tendrán dos años para trasponer la directiva en su legislación nacional.