Melissa Cosmópolis

En el 2014, luego de un viaje de hermanos, Juan Carlos, Patrick e Ian Sznak, decidieron diseñar una empresa para mejorar la calidad de vida de los niños en la sierra del Perú. Luego de trabajar el concepto, decidieron optar por el modelo ‘compra uno, dona uno’ y en el 2016 iniciaron sus operaciones en el Perú vendiendo casacas y ropa de abrigo; y obtuvieron la certificación de Empresa B.

“No creemos que las empresas únicamente deberían generar empleo y pagar impuestos, sino que deberían principalmente ayudar a las personas a tomar mejores decisiones”, explica Juan Carlos Sznak.

La aceptación de Höség en el mercado peruano ha permitido que la facturación de la empresa creciera 35% en el 2022 a comparación del 2019. Este año, según Juan Carlos Sznak esperan crecer en 100% versus el 2019.

Como parte de este crecimiento, la compañía peruana abrirá este año operaciones en los Estados Unidos, país donde ya tienen constituida la empresa en ese país, así como los socios respectivos. En una primera etapa, la operación se dará a través de ventas online y Amazon. En una segunda etapa, esperan poder ingresar a tiendas de ‘retail’ especializado y en una tercera etapa, abrir tiendas propias.

Además, según Sznak no descartan México y Chile como potenciales mercados de expansión de la marca. “La idea es buscar mercados más maduros para poder exportar el concepto y poder importar la ayuda que siempre va a estar destinada, por lo menos es lo que queremos, al Perú”, explica.

Höség en números

En el Perú, Höség genera ventas a través del canal online, pero también en las tiendas físicas que posee en el aeropuerto Jorge Chávez, Larcomar y el ‘showroom’ en Barranco.

Durante este primer trimestre, la marca ha crecido por encima del 58% versus el 2022, e inclusive sobre la meta propuesta para este año, a pesar de ser una empresa que por la característica de sus productos es más de invierno.

Al ser consultado por la probabilidad de que pudiera no existir un invierno regular en Lima, Sznak comenta que, si bien es un riesgo, están seguros de que la situación se verá compensada con las ventas de la tienda que poseen en el aeropuerto, las cuales son 75% a turistas y el B2B a través de ventas corporativas que representan el 50% del total, ya que las grandes compañías con quienes trabajan tienen sedes en la sierra del Perú, donde el frío siempre existe.

Las ventas corporativas le han permitido a Höség a trabajar con más de 100 empresas, entre ellas BCP, Scotiabank, Kia, Celepsa, DP World, HP y Ford.

Avance social y ambiental

Sznak comenta que a nivel de impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad han evolucionado a lo largo de los años. Iniciaron con la modalidad ‘compra uno, dona uno’ (lo que significa que al comprar una prenda o casaca Höség abrigas a un niño en la sierra del Perú), al que luego le sumaron ‘compra uno, siembra uno’, logrando que por cada venta se siembre un árbol andino endémico en peligro de extinción; no solo con el propósito de neutralizar huella de carbono, sino de proteger cuencas hídricas de la mano de la organización cusqueña Pachamama Raymi.

Desde el 2017 neutralizamos nuestra huella de carbono de sus operaciones. En abril, Höség ha recibido la certificación por sus esfuerzos enfocados en la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.

Además han creado su propia matera prima, llamada älpafill, a base de alpaca con polyester para poder brindar todos los atributos que tiene la alpaca de manera funcional. “Empezamos a trabajar no solo mirando el impacto que generamos post venta, sino mirando un poco hacia atrás y empezamos a trabajar en propuestas sostenibles para poner sobre la mesa, utilizando fibras orgánicas como alpaca y algodón, o productos reciclados como polyester y nylon hasta finalmente crear una propia tecnología”, comenta Sznak.

Adicionalmente, hoy en día con parte del programa 2% for the Children. “Buscamos la sostenibilidad económica y también la democratrización del impacto, porque para abrigar a un niño tenías que comprar uno de los productos más caros y no era tan justo. Muchas personas iban con las ganas de abrigar a un niño pero se encontraban con que si no compraban nuestra casaca no podían hacerlo”, explica Sznak. Ahora, donan el 2% de sus ventas para abrigar niños de manera trasversal en los productos que venden en sus tiendas físicas y online.

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