Brasil redujo sus tasas de interés a pesar de confirmarse que salió de la recesión

El Banco Central de Brasil recortó la tasa de interés a un mínimo de más de tres años, pero dijo que está preparado para desacelerar el ritmo del alivio monetario durante una crisis política que amenaza los esfuerzos del Gobierno para reducir una enorme brecha fiscal.

En una medida muy esperada, el comité de política monetaria del banco, conformado por nueve miembros y conocido como Copom, redujo la tasa de interés referencial Selic en 100 puntos básicos por segunda vez consecutiva para llevarla a un 10,25 por ciento. Es el menor nivel para la tasa desde enero del 2014.

Las acusaciones de corrupción contra el presidente Michel Temer, que amenazan con desbancar al político de centroderecha y frenar su agenda de reformas económicas, moderaron las apuestas iniciales de los inversores de un ciclo incluso más agresivo de alivio monetario a medida que la inflación se desacelera rápidamente.

En su comunicado sobre la decisión, el organismo dijo que la incertidumbre generada por la crisis es el mayor riesgo que enfrenta la economía cuando comienza a mostrar señales de recuperación tras dos años de recesión.

El Gobierno anunció que la economía brasileña creció un 1 % en el primer trimestre de este año en comparación con los tres últimos meses de 2016, el primer resultado positivo desde diciembre de 2014 y que supone el fin de una recesión de dos años.

Según los datos del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), los tres sectores que componen el Producto Interior Bruto (PBI) tuvieron un resultado positivo entre enero y marzo, liderados por el agropecuario, que creció un 13,4 % -su mejor resultado en 20 años- gracias a una cosecha de granos récord.

"En función del escenario base y del actual balance de riesgos, el Copom entiende que una reducción moderada del ritmo de flexibilización monetaria relativa al ritmo adoptado hoy (miércoles) debería ser apropiada en su próxima reunión", afirmó el banco en su comunicado.

Agregó que las dudas sobre la aprobación de reformas clave, como la del sistema de pensiones, obstaculizan una reducción más oportuna de la tasa estructural, que es el nivel de la tasa neutral a la inflación.

El enfoque más cauto del banco podría significar un ciclo de relajamiento monetario gradual que lleve a la tasa Selic por sobre el 8,5 por ciento que el mercado esperaba para finales del año, dijeron analistas.

Temer, que llegó al poder tras el juicio político que destituyó a Dilma Rousseff, ha resistido presiones para renunciar en medio de acusaciones de que recibió sobornos por parte de los dueños de JBS SA, el mayor frigorífico del mundo. El mandatario ha negado las acusaciones.

El escándalo ha puesto en riesgo la propuesta de Temer de reducir los gigantescos gastos previsionales, que el banco central ha señalado como un paso clave para mantener controlada la inflación y para permitir seguir reduciendo las tasas agresivamente.

Una demora o un fracaso en la reforma al sistema de pensiones podría perjudicar los negocios y la confianza de los consumidores e impedir que se reduzca el enorme déficit fiscal, que superó el 10 por ciento del PBI el año pasado.

(Fuente: Reuters)