¿Qué tan probable es que se respete el alto el fuego en Siria?
¿Qué tan probable es que se respete el alto el fuego en Siria?
Cristóbal de Losada

La organización Médicos sin Fronteras confirmó que uno de los hospitales que auspicia en fue bombardeado y siete de sus empleados murieron.

El ataque es solo uno de los muchos que se han llevado a cabo en los últimos días, pese al tratado de cese al fuego anunciado por y el viernes. Cinco hospitales y dos colegios fueron el blanco de bombas el lunes en el norte del país, dejando un saldo de 50 civiles fallecidos. Además, alrededor de 700 doctores han muerto en ataques contra centros médicos desde que comenzó el conflicto hace 5 años. 

Turquía acusó a Rusia de haber sido responsable por el bombardeo a los hospitales, lo que constituye un crimen de guerra. Moscú niega estas denuncias. Dmitry Peskov, un portavoz del Kremlin dijo que no eran más que acusaciones sin respaldo. 

La guerra en Siria ya es un conflicto internacional. Turquía apoya a los rebeldes que luchan contra el régimen de Al Asad, Rusia apoya al gobierno de Damasco y EE.UU. ayuda por un lado a los rebeldes y por otro a los kurdos, los enemigos de sus aliados turcos. Entre tanta fragmentación y alianzas inciertas, el Estado Islámico se enfrenta a todas las partes. 

El Comercio entrevistó al analista internacional Carlos Novoa sobre la guerra civil siria. 

¿Cuán probable es que se respete el llamado de EE.UU. y Rusia al cese de hostilidades?
 
El tema de Siria ha entrado en una doble vía. Por un lado, se habla de una especie de tregua, pero inclusive antes de que esto se concrete Al Asad dijo que no la cumpliría. Él está buscando reposicionarse. Por otro lado, también hay nuevos frentes, como con los kurdos. Turquía ha abierto una ofensiva contra los kurdos, que son una etnia que hay que tomar en cuenta en este conflicto. El tema en Siria tiene dos niveles clarísimos: el conflicto que se va deteriorando y complicando por los diversos intereses geopolíticos y la lucha de clanes. Y la crisis empeora porque estas luchas producen más refugiados y más desplazados. Esto le da importancia en Europa y Turquía, que son los lugares principales a los que acuden los refugiados de esta guerra.
 
¿Cuán beneficiosa o dañina ha sido la intervención de países extranjeros en este conflicto, como Turquía, Rusia y Estados Unidos?
 
El caso de Turquía  es el más importante porque este país ha recibido a más de un millón de refugiados. El caso de Estados Unidos y Rusia es complicado porque hay algunos elementos comunes como la lucha contra el Estado Islámico. Pero el eje central de este conflicto es una lucha geopolítica. En el tema de Siria estamos viendo un ajedrez geopolítico que lo que busca es acomodar una postura. No se sabe bien hacia dónde va el Medio Oriente en esta nueva etapa. En el Medio Oriente vemos reacomodo del orden internacional y una lucha hegemónica en la región.
 
¿Cree que la intervención de estos países esconde motivaciones que no son del todo humanitarias?

 
No es que escondan nada. Este es un tema de realpolitik. Lo que estamos viendo aquí es un ejemplo del realismo en la teoría de relaciones internacionales, el que dice “los estados tienen intereses, no tienen amigos”. Leámoslo así. El interés de dominio geopolítico subordina al interés humanitario. La crisis humanitaria es una consecuencia directa de esta lucha geopolítica y eso es lo que hace que no se logre tener un acuerdo.
 
¿Estos ataques recientes a centros médicos en qué benefician a Al Asad?
 
Es muy complicado. Cualquier ataque a hospitales, a centros poblados, a civiles es condenable de todo punto de vista. Al Asad desde hace una semana se ha estado tratando de mostrar con una imagen de dureza. “Vamos a molerlos a palos a todos y después negociamos bajo nuestras condiciones”, eso es lo que pretende de alguna manera al Asad. Yo diría que este régimen sirio ha obtenido un segundo aire apoyado por Rusia. Está bien empoderado en este conflicto y eso hace que al Asad esté envalentonado. Y este envalentonamiento hace que cometa atrocidades como estos ataques.
 
¿Cuán importante es el rol de la ONU? ¿Tiene suficiente poder e influencia?
 
No. La ONU lamentablemente tiene las manos atadas. Hace oficios de buena voluntad, lo que es su trabajo, pero este es un tema que va por encima de la línea de la ONU. Digamos que la ONU está en un segundo piso. Está casi en calidad de observador y el margen de maniobra que pueda tener está sujetado a lo que diriman dos o tres de sus principales miembros, los grandes tres del Consejo de Seguridad, que son por un lado China y Rusia y por otro lado Estados Unidos. Es una lucha que tiene que resolver la ONU primero dentro del Consejo de Seguridad para luego empoderarse.
 
¿Cree que puede haber repercusiones legales por lo que parecen ser crímenes de guerra?
 
Sí, siempre hay. Evidentemente aquí ha habido crímenes de guerra, delitos contra la humanidad, pero ya hemos visto en el Medio Oriente mismo en qué termina todo esto. Yo dudo realmente que esto pueda tener una determinación. Al Asad puede, debería ser enjuiciado por crímenes de guerra en un futuro. Pero ahí está el apoyo de Rusia que de alguna manera lo blinda y es por esto que se ha visto repotenciado últimamente.
 
¿Cuánto beneficia a Rusia su alianza con Al Asad?
 
En cuanto al beneficio a Rusia estamos hablando de dos cosas: primero hay un elemento de posicionamiento geopolítico en el Medio Oriente, de recuperar su presencia internacional, y el otro es el tema estratégico, ya que entra energía y petróleo al territorio ruso a través de Siria. Ese es el gran drama de todo esto. El tema sirio empezó en lo que se denominó la Primavera Árabe, que en su momento incluyó a Egipto, Túnez, etc.
Esto comenzó como una protesta contra el régimen sirio y se ha convertido en una guerra que se ha desbordado en todos los niveles.
 
¿Qué se debe hacer frente a la amenaza del Estado Islámico?
 
Hay algunos indicios, algunos avances, en la lucha contra el Estado Islámico, pero no habrá una victoria contra el Estado Islámico si no hay una decisión consensuada entre las potencias. Por un lado está el asunto del conflicto en sí. Estos ataques aéreos no son suficientes para detener al Estrado Islámico. Hay que vencerlo con un ataque terrestre, lo cual necesariamente va a generar una gran cantidad de víctimas entre los aliados. Este es un riesgo que Estados Unidos no quiere correr ahora, más aún cuando están en una época electoral. Por otro lado está el hecho que el Estado Islámico y el conflicto en Siria van en cuerdas separadas. No es que una cosa vincule a la otra. Podría terminar el conflicto en Siria y el Estado Islámico podría seguir. O se podría derrotar totalmente al Estado Islámico, lo cual dudo que ocurra a corto plazo, y el conflicto en Siria seguiría.

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