El homosexual que demandó a clínica que "cura" gays en China
El homosexual que demandó a clínica que "cura" gays en China
Redacción EC

En un caso histórico, un tribunal en Beijing empezó a escuchar la primera demanda contra un tratamiento de "conversión gay" en

Aunque en 1997 la homosexualidad dejó de ser ilegal en el país y desde 2001 ya no se define como trastorno mental, todavía hay quienes no sólo la consideran una enfermedad, sino que insisten en que tiene cura con tratamiento clínico.

Por lo menos 13 libros de psicología publicados en China entre 2008 y 2011 aún la describen como una afección mental.

Por eso hay varias clínicas y médicos especializados en supuestas terapias contra la

Sin embargo, un hombre gay que dice haber sido sometido a uno de esos tratamientos y sufrió un trauma como consecuencia de ello llevado su caso ante los tribunales, apoyado por pequeño pero creciente grupo activista de los derechos de los LGBT.

DESAFÍO LEGAL
La comunidad gay en China ha comenzado a pelear contra los prejuicios organizando protestas, como una reciente manifestación en Beijing frente a un local donde se realizaba una conferencia médica en la que los activistas levantaron una pancarta que rezaba: "Ser gay no es una enfermedad".

Además de estas acciones, la aceptación de las demandas contra las terapias de reorientación sexual en los tribunales está favoreciendo a una comunidad desestimada durante mucho tiempo.

El hombre gay que presentó la demanda contra la clínica Xinyu Piaoxiang, en Chongquing, se identificó como Xiao Zhen.

Xiao dijo que lo sometieron a descargas eléctricas tras haberle pedido que tuviera fantasías sexuales que involucraran a hombres.

"Me aplicaron la terapia de descarga eléctrica sólo una vez", le contó a la BBC acerca del sufrimiento que experimentó. "Imagínese aquellos a quienes se la aplicaron varias veces".

Xiao se sometió al tratamiento para recabar evidencia y ahora espera que un fallo a su favor logre prohibir la práctica.

"Es el primer caso contra la terapia de conversión en China", expresó por su parte Xiao Tie, directora ejecutiva del Centro LGBT de Beijing, que apoya la demanda.

"En China, la mayoría de las personas que se someten a la terapia de conversión lo hacen porque son presionadas por sus familias", dijo la activista a los medios de comunicación frente al tribunal que lleva adelante el caso.

Añadió que muchos aseguran quedar "curados" sólo para frenar los angustiantes tratamientos.

Aunque es una práctica ampliamente desacreditada por la comunidad médica internacional, la terapia de conversión es ofrecida en varias clínicas a lo largo de China.

CENTROS DE REORIENTACIÓN SEXUAL
Una de ellas es el Centro Urbano de Asesoramiento Psiquiátrico de Nanjing, que se encuentra en un edificio de oficinas en esa ciudad del este del país, a la que se llega a través de un corredor lúgubre.


El doctor Zhou afirma que ha "curado" exitosamente a 70% de sus pacientes gay.

El doctor Zhou afirma que ha

John Sudworth, corresponsal de la BBC en Shanghái, lo describe como una pequeña oficina con una sala para tratamientos apenas amoblada.

Allí, el doctor Zhou Zhengyou muestra algunos libros que ha escrito sobre el tema en el transcurso de su carrera.

Uno de ellos es una guía para padres que sospechan que su hijo o hija pudiera ser gay.

El mensaje fundamental parece ser que la "culpa" recae en sus métodos para criar a los hijos.

Zhou sostiene que logra curar hasta al 70% de sus pacientes gay, aunque admite que es un proceso prolongado y difícil.

Según alegan sus críticos, a un costo de US$120 por sesión -bastante dinero para un salario promedio en China- el tratamiento es muy lucrativo.

DESCARGAS, DROGAS E HIPNOTERAPIA
El doctor Zhou comenta que hoy en día solamente usa asesoramiento psicológico y no trata a sus pacientes con la llamada terapia de aversión, que se ofrece en otros establecimientos en China.

Así y todo, está encantado de describir cómo funciona esa terapia.

"Un método común es la descarga eléctrica", indica. "Cuando el paciente tiene un pensamiento gay, lo electrocutamos o le inyectamos drogas que les producen náuseas".

Desde que abrió sus puertas hace dos años, otra clínica llamada Fragrant Language of the Heart prometió "curar" la homosexualidad mediante la hipnoterapia y descargas eléctricas, señala Celia Hatton, corresponsal de la BBC en Beijing.

El sitio web de la clínica Chongqing, que está siendo demandada, insiste que la homosexualidad es una "obstrucción mental" originada probablemente de un "trauma de la niñez o un ansia de poder y belleza".

Un ciclo de tratamiento de US$5.000 pide a los usuarios que miren pornografía gay o imaginen relaciones sexuales con una persona del mismo sexo antes de administrárseles descargas eléctricas que "causan miedo subconsciente".


En marzo pasado, el activista Xiang Xiaohan desafió una decisión gubernamental de no inscribir su organización de derechos gay.

En marzo pasado, el activista Xiang Xiaohan desafió una decisión gubernamental de no inscribir su organización de derechos gay.

ÉXITO EN OCCIDENTE
El intento para desacreditar las "curas" contra la homosexualidad es una batalla que se ha peleado en otras partes.

La terapia de aversión ha sido blanco de activistas en Europa y América durante décadas, pero la noción de la conversión no ha sido del todo erradicada.

El consenso médico moderno en Occidente es que no hay pruebas de que se pueda modificar la orientación sexual.

Hay quienes sugieren que la evolución de las actitudes en China ha sido más lenta debido a la política de un solo hijo, así como la fuerte presión del confucianismo para que los jóvenes se casen y produzcan un heredero.

Sin embargo, las actitudes en China están cambiando rápidamente. Una prueba de ello es que ahora en Shanghái se celebra anualmente el día del orgullo gay, que incluye funciones de cine, discusiones en grupo y una divertida carrera.

Tratándose de China, no se permite a los participantes marchar.

Ahora se espera que los casos en los tribunales contra las clínicas que ofrecen terapia de conversión sean otro paso adelante, que envíen el mensaje de que el prejuicio social se termine.