El 41% de prefectos y subprefectos que designó la actual gestión son de Perú Libre | INFORME

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La función de prefectos y subprefectos es planear, dirigir, coordinar, supervisar y evaluar la gestión de las autoridades políticas en el ámbito de su jurisdicción. Y fungir como representante del presidente de la República en estas zonas. En febrero, el prefecto regional de Cajamarca, Lenin Chuquilín Hernández, formalizó una denuncia ante el Ministerio Público contra tres dirigentes de Perú Libre. Según declaró entonces, los denunciados habrían vendido subprefecturas en la región.

La Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio revisó las designaciones de prefectos y subprefectos realizadas entre agosto del 2021 y abril del 2022, y cruzó esta información con el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). En el análisis halló que durante dicho periodo se realizaron 1.006 nombramientos. De este grupo, 409 personas (41%) están afiliadas a Perú Libre, mientras que otras 16 pertenecieron a él en algún momento.

Los otros cuatro partidos con más prefectos y subprefectos designados son Alianza para el Progreso, Somos Perú, Juntos por el Perú y Acción Popular. No obstante, entre los cuatro suman 5% de nombrados. Por su lado, 260 personas (26%) no tienen ni han tenido afiliación a ningún partido.

El exministro del Interior Carlos Basombrío mencionó que los prefectos y subprefectos no tienen ninguna función útil. “En realidad solo funcionan para tratar de tener algún tipo de poder político y hacer gestiones, que muchas veces son incorrectas”, dijo.

En esa misma línea, el también exministro del interior Rubén Vargas, explicó que las funciones son absolutamente protocolares, nominales y carentes de sentido. “Los prefectos y subprefectos han quedado en un limbo. Tienen funciones que podrían asumir y, de hecho lo hacen, los gobiernos regionales. Por eso, no se justifica el presupuesto ni la logística destinada para la existencia de este batallón”, asegura.

Al servicio del partido

La Dirección General de Gobierno Interior es la encargada de designar a prefectos y subprefectos. El copamiento del partido oficialista en estos cargos no es una práctica nueva. Vargas sostiene que lo que ha estado ocurriendo es que se ha convertido al sistema de autoridades políticas, del gobierno del interior, en una bolsa de trabajo para gente del partido de turno o para los amigos de algunos personajes cercanos al gobierno.

“La situación que es un poco más crítica es que el gobierno convierte a estas personas en operadores políticos del partido oficialista. Nosotros, con nuestros impuestos, mantenemos a estos prefectos y subprefectos que no tienen función importante para brindar servicios a la ciudadanía. Están al servicio de sus partidos”, afirma.

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En esa misma línea, Eduardo Herrera, Director Ejecutivo del Consejo Privado Anticorrupción (CPA) menciona que la gestión actual solo está continuando y perpetuando una mala práctica. Además, Herrera sostiene que se está dando una perversión de la función del estado.

“Hay que ver al sector público como una vitrina al servicio del ciudadano. Se está viendo a estas personas no como un representantes del presidente, sino como un oidores del partido. No hay una actitud de servicio al ciudadano. Están pensando en intereses propios y hay una indolencia, un total divorcio de lo que el ciudadano espera”, apunta.

La región con más designaciones de Perú Libre es Junín, donde gobernó Vladimir Cerrón, y en donde actualmente gobierna este partido. Les sigue Apurímac, lugar donde se está llevando a cabo el conflicto social (minero) de la Bambas; Ayacucho, Puno y Cajamarca. Esta última es la región del presidente Pedro Castillo.

“No es casualidad el copamiento en Cajamarca, Junín y Apurímac. Tampoco es casual que haya un incremento de designaciones de afiliados del partido conforme ha pasado el tiempo”, sostiene Herrera. Vargas menciona que todo va de acuerdo a una dinámica interna del partido de gobierno. “No es a partir de un criterio o un plan de designaciones que se realizan estos nombramientos”, señala.

Perfiles cuestionados

En ese sentido, apunta que estas personas realizan una actividad partidaria y que sus perfiles tampoco son los más adecuados. “En principio lo que se dice es que un prefecto o un subprefecto tiene la función de representar bajo actos protocolares al Presidente de la República”, afirma. En ese sentido el exviceministro expresa que si es un ciudadano representativo de su región, provincia o distrito debería ser una persona con un perfil idóneo.

A inicios de año, el entonces ministro del Interior, Avelino Guillén, defendió la designación de prefectos con vínculos con el Fenatep, sindicato de profesores fundado por el presidente Pedro Castillo. Guillén mencionó que las designaciones se realizan tras un largo proceso de verificación que pasa por la Dirección de Inteligencia de la PNP (Digemin) e informes de la Dircote (Dirección contra el Terrorismo).

No obstante, la Contraloría ha cuestionado designaciones de prefectos que tienen vínculos con el Mivadef. Además, se han nombrado a personas investigados por corrupción o que presentan denuncias ante la Policía Nacional del Perú. “Los criterios han sido desgastados y echados por la borda por la actual gestión. Qué podemos reclamar si en el gabinete ministerial vemos a personajes cuestionados. Si eso tenemos en el Consejo de Ministros no se puede esperar más de prefectos y subprefectos”, dice Vargas, quien asegura que el actual ministro del Interior, Alfonso Chávarry, debería dar explicaciones sobre estas designaciones.

“Yo creo que el congreso tiene una brillante oportunidad, considerando este copamiento, de que desaparezca este sistema, que no tiene ningún sentido”, finaliza.

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