Un tsunami que arrasó con todo lo que tenía a su paso en la localidad japonesa de Miyako. | Foto: Reuters
Un tsunami que arrasó con todo lo que tenía a su paso en la localidad japonesa de Miyako. | Foto: Reuters
Agencia Europa Press

Un nuevo método para detectar utilizando los satélites existentes que orbitan la Tierra podría servir como un sistema de alerta eficaz para países de todo el mundo. Es la conclusión de un estudio dirigido por investigadores de UCL (University College London) e integrado también por universidades en .

El estudio, que se publicó en la revista Natural Hazards and Earth System Sciences, precisa que, a pesar de que las olas iniciales de un suelen tener pocos centímetros de altura, causan una perturbación en la atmósfera al empujar el aire hacia arriba y crear una onda acústica que se amplifica a medida que sube.

Este movimiento genera una reducción de la densidad de electrones en la ionosfera (300 km sobre la superficie de la Tierra) que afecta las señales de radio enviadas por los satélites a los receptores en tierra. Esto puede retrasar o acelerar diferentes partes de la señal, o también cambiar la dirección de la señal, según la frecuencia.

Para el estudio se desarrolló una nueva forma de detectar esta caída en la densidad de electrones de las señales de alteradas.

Tras observar los datos del durante el terremoto y de Tohoku-Oki de 2011, los investigadores descubrieron que se podría haber emitido una advertencia de tsunami con confianza dentro de los 15 minutos posteriores a la ocurrencia del terremoto, es decir, al menos 10 minutos antes del primer que llegó a la costa este de .

También descubrieron que se podría haber emitido una advertencia utilizando datos de solo el 5% de los 1.200 receptores de , lo que significa que el método podría usarse en países con una red más escasa que la de .

Ventajas frente a otras técnicas

Muchos sistemas de alerta de existentes deducen las ondas de tsunami de los , pero este nuevo método podría usarse para predecir los tsunamis entrantes con fuentes distintas a los , como deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas.

Asimismo, el método también podría usarse para predecir segundas o terceras olas, lo que ayuda a determinar si una alerta de debe cancelarse o mantenerse después de la primera ola.

En un comunicado, el profesor Serge Guillas (UCL Statistical Science y el Alan Turing Institute), autor principal del artículo, señaló que los sistemas actuales de alerta de no pueden predecir con precisión la altura de una ola de .

Recordó que, en el 2011, el sistema de alerta de subestimó la altura de la ola y una mejor advertencia podría haber salvado vidas, permitiendo a las personas llegar a terrenos más altos y más lejos del mar.

“Nuestro estudio, un esfuerzo conjunto de estadísticos y científicos espaciales, demuestra un nuevo método de detección de que es de bajo costo, ya que se basa en las redes existentes y podría implementarse en todo el mundo, complementando otras formas de detectar y mejorando la precisión de los sistemas de alerta”, aseguró.

Las olas de los son bajas en aguas profundas, pero pueden viajar a la velocidad de un chorro (hasta 800 km por hora en aguas profundas) y, a medida que ingresan en aguas menos profundas, disminuyen la velocidad y aumentan de altura.

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